Lado B
Crónicas galas de una pandemia anunciada: nuevas realidades
En Francia, pese a la anhelada libertad alcanzada este lunes y de que al fin se puede pasear por las calles, lo cierto es que las cosas jamás serán iguales
Por Alonso Pérez Fragua @fraguando
13 de mayo, 2020
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Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Manu, el presidente galo, nos dio permiso de regresar progresivamente a la “normalidad” a partir de este 11 de mayo. Sin embargo, nada es permanente. Cada departamento administrativo estará clasificado en uno de tres colores, rojo, amarillo y verde, esto de acuerdo al número de camas de hospital disponibles con respecto al número de personas contagiadas. Si los contagios aumentan, un departamento verde, por ejemplo, puede pasar a rojo. A pesar de esta anhelada libertad alcanzada este lunes y la posibilidad de, al fin, hacer cita con el peluquero y pasear por las calles sin la obligación de llenar certificados de tránsito, lo cierto es que las cosas jamás serán iguales. 

No es dramatismo. Ya se ven, ya se sienten, las nuevas realidades ya están presentes.

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Crónicas galas de una pandemia anunciada: nuevas realidades

Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Distanciamiento social, le dicen unxs, #SusanaDistancia la han bautizado otrxs. Sin importar el nombre, una de las nuevas realidades que se imponen desde ahora implica aguantar las ganas de abrazar a todas aquellas personas que no viven bajo nuestro mismo techo.

Aunque Marjorie no es el prototipo de la europea glacial, lo cierto es que desde antes de todo esto ya consideraba que su espacio vital tenía un radio de dos metros alrededor suyo, por lo que el respetar esta nueva realidad no le será tan difícil. Para Malinali, nuestra hija de 3 años y medio, las cosas son distintas.

El tercer domingo de la cuarentena salimos a pasear con ella dentro de la zona de un kilómetro que tenemos permitido. Fue nuestro primer paseo en familia bajo estas circunstancias extrañas y también la primera vez que Mali interactuó con otros jefes de tribu de su edad. Se trataba de Louise, compañera del grado superior, quien paseaba con su mamá. Mientras los adultos platicábamos, las niñas jugaban a “Simón dice”: Simón dice, a saltar en un pie, cada quien de su lado de la banqueta, Simón dice, corran en círculos alrededor de sus respectivas mamás, Simón dice, Louise imita los movimientos de Mali a dos metros de distancia. 

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Desde aquella ocasión, el aprendizaje ha sido rápido. Mali sabe ya que por “la enfermedad” no puede tocar a sus amigues y que los juegos se tendrán que hacer de lejos por un rato. Hace unos días, al ver a Gabryel, se lanzó tras de él al instante, corre que te atrapo Gaby, anda, corre: atrapado pero muy de lejos, cantó finalmente cuando consideró que había conquistado con éxito el espacio vital de su amigo. 

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“Mira Abuela-Francia, mi nuevo cubreboca” / Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

El verano francés no tendrá festivales este año. Las concentraciones masivas seguirán prohibidas por un tiempo. Máximo 10 personas a la vez, ya sea en espacio público o privado, nos dijo Edouard Philippe al leernos las reglas de lo que vendrá. 

Las escuelas, sin embargo, abrirán sus puertas a partir de la siguiente semana. No todas. Será decisión de cada ciudad y plantel. Aunque el kinder de Mali reiniciará actividades el 11 de mayo, hemos decidido, al que igual que muchas familias, que nuestro regreso a clases sucederá hasta septiembre. 

Nuestra razón es sencilla y la expresa muy bien una petición de Change.org: “es imposible explicarles a los niños pequeños que se deben quedar a metro y medio de sus compañeros para jugar y que no se pueden tocar”. Se lo dijo el Consejo científico a Manu pero no hizo caso. No creemos que las firmas de apenas unos cientos de miles de franceses le hagan cambiar de opinión. 

La paciencia se nos agota, pero al final preferimos que nuestra hija siga siendo alumna de la Escuela doméstica “Mártires del 12 de marzo” unos meses más. Un nuevo plan de estudios será necesario, acorde a las nuevas realidades. La clase de Psicomotricidad abordará la manera adecuada de esquivar a toda persona desconocida que se abalance sobre nosotros, sin cubreboca, para comentarnos el bonito vestido que traemos hoy. En Matemáticas nos aseguraremos de saber contar hasta 10 para alejarnos de grupos que superen esta cifra. En Música empezaremos a componer una canción dedicada a Susana Distancia. En Vocabulario, reforzaremos aquellas palabras, conceptos y neologismos útiles en caso de una próxima cuarentena: “certificado de tránsito”, “video-conferencia”, “aperitivo virtual”, “aplanar la curva”

En lugar de iluminar escenas propias del mundo A.C (antes de coronavirus) donde la gente se estrecha la mano o se abraza y besa sin pudor, usaremos nuestros talentos artísticos para decorar nuestros cubrebocas. 

Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Honor a quien honor merece. Se podrán echar pestes sobre el bicho este, pero nadie discute su papel como reformador de paradigmas. Sí, la pandemia del VIH cambió para nuestra generación todo lo relativo a los encuentros sexuales, sobre todo si los comparamos con esa imagen estereotípica de la sexualidad en las décadas del 60 y 70. Sin embargo, más allá de algunas parejas que se hacían la prueba ELISA al inicio de su relación (o los miembros de la industria de cine para adultos), la verdad es que, si esto fuera una competencia de virus, coronita se lleva de calle a cualquier otro bicho. 

Dicho de otro modo, el VIH impuso el condón, coronita el cubrebocas, el gel antibacterial, la educación a distancia, y las reuniones de trabajo, personales o familiares por Zoom, Jitsi Meet, anexas y similares: las nuevas realidades.

Marjorie y Alonso viven en Nîmes, Francia, en la región administrativa de Occitania. Desde el 12 de marzo viven en el continente que la OMS considera el “epicentro de la pandemia mundial”. Encerrados en casa con su hija de 3 años, buscan combatir sus impulsos suicidas a través de estas crónicas.

*Foto de portada: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

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Autor Lado B
Alonso Pérez Fragua
Alonso Pérez Fragua es periodista, gestor cultural y eterno aprendiz de las cosas del arte y del mundo. Actualmente realiza estudios de maestría en Estudios Culturales por la Universidad Paul Valéry, de Montpellier; su tesis tiene a Netflix y a las tecnologías digitales como objetos de estudio. En México cursó una maestría en Comunicación y Medios Digitales, y una especialidad en Políticas Públicas y Gestión Cultural. Melómano, bibliógafo, cinéfilo, maratonista de series, wikipedista y un poco neurótico. Lo encuentras en Twitter e Instagram como @fraguando.
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