Ray Ricárdez

@RayRicardez

La verdad y la justicia no han llegado para las madres de personas desaparecidas en los municipios de Tetelcingo y Jojutla, Morelos. Esta situación se vislumbra en el documental Volverte a ver, que denuncia el uso de fosas comunes gubernamentales para ocultar restos humanos sin identificación previa y que no fueron sometidos a un debido proceso. 

El documental fue presentado este 7 de octubre como parte de la campaña #DesenterrandoLaVerdad, lanzada por Amate Films en colaboración con las colectivas de búsqueda “Regresando a Casa Morelos” y “Unión de Familias Resilientes Buscando a Sus Corazones Desaparecidos”, para hacer un llamado a las autoridades y exigir verdad y justicia en nombre tanto de las víctimas como de sus familiares.

Durante 2016 y 2017, colectivos impulsados predominantemente por mujeres lideraron la búsqueda de los cuerpos de sus seres queridos, denunciando a Graco Ramírez (gobernador de 2012 a 2018) de usar fosas comunes para arrojar restos humanos, sin seguir los protocolos necesarios para su identificación, dejando sin certezas a las y los familiares de personas desaparecidas. 

En la fosa del municipio de Jojutla se registraron 84 cuerpos exhumados durante la grabación del filme; las autoridades estimaban que serían 35. Ninguno ha sido debidamente identificado por las autoridades locales y estatales al día de hoy. 

Edith Hernández, líder de la colectiva “Regresando a casa Morelos” y protagonista del documental, declaró que “es una prioridad que se identifiquen los cuerpos que ya fueron exhumados, [pues ya] han pasado tres años y esos cuerpos siguen sin ser identificados”.

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No se siguen los protocolos

En entrevista para LADO B, Magali Rocha y Merle Iliná, productora y productora de impacto, respectivamente, cuentan que el hallazgo de las fosas se debe a la labor de las madres que iniciaron la búsqueda.

Y si bien la utilización de fosas comunes por parte del Estado no es ilegal, el proceso en el que se utilizaron sí lo fue, de acuerdo con Iliná. 

La ilegalidad en el proceso es perceptible, por ejemplo, al momento de desenterrar un cadáver en estos espacios y encontrarlo con ropa; este es un indicativo de que las autoridades no realizaron la necropsia correspondiente para determinar la causa de muerte de la persona. 

De acuerdo con los protocolos para el tratamiento e identificación forense, sólo debe recurrirse al uso de fosas comunes cuando, a pesar de ya haberse tomado todas la medidas necesarias para identificar el cuerpo (necropsia, pruebas de ADN, aviso a posibles familiares) no se le puede dar una identidad. 

Protocolos que, en los casos de Jojutla y Tetelcingo no existieron. Este hecho es fundamental para dimensionar la problemática. “Utilizan prácticas como de crimen organizado, porque no hicieron ningún protocolo; enterraron cuerpos sin necropsia de ley”, comenta la productora. 

Muchos de estos restos, además, fueron enterrados sin haberse abierto una carpeta de investigación previamente, de acuerdo con los testimonios. Ante estas faltas, las productoras consideran que retratar lo que sucede convierte al filme en un “documental histórico”.

Las madres como pilares de la búsqueda 

Foto: Volverte a Ver – Documental | Facebook

Durante la rueda de prensa, la antropóloga Aida Hernández informó que son las mujeres quienes integran entre un 80 por ciento y 90 por ciento de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. 

Angélica Rodríguez Monroy, líder activista, explicó que los roles culturales de género influyen en que los familiares masculinos no muestren su tristeza.

Por su parte, Edith Hernández aseguró que la desaparición de algún familiar generalmente implica tomar la decisión entre dedicarse a la búsqueda y mantener un empleo, pero “esa es una parte que los hombres no pueden tomar tan fácil”, pues la presión de los estereotipos de género hace que se inclinen hacia un empleo. 

Rocha e Iliná confirman en entrevista que este es un tema multifacético. Un factor fundamental para que las madres busquen a sus familiares es el denominado “dispositivo de género”, es decir, la socialización del mandato de la madre, que empuja a las mujeres, desde el amor, a dar con el paradero de sus seres queridos; este término se definió en una investigación hecha por la productora de impacto. “El amor es como una forma de resistencia a las violencias”, aseguran.

Aún hay mucho por hacer

Alrededor de 60 mil personas han desaparecido en el país a raíz de la implementación de la política militar por parte del gobierno federal en 2006, de acuerdo con datos de 2019 otorgados por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación. No obstante, en la rueda de prensa del documental se informó que este número podría llegar más allá de las 70 mil.

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En Tetelcingo, segundo municipio documentado en esta entrega, el trabajo de las colectivas de madres ha derivado en la identificación de 11 cuerpos hasta el momento desde que iniciaron las búsquedas hace tres años. 

Carolina Corral, directora de la cinta, comenta: “Cada que hago preguntas sobre cómo lidiar con este impacto emocional, me pregunto cómo lidian las mamás con no tener a sus hijas en su casa diario. Hay dolor, es muy grande. Y sí, hay mucho qué hacer; aportar un grano de arena es muy importante porque todos estamos involucrados”, concluyó.

Volverte a ver estará disponible en nuestro país en el festival DocsMX, del 8 al 25 de octubre. Esta es una oportunidad de empatizar con el dolor de todas las madres y familiares de personas desaparecidas en este país, así como de exigir a los gobiernos locales, estatales y federales que abran los caminos a la verdad y la justicia.

Foto de portada: Volverte a Ver – Documental | Facebook