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Así se cuidan de COVID-19 en territorio zapatista
¿Cómo protegen los zapatistas su territorio del coronavirus? Con un territorio difuso y extenso, el EZLN ha apostado por la prevención y la desmovilización física de los habitantes
Por Chiapas Paralelo @
07 de julio, 2020
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Orsetta Bellani

El doctor Luis Enrique Fernández Máximo se enteró de la alerta roja del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a través d*el Internet. Se alejó de la clínica autónoma zapatista de la comunidad de Las Tazas, donde colabora, y compró una ficha que permite conectarse a la red hasta en esta zona de la Selva Lacandona donde no hay señal. Desde que dejó Tlaxcala para trabajar con la organizacion no gubernamental Sadec (Salud y Desarrollo Comunitario) en esta comunidad, el joven doctor descubrió no sólo que le encantan la vida sencilla y los silencios nocturnos de la selva, sino que su real necesidad de conectarse al Internet es de un par de horas por semana.

Era el 16 de marzo de 2020 y en México había sólo 82 personas positivas al coronavirus. Luis Enrique Fernández leyó en su celular el comunicado del EZLN:

“Considerando la amenaza real, comprobada científicamente, para la vida humana que representa el contagio de covid19; considerando la frívola irresponsabilidad y la falta de seriedad de los malos gobiernos”, escribe el Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) – Comandancia General del EZLN.

“Considerando la falta de información veraz y oportuna sobre el alcance y gravedad del contagio, así como la ausencia de un plan real para enfrentar la amenaza. Considerando el compromiso zapatista en nuestra lucha por la vida. Hemos decidido: declarar la alerta roja en nuestros pueblos, comunidades, barrios y en todas las instancias organizativas zapatistas”.

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Al leer el comunicado, el joven doctor pensó que el EZLN lo iba a invitar a salir de su territorio. Así se hizo con los demás cuatro médicos y dos odontólogos de Sadec, que trabajan en cuatro comunidades de los municipios de Palenque y Ocosingo. Sin embargo, no fue así. Se permitió su permanencia para apoyar a la única “promotora de salud”, como se les dice a las y los zapatistas que curan con las plantas y con la medicina occidental.

COVID en comunidad zapatista

Aspectos de la CLinica Autónoma de los Pobres en la comunidad de Las Tazas / Foto: Isabel Mateos | Chiapas Paralelo

Cuando en 1994 se levantó en armas, el EZLN recuperó más de 150 mil hectáreas de tierra, donde construyó un sistema de gobierno, justicia, educación y salud totalmente autónomos del Estado; esto en regiones donde no llegaban maestros, doctores ni abogados. Lo hizo con el apoyo solidario de algunos colectivos y organizaciones nacionales e internacionales, como Sadec. Éste, desde 1995 colabora en la consulta médica en algunas comunidades autónomas y en cursos de formación para los promotores de salud, muchos de los cuales son a su vez formadores de sus propios colegas.

Joel Heredia, fundador de Sadec, dice que de ellos aprendió que la salud es mucho más que la ausencia de enfermedad; y tiene que ver con “la capacidad de sentirse con ánimo de despertar, caminar, reírse, ir a la milpa. Salud es que su corazón esté contento, que uno se sienta a gusto consigo mismo y los demás”.

Paralelamente a la declaración de alerta roja, el EZLN cerró los Caracoles y los Centros de Resistencias y Rebeldías; asimismo, los “centros administrativos” que son sedes de su gobierno y de las clínicas autónomas más grandes y equipadas. Los promotores de salud fueron capacitados sobre la prevención del covid-19; luego fueron enviados a sus propias comunidades, también a las más remotas, donde existen pequeñas casas de salud autónomas.

“Es un planteamiento claramente estratégico: no tener movilidad para impedir la difusión del virus y tener capacidad de atender estacionalmente, localmente, en cada punto donde hay un promotor de salud”, explica Joel Heredia. “Me sorprende que no hayan instalado un “Centro Covid autónomo”, para aislar a los casos sospechosos. Supongo que al hacer un cálculo frío de costos y beneficios asumieron que no valía la pena intentar atender en la parte asistencial; esto, dado el alto riesgo de contagio del personal de salud y se enfocaron a la acción preventiva comunitaria. Sin duda pusieron en la balanza que esto conlleva unos costos, pues no se están atendiendo personas con otras enfermedades”.

El elemento que complica esta estrategia es que el territorio bajo influencia del EZLN no está delimitado claramente; en él, los zapatistas conviven con los partidistas, y resulta muy difícil para las autoridades autónomas ejercer un control sanitario estricto.

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*Foto de portada: Niña zapatista durante el paro internacional de mujeres en el Caracol Tulan Kau / Foto: Isabel Mateos

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