Lado B
Comunicar el conocimiento científico, una labor que se asemeja a la traducción
En el foro “Comunicación de la Ciencia en tiempos de pandemia”, periodistas y científicos trataron de dar respuesta a la interrogante sobre cómo divulgar efectivamente el conocimiento científico
Por Cristian Escobar Añorve @crazo70
30 de agosto, 2020
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“De niños todos teníamos nuestro dinosaurio favorito o jugábamos a ser astronautas con un balde en la cabeza. Para muchos de nosotros, nuestro héroe de la infancia fue Carl Sagan”, dijo Miguel Ángel Méndez Rojas, coordinador del programa de Nanotecnología e Ingeniería molecular de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), durante el foro “Comunicación de la ciencia en tiempos de pandemia”, organizado por esta casa editorial.

Los héroes pueden ir cambiando, los referentes científicos también, pero lo que es común en cualquier época es el interés por descubrir cosas, buscar respuestas a preguntas que, siendo niños, pensamos como misterios: ¿qué es el espacio?, ¿cuánto miden las galaxias?, ¿cómo reptiles tan asombrosos pudieron habitar el planeta donde vivimos?

Pero para que estos temas nos atrajeran tan apasionadamente desde niños, muchas veces fue necesaria la figura de alguien que nos hiciera llegar de manera más accesible la información científica, como fue el caso de Carl Sagan en la década de los 80, con el programa de televisión Cosmos

Para Gerardo Sifuentes, periodista científico y ex director editorial de la revista Muy Interesante, esa es justo ahora la labor del divulgador científico o del periodista de ciencia: hacer de documentos o papers de no tan fácil comprensión, información accesible e interesante para la mayoría de personas. 

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Sifuentes resaltó que muchas veces esa labor de divulgación se asemeja al trabajo de un traductor, pues su mérito está en descubrir la lengua del científico y de las audiencias para, así, transmitir el mensaje sin que haya alguna pérdida en los significados.

Ahora, mientras atravesamos una pandemia, la divulgación científica se ha convertido en una labor mucho más imprescindible. Por ello, en el foro organizado por LADO B, periodistas y científicos se reunieron para tratar de dar respuesta a la interrogante sobre cómo divulgar conocimiento científico en tiempos de COVID-19; un trabajo que, incluso antes de la pandemia, implicaba un reto. 

La divulgación de la ciencia como “traducción”

Divulgación de ciencia

Foto: Gustavo Fring | Pexels

Para Ana Cristina Olvera Peláez, periodista, divulgadora y promotora de ciencia, conductora en Interfaz Noticiero de Televisión Educativa, es un mito que actualmente la gente no esté interesada en la ciencia, pues esta es una actitud natural que los seres humanos tenemos ante el mundo, invariablemente de las generaciones o eventos coyunturales que sucedan. Esta misma necesidad, recalcó Olvera Peláez, nos lleva a buscar dónde informarnos de la mejor manera.

“Por eso estamos aquí, porque constantemente estamos en búsqueda de cómo funcionan las cosas. Entonces, para comunicar eficientemente el conocimiento científico, primero hay que entender esa necesidad humana y saber cómo llegarle a las personas que están ávidas de información”.  

En ese sentido, de acuerdo con Miguel Méndez Rojas, una comunicación científica efectiva debe encontrar un equilibrio para comunicar atinadamente trabajos científicos, sin usar un vocabulario complicado, como en los trabajos especializados.

En ese sentido, comentó Sifuentes, el mérito de una buena divulgación científica radica en que el divulgador debe comprender a cabalidad la lengua del científico y la lengua de las audiencias, para así construir puentes sólidos entre ambos lenguajes. 

Así, recalcó, aunque los periodistas de ciencia no forzosamente sean expertos en todos los temas científicos que comparten, sí deben aspirar a un grado de compresión más profundo, pues de eso dependerá el éxito de la traducción al lenguaje del público.

En ese sentido Ana Cristina Olvera respaldó lo dicho por Sifuentes, al compartir el testimonio de su transición del periodismo de noticias al periodismo especializado en cobertura de temas científicos.

No obstante, al parecer de Méndez Rojas, hay temas que gozan de mayor popularidad entre las diferentes disciplinas científicas, como pueden ser la biología o la astronomía, en contraste con la química, por lo que la divulgación de estas ramas de la ciencia se complica en ocasiones.

“No conozco en la actualidad un divulgador químico, incluso de matemáticas; claro que sí hay de biología, de astronomía […] eso refleja un poco que sí hay temas que llaman más la atención”. 

Mendez Rojas señaló que, actualmente, hay algo parecido a una fobia a la química, que nos lleva a pensar que lo químico, lo sintético, por ser algo artificial, es dañino.

“Precisamente, a través de una comunicación eficiente de la ciencia y una apropiación social del conocimiento, podríamos darnos cuenta de que la química, como otras ciencias, son cosas cotidianas y que no hay nada peligroso en ellas”.

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Asimismo, un prejuicio que abunda al momento de comunicar temas científicos, menciona Ana Cristina Olvera, es la idea de que las mujeres deben comunicar ciertos temas en específico:

“Muchas veces las mujeres que comunican temas científicos son utilizadas como objeto. Hay, entonces, un doble reto para demostrar que eres una persona que sabe de qué estás hablando, por el simple hecho de ser mujer”. 

COVID y divulgación científica

Foto: Martin Lopez | Pexels

Para Méndez Rojas, la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, trajo consigo un marcado incremento en el interés de la salud. Pero esto mismo, en ocasiones, funciona como un arma de doble filo, pues en esa búsqueda por la información más rápida sobre la salud se puede caer en lo contrario: la desinformación. 

“Ahora hay una especie de guerra por ver quién difunde más rápido los temas de salud, que no necesariamente son los mejores [contenidos sobre salud, relacionados al COVID-19]”.

En ese sentido, comentó Sifuentes, hay otra especie de guerra que se libra en estos tiempos de pandemia, y que se asemeja a la carrera armamentista en época de la Guerra Fría: “La carrera por ver quién descubre y pone en marcha la vacuna contra el COVID-19 es similar a la carrera por el alunizaje”.

Así, para Olvera Peláez, esa avidez que como sociedad tenemos por encontrar soluciones a un tema tan coyuntural como la pandemia por el nuevo coronavirus, debe motivar a científicos, y divulgadores de ciencia, a compartir información confiable y de fácil acceso, pues los descubrimientos que se hacen sobre en torno al COVID-19, nos atañen a todos directamente. 

“La pandemia por COVID nos ha servido como un empujón para aprovechar todas estas herramientas que ya teníamos, que ya estaban allí, pero que no todos tomaban. Nos ha permitido también formar espacios virtuales, donde expertos de varias partes del mundo se pueden reunir, cosa que, con anterioridad, se complicaba enormemente”. 

La labor de “traducción” de los divulgadores científicos, fue recalcada, una vez más por los ponentes, pues en aspectos como la creación e implementación de políticas públicas resulta importante que tanto políticos como sociedad tengan bien clara la información que, en el caso del COVID-19, puede salvar vidas.

 

*Foto de portada: cottonbro | Pexels

 

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