Lado B
Confrontación y rudeza innecesaria, la política de comunicación de Barbosa
Puebla ha destacado en dos cosas durante la pandemia por COVID-19: en los desafortunados dichos del gobernador y en la agresión a las y los periodistas en el estado.
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
16 de agosto, 2020
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El 26 de marzo el gobernador Luis Miguel Barbosa dijo en respuesta a una pregunta planteada por Víctor Hugo Juárez, reportero de El Sol de Puebla: “No voy a tener opinión y menos a El Sol de Puebla, ¿sale?”.

La reacción de enojo del mandatario estatal se produjo un día después que se viralizaron sus palabras en otro acto público en donde aseguró que el coronavirus sólo le daba a la “gente acomodada”: “¿Sí lo saben o no? Si ustedes son ricos tienen el riesgo, si ustedes son pobres no. Los pobres estamos (sic) inmunes”.

El gobernador culpaba al impreso poblano de que el video y la frase se reprodujeran en las redes sociales y en medios de todo el país, a pesar de que la coordinación de Comunicación y Agenda Digital había editado el discurso del mandatario para eliminar esa frase.

El gobernador cumplió su palabra, durante semanas los reporteros de El Sol de Puebla estuvieron vetados en la rueda de prensa mañanera del gobierno estatal. 

Un análisis cuantitativo realizado por LADO B de las ruedas de prensa virtuales que el gobernador comenzó a ofrecer de lunes a viernes a partir del confinamiento, revela que una de las reporteras de esa casa editorial pidió la palabra nueve veces y no se le permitió hacer uso del micrófono ni una sola vez.

Para Jorge Machuca, periodista que analizó “la cargada mediática” en las elecciones de 2018 y 2019 en uno de los libros de la trilogía “Dinero Ilegal, elecciones al mejor postor en Puebla”, publicada por Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad (PCCI), Barbosa se asemeja al exgobernador Rafael Moreno Valle “en el trato déspota a la prensa”.

La organización Artículo 19 le puso números a las palabras de Machuca. Puebla ha destacado en dos cosas durante la pandemia por COVID-19: en los desafortunados dichos del gobernador y en la agresión a las y los periodistas en el estado; en dos de los diez casos documentados por la organización el responsable fue el gobernador.

También puedes leer: Puebla, primer lugar en agresiones contra periodistas durante cobertura de COVID-19: Artículo 19

De hecho, la entidad registró el mayor número de casos de agresión contra la prensa. Del total del país, los casos en Puebla representan el 19.2%, seguidos por Ciudad de México con 15.3% y el Estado de México con 9.6%.

A esas agresiones, habría que sumarle el tono que suele usarse en las cartas aclaratorias que la administración barbosista utiliza para responder a sus críticos, y hasta las demandas por daño moral que funcionarios estatales y diputados de Morena iniciaron en contra de Rodolfo Ruiz, director del portal e-consulta en febrero de este año.

Dice Roberto Alonso, coordinador del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Ibero Puebla: “En un gobierno democrático deberíamos aspirar a respuestas moduladas, sensatas, y no a exabruptos y reacciones bruscas como han sido las cartas aclaratorias con tono amenazante, las demandas legales, no del gobernador directamente, pero sí de sus funcionarios, en algunos casos de primer nivel”.

Los números

Entre el 31 de marzo y el 14 de julio, el gobierno del estado respondió en 782 ocasiones las preguntas planteadas por los medios en sus ruedas de prensa diarias que se realizan vía Zoom y se transmiten por Facebook y YouTube, en donde se da a conocer el reporte del avance de la pandemia por COVID en Puebla y se habla también de otros temas. 

En promedio, el gobernador Barbosa y sus secretarios han respondido las preguntas de 52 trabajadores de medios por semana. 

Pero no a todos se les da la palabra con la misma frecuencia. En el análisis cuantitativo que LADO B realizó sobre las ruedas de prensa realizadas en este periodo, son siete medios los que concentran la mitad de las participaciones: Informativo 102 (10%), Diario Cambio (8.7%), Controversia Puebla (7.5%), e-consulta (6.5%), Imagen (6.3%), El Popular (6.1%) y Ángulo 7 (5.5%).

A las ruedas de prensa se conectan entre 30 y 40 reporteros y reporteras, al menos, pero no todos participan igual. Se solicitó una entrevista con la titular de la Coordinación de Comunicación y Agenda Digital para conocer la metodología que se usa para definir a quién se le da la palabra en las ruedas de prensa, pero no hubo respuesta.

Para llegar a los datos citados este portal hizo dos análisis a las ruedas de prensa. En el primero se analizaron los videos de los encuentros virtuales con el gobernador que se realizaron entre el 31 de marzo y el 23 de junio. En el segundo se analizó durante 3 semanas, del 24 de junio al 14 de julio, qué medios piden la palabra y a quiénes se selecciona para darles el uso del micrófono en los diez turnos en promedio que abre el gobierno del estado.

En ese periodo se realizaron 15 ruedas de prensa y fueron 40 reporteros y reporteras quienes pidieron turno para preguntar. 

