Hay al menos seis personas en la Secretaría de la Función Pública (SFP) que tienen COVID-19, pero pese a los contagios en la dependencia, no se han tomado medidas sanitarias para evitar la propagación del virus.

Un grupo de trabajadores de la SFP, quien pidió el anonimato para evitar represalias, dijo en entrevista a LADO B que hay un brote de COVID-19 en las oficinas, principalmente en el tercer piso del Edificio Ejecutivo del Centro Integral de Servicios (CIS) de la capital poblana. De hecho, una de las trabajadoras de ese edificio falleció la semana pasada.

Los trabajadores señalan directamente a la titular, Laura Olivia Villaseñor Rosales, de no aplicar de manera pronta y efectiva medidas sanitarias. El personal ha laborado de manera regular desde el inicio de la contingencia, teniendo en ocasiones jornadas más largas de trabajo y sin un filtro sanitario que tome la temperatura, ni garantías protocolarias de sana distancia.

Desde el 8 de mayo, a tres semanas del inicio de la jornada nacional de sana distancia, trabajadores del gobierno del estado ya denunciaban falta de condiciones para evitar contagios. Y como publicó LADO B, al personal de contrato de la SFP lo obligaban a ir al Centro Expositor a realizar el armado de despensas.

También puedes leer: Piden trabajadores del gobierno del estado les permitan trabajar por guardias

Secretaria de la Función Pública, Laura Olivia Villaseñor / Foto: H. Congreso del Estado de Puebla

Aunque sí hay carteles anunciando las medidas de prevención dentro del CIS, el personal de la SFP que habló con LADO B explicó que no hay un control estricto. Además, uno de los principales problemas es que todos tienen que checar la entrada y salida en un reloj biométrico. Esto significa que todas las personas ponen su dedo o huella en un sensor, exponiéndose a que si alguien no limpió correctamente o no toma las medidas, pueda generar un contagio desde ahí.

Hasta el viernes 19 de junio, de hecho, no había tapetes sanitizantes, ni toma de temperatura al entrar, lo que preocupa a los denunciantes. Esto, aunado a que en la SFP se hacen trámites para la ciudadanía que no se han detenido durante la cuarentena, lo que hace que ingresen otras personas y haya más posibilidad de contagios.

Más grave aún consideran, es que los contactos directos de los compañeros que ya dieron positivo a COVID-19, ha seguido laborando dentro de las oficinas. 

“No vemos que hayan puesto medidas o les hagan la prueba de COVID. El temor es que esas personas que han estado en contacto más cercano, no sabemos si son asintomáticos, tienen el virus o cualquier cosa. Queremos seguridad para ellos y para nosotros”.

También puedes leer: Presionan a trabajadores para que “donen” parte de su salario; gobiernos rechazan señalamientos

Trabajadores de la SFP obligados a armar despensas en el centro expositor a principios de abril / Foto: Cortesía

Otra de las preocupaciones es que en la SFP hay personas que laboran en los tres edificios (Ejecutivo, Norte y Sur), por lo que el contagio podría extenderse. 

“Desde que empezó la cuarentena se les dio permiso a sindicalizados, de base y problemas fuertes relacionados a su salud. Hay muchos compañeros que son diabéticos, otros que han sufrido de hipertensión. A algunos se les dio el permiso (de incapacidad), pero ahora también ahora por eso las cargas laborales son más largas para los que nos quedamos”.

Si bien las jornadas deben ser de ocho horas, algunos están 12 horas, entran a las nueve de la mañana y se van a las nueve o diez de la noche.

Hasta ahora no hay una respuesta concreta de las autoridades a las preocupaciones del personal de la SFP, aunque ya se las han hecho saber. 

“Nos han dicho que van a pedir que sanitizen más, más gel, pero nada más”.

Suscríbase al boletín COVID-19 de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.

* Foto de portada: Secretaría de la Función Pública