Ilustración: Juanito
Eric Sandoval | ZonaDocs
Rosario Anaya Corona, Licenciada en Biología y Maestra en Desarrollo Local y Territorial, ha trabajado durante más de 25 años en comunidades indígenas, desarrollando alternativas ambientales como la agroecología. Rosario, quien forma parte del colectivo Festival de la Tierra, menciona que la “agroecología”, es volver a las raíces de la agricultura; sin embargo, el término parece ser adaptado a un mundo donde los alimentos que llegan a la mesa de las familias, están plagados de químicos, representando un peligro para la salud humana y de la misma Tierra.
A pesar de los monopolios agroquímicos, Rosario menciona que la agroecología o agricultura orgánica, ha ganado terreno frente a la adversidad, y nos explica en esta entrevista para ZonaDocs, cómo podemos poner práctica esta alternativa ecológica desde nuestras casas.
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¿Cómo explicarle a una persona que nunca ha escuchado el término “agroecología”, su significado?
En la voz de los campesinos, el término más utilizado es la agricultura orgánica. Tiene que ver con el hecho de no utilizar agroquímicos en la siembra. No utiliza agroquímicos, pero además, se rescatan los saberes de los campesinos, para que ellos sean quienes elaboren los insumos necesarios para cultivar algún producto. Los campesinos siempre han tenido conocimientos de manera ancestral, de cómo cultivar. La agricultura orgánica, tiene que ver con ese rescate, de esos saberes, y algunas técnicas alternativas que se han ido incorporando, pensando en que no estén contaminados por un químico que pueda afectar la salud de la gente.
Foto: Comunicación Social Universidad de Guadalajara
¿Cuál es el papel de la agroecología como técnica y como movimiento social?
La agroecología tiene que ver con el reconocimiento de la dinámica de la vida misma. Las técnicas agroecológicas nacen de la observación de cómo actúa la naturaleza por sí misma. Una composta tiene que ver con esa descomposición de plantas, vegetales, frutos, que se incorporan a la tierra y forman la parte viva de la tierra. Es un armar y desarmar permanente. En esa lógica se basa la agroecología.
Por otro lado, tiene que ver con estos saberes que los campesinos tienen desde hace muchos años, y cuando se habla de esta conjugación, se habla de la ruptura de la dependencia. De ahí es que sea la base la agroecología de los movimientos sociales y de las nuevas estructuras de las nuevas economías, porque tiene que ver con la ruptura de los monopolios, de la concentración de insumos para el campo.
¿Por “monopolios”, te refieres a monopolios de la agroquímica?
Sí. Se sabe que a nivel mundial, Monsanto, que es una empresa trasnacional, pero tiene su sede en Estados Unidos, producen alrededor del 60% a nivel mundial de los insumos del campo. Una de las cosas que ellos producen, son los transgénicos, que tiene que ver con patentar la vida.
¿Cuál es el porcentaje de la agroecología frente a la agroquímica en México?
La agroecología ha ganado un terreno impresionante en esta producción. El 70% de los alimentos que llegan a una mesa, están producidos por los pequeños productores, y actualmente en México, estos son los que han ido incorporando la agroquímica desde la visión de los movimientos sociales. Muchos pequeños y medianos propietarios ya se están incorporando. Medianos, estamos hablando de 60 o 70 hectáreas (de siembra).
*Ilustración de portada: Juanito
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