De esas 40 personas, a 3 no les dieron nunca la palabra. Sobresale el caso de la reportera de El Sol de Puebla , Elena Domínguez, quien pidió la palabra en 9 ocasiones sin que le permitieran hacer uso del micrófono ni una sola vez. 

Aunque e-consulta y El Popular se ubican en el top de medios que más veces han recibido la palabra entre marzo y julio, en el segundo análisis cuantitativo también están entre quienes más veces pidieron la palabra y menos se las dieron. En números netos, 12 veces levantaron la mano y sólo se las dieron en 4 y 3 ocasiones, respectivamente.

En cambio las y los reporteros de Controversia Puebla* (le dieron la palabra 11 de 14 veces que la pidió), Intolerancia (10 de 12), El Heraldo de Puebla (9 de 9) e Informativo 102 (9 de 11) son quienes tuvieron más participaciones.

(*Al reportero lo presentan como representante de dos medios: Controversia Puebla y Municipios Puebla, para el análisis se consideró al primer medio con el que se le identifica en las ruedas de prensa).

No hay ni habrá cambios estructurales con Barbosa

Luis Miguel Barbosa

Foto: @MBarbosaMX | Twitter

Un noticiario radiofónico (Informativo 102), un diario que lleva muchos años pegado al poder sin importar los colores (Cambio), y un portal de noticias con mucha información sobre lo que hace y dice el gobernador (Controversia), son los medios que más ocasiones han recibido el micrófono para hacer preguntas durante el periodo de cuatro meses que revisó este portal.
No hay, hasta el momento, acciones que muestren un interés gubernamental para cambiar la estructura de la esfera mediática local, dice Roberto Alonso, coordinador del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Ibero, “son sólo los movimientos naturales de cualquier proceso de alternancia”.

Sí han aparecido nuevos medios impresos y digitales como ContraRéplica o La Crónica, pero la estructura y la relación prensa-poder se mantiene intacta.

Barbosa es una persona a la que le gusta mantener a los periodistas cerca de él, cuentan a LADO B dos personas que ocupan o han ocupado espacios de dirección en medios impresos y que hablan con la condición de que su nombre no se revele. No son raros los encuentros, cenas y comidas, con directivos y periodistas afines.

Una de las personas consultadas adelanta que pronto habrá otro impreso circulando en las calles poblanas gracias al financiamiento estatal. “Barbosa, como los hombres de poder en los últimos sexenios quiere el control de la prensa. Por eso está construyendo ‘su’ prensa”.

Y si no hay cambio estructural en la relación con la prensa, tampoco hay señales de que pueda haber cambios en el sistema público de información.

Un cambio estructural en la esfera mediática que sin problema podría hacer el estado, dice Roberto Alonso sería “transitar de los medios que en realidad son de carácter propagandístico oficial en el tratamiento de los asuntos relativos al quehacer gubernamental, a medios realmente públicos, con una vocación ciudadana y democrática, que incluso desafían al poder en turno en ciertas coberturas. Esos cambios no los vamos a ver. No está en la agenda institucional de este gobierno”.

“Si gobernar es comunicar, el balance es negativo”

En diciembre del año pasado, en una cena que sostuvo con periodistas de Puebla, el gobernador dijo: “Respeto su libertad absoluta para estar informados y de informar. Nunca pediré a sus medios: ‘cállenlo, ya que no me moleste, ya que no me pregunte’. Nunca, jamás haré eso”.

Seis meses después, el 24 de junio fue cuestionado por el jefe de información de El Sol de Puebla, Salvador Ríos, sobre si el gobierno del estado había considerado un pacto político con el gobierno del Ayuntamiento de Puebla a la par de un pacto comunitario para atender la crisis COVID. Y el gobernador contestó (minuto 24):

“No le metan el ingrediente grillo […] es hora de que todos colaboremos. Ustedes, prensa. Tú, Sol de Puebla, que ya colaboren de buena fe en este momento tan complicado”.

Luis Miguel Barbosa había usado con anterioridad la frase “mala fe” para calificar preguntas que consideraba incómodas. Artículo 19 documentó el caso de la reportera del portal Antena 21 a la que Barbosa “estigmatizó” al sostener que hacía preguntas de “mala fe”.

La manera de Barbosa de conducir sus ruedas de prensa, además de algunas frases poco afortunadas que han llegado hasta medios internacionales, reflejan una política de comunicación errática, dice Roberto Alonso.

“La política de comunicación ha evolucionado de ser una política prometedora… digamos sus audiencias públicas, esta política que instauró de los martes ciudadanos, la promesa de respetar a los medios de comunicación (…) a una comunicación errática”.

El problema, sostiene Roberto Alonso, no es su estilo brusco de confrontar a la oposición o a las voces críticas, “eso en realidad no debería sorprendernos en democracia. El problema es cuando hace de esto un enfrentamiento personal. Y ahí están los hechos, demandas legales; si no de él, sí de funcionarios de su gobierno y personas políticas cercanas a él en el Congreso del estado, [demandas] contra medios de comunicación que han tenido posiciones críticas”. 

Y concluye: “Yo pensaría que si nos atenemos a que gobernar también es comunicar, pues parece que el balance es negativo”.

Con información de Valeria Rodríguez Nava

*Foto de portada: Miguel Barbosa / Foto: @MBarbosaMX | Twitter

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