Les confieso que llevo algunos días con un cansancio permanente. O no sé si es desgano. Me levanto y hago lo que tengo que hacer pero pensando en que no quiero hacerlo, que no tengo ganas, que ojalá pudiera volver a la cama y dormir, o ver alguna serie de esas tontas. Pero sigo.
Y así hemos seguido muchas, cada una desde nuestra situación particular, nuestros privilegios y posibilidades. Pero el cansancio que atravesamos es lo más democrático de estos días. Entre la carga mental y la doble jornada -o triple, porque bien me decía una amiga que ahora hasta maestras hay que ser- andamos al borde.
“El trabajo se duplica y se triplica. Si antes tal vez iba y dejaba a mis hijos en la escuela y me daba tiempo para tener un ratito sola, ahora ya no se puede, es una carga pesada”, cuenta Arhemy. Este y otros testimonios están recogidos en la nota de Ivonne Olvera, para la cual también habló con Natalí Hernández, psicóloga y activista, quien nos ayudó a ponerle nombres a los sentimientos.
¿Les suenan?
Hace unos años en un taller, un periodista colombiano nos contaba que la madre de un joven desaparecido le hacía todos los días de comer y le servía su plato, que se quedaba intacto frente a su silla vacía. Para esta señora, la idea de que su hijo no tuviera qué comer la atormentó hasta que el joven fue liberado por las FARC y regresó a casa.
De la misma manera, miles de mujeres en este país que se traga personas le siguen cocinando a sus familiares desaparecidos, y en este Recetario para la Memoria comparten sus recetas: Artemisa, Misa como le dicen, explica cómo hacer las gorditas con verduras que le gustaban a su hijo Joan Manuel Vega Escalante desaparecido en 2014; y Violeta dice cómo preparar el ceviche de camarón que hacía para su hija Miriam Yisel Ríos Maldonado, desaparecida cuando tenía 23 años.
Sobre la desaparición de mujeres, adolescentes y niñas, el Consejo Ciudadano de Puebla presenta un informe este jueves. No es un problema menor, a nivel nacional el estado ocupa el 5o lugar por el número de casos. La presentación será por el FB Live desde la página del Consejo y seguramente para el medio día ya tendremos la información publicada en LADO B.
Otro asunto igual de importante que no debemos perder de vista es el retraso del gobierno federal en la entrega de fondosa las Casas de Mujeres Indígenas (CAMI) en todo el país, pues con ello afecta a cientos de usuarias en el estado de Puebla.
Por ejemplo en la CAMI de Cuetzalan atienden alrededor de 250 mujeres indígenas cada año con servicios como traducciones, asesorías en materia de salud o violencia de género. Sería muy grave que so pretexto de la pandemia la entrega de fondos sea cancelada este año.
Y bueno, como no me gusta dejarlas con el amargo en la boca, les tengo dos recomendaciones:
La primera es el trabajo de Maremoto, una ilustradora chilanga que se define como “feminasty, y encima de eso, queer”.
La segunda es esta rola de Rocío Pérez Silva, donde aparece mi amiga Lu, ya saben la que está bien loca y hermosa. (Mi parte favorita está en el minuto 2:33)
¡¡Escríbanme al menos para que no sienta que hablo sola!!
Besotes
Mely Arellano (@melyarel)
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