Ilustración Gogo Ortiz

Dice Joaquín Sabina en una de sus canciones que “no hay peor nostalgia que añorar lo que nunca sucedió”. Y de eso va la playlist. De nostalgia y melancolía. De canciones tristes. De rolitas para el bajón. No, no son darks, tampoco se le parecen. No es de nosferatus, ni de seres de la noche. Es más bien para envenenarse de azules con un poco de pop.

Es del sonido Donosti de los 90s y los primeros dosmiles, de grupos como Le Mans y Mus; es también de los ingleses de The Smiths, los escoceses de Belle & Sebastian y los estadunidenses de The Postal Services; es también muchos de los grupos que encontraron cabida en la disquera española Elefant Records: Niza, Nosoträsh, Entre Ríos. Es Family y su “Viaje a los sueños polares”; es el primer Columpio Asesino y el Leonard Cohen más azul.

Es, pues, una playlist para envenenarse de azules. Para la nostalgia de añorar lo que nunca sucedió.