Hay canciones que, sin importar su género, hacen que cualquiera se sienta cantante; esas que todos nos sabemos  aunque ni siquiera nos gusten, las que ya son clásicas del karaoke o de los after. 

Aquí en confianza, admitamos ¿quién no ha cantado a todo pulmón algo de Juan Gabriel o José José? Mejor aún, ¿quién no ha puesto el alma en interpretar La gata bajo la lluvia a altas horas de la madrugada? Nadie se salva.

Para esas reuniones en la que quieres poner música que le guste a todos, en esta playlist vas a encontrar desde la típica canción de gente ardida que ya no cree en el amor, hasta esa canción que, si la analizas tantito, realmente no está diciendo nada, pero uuuffff, qué buena es. Puro rolón.

Y bueno, son “berreos desde mi ronco pecho” porque, incluso para los que sí cantan bien, estas canciones son para darlo todo, para que escuchen los vecinos. 

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Pero primero hay que calentar la voz, por eso el orden va de la más tranqui a la más intensa, es decir, la última es la que necesita más sentimiento y emoción; aunque, claro, también pueden reproducirse en aleatorio y no pasa nada.

Además, como el idioma no es barrera para brillar en el escenario, incluí una que otra rolita en inglés para quien quiera wachu-wachearla. Aquí no se juzga la pronunciación. 

Ya sea que para una noche de karaoke (cuando acabe la pandemia) o simplemente para cantar porque sí, con esta selección todo mundo se va a ambientar. Y digo todo mundo, pero también admito mi sesgo centennial, así que si sienten que falta alguna, arróbenme. 

Para acabar les advierto: no pude dejar fuera a La planta, dispénsenme. 

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