Puebla llegó al fin a de la Jornada Nacional de Sana Distancia con un promedio diario de 14 decesos y 130 contagios por COVID-19 en la última semana y con pico de 197 contagios el pasado viernes. Y los cálculos estadísticos del gobierno federal estiman que Puebla se mantendrá en la cresta aún esta semana.

El pasado viernes, en su rueda de prensa diaria el gobernador Miguel Barbosa dijo: “de acuerdo con los cálculos que la Federación tiene para Puebla, el contagio más alto fue de ayer (28 de mayo) [y continuará] al 2 de junio [..] después empezará a haber un descenso, y el más bajo será hasta agosto”.

Y las cifras del sitio que el Conacyt habilitó para el seguimiento de datos y proyección de incidencia confirman lo anterior: Puebla está en la ola de la cresta.

Y serán ahora los gobiernos estatales, con el respaldo del gobierno federal y basados en el semáforo epidemiológico, los que definan las estrategias a seguir, así lo dijo el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell en su rueda de prensa vespertina de ayer.

“Mañana 1 de junio no es regresar a la normalidad, no es abrir libremente todas las actividades sociales, económicas, sociales y desde luego las educativas. No lo es”. 

“A partir de mañana, las entidades federativas, sus gobiernos quienes son autoridades sanitarias de carácter estatal, tomarán en su manos las disposiciones que ayuden a reducir los contagios”.

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Desde la semana pasada el gobierno de Miguel Barbosa definió que para Puebla el regreso a las actividades será paulatino y comenzará hasta el 15 de junio próximo, pero que de momento no hay condiciones para la reactivación de las actividades la industria automotriz y de la construcción.

Señaló también que el anuncio de la Federación en materia sanitaria, como el relacionado al término de la Jornada Nacional de Sana Distancia el 31 de mayo, ha provocado un desbordamiento y movilización en Puebla, que se reflejará con mayor presencia el 1 de junio.

Adelantó que ello provocará que la entidad enfrente una situación complicada por la intención y presión de empresas y negocios de regresar a las actividades, y que en caso de que eso suceda habrá inspecciones e incluso la posibilidad de clausura a quien no respete los decretos que emitió su gobierno para hacerle frente a la pandemia.