Lado B
Agathos Vay: gatitos tiernos que venden su alma por tacos de barbacoa
Andy y Johnny no tienen gatos pero publican cómics sobre ellos. Los mininos de Agathos Vay son una mezcla entre apariencia inofensiva y acciones malvadas
Por Majo Andrade @MajoAg23
02 de abril, 2020
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Foto: Marlene Martínez

María José Andrade Gabiño

@MajoAg23

Andy y Johnny no tienen gatos. Planean tener muchos cuando vivan juntos, pero por ahora solo se dedican a dibujarlos y publicar cómics sobre ellos en su popular página de Facebook “Agathos Vay”, que después de dos años de estar activa ya tiene más de 50 mil likes y donde han subastado dibujos originales a más de 2 mil pesos –han donado cierto porcentaje a refugios para gatos–. 

Al preguntarles el por qué dibujan gatos y no otros animales, en entrevista para LADO B, los dos se han reído y han respondido que “los aman” y no saben muy bien la razón. Sin embargo, no es difícil imaginarlo viendo las viñetas que publican: los mininos son la mezcla perfecta entre una apariencia inofensiva, incluso tierna, y acciones malvadas, que dan pie a muchas situaciones graciosas. 

Humor y dibujos gatunos

Tanto Andrea como Jonathan parecen ser un poco así, como los gatos; son tímidos y nos han querido compartir la pasión que sienten por su proyecto de ilustración, en el que persiste un humor negro, una malicia simpática que se cuela en sus viñetas sobre gatos que no tienen temor a las fuerzas demoníacas –como el personaje de Henrietta– o que asesinan humanos por diversión –como el personaje de Gatito–. 

“Y eso que nos hemos contenido”, dice Johnny cuando los hemos cuestionado al respecto; Andy admite que ella es la del humor “más pesadito”, aunque en apariencia es la más callada de los dos. 

Los dos, Andrea Gutiérrez y Jonathan Herrera, son ilustradores; desde muy pequeños dibujan y siempre se quisieron dedicar a ello. Incluso cuentan que así es como inició su relación, se interesaron por los trabajos de ilustración que hacía cada uno y terminaron siendo novios. 

Unidos por el dibujo, el humor ácido –que creen que en parte es resultado de ver Los Simpson desde muy temprana edad– y el interés por el manga y el anime –que aunque les encantan e inspiran no quieren hacer nada parecido–, también es como nació Agathos Vay. “Todo era un juego entre nosotros”, en el que fantaseaban cosas graciosas que les pasarían si fueran gatos; si les pasaba algo en realidad chistoso lo recreaban platicando y volviéndose personajes felinos.

Eventualmente comenzaron a inventar más cosas preguntándose qué pasaría si los mininos pudieran hablar y tener pulgares oponibles como los humanos, si convivieran las dos especies socialmente.

Pasaron cerca de 10 años haciendo esos ejercicios imaginativos y crearon todo un universo de gatos que siempre tuvieron la cosquilla de dibujar y publicar. Así, fue hasta finales de 2017 cuando decidieron que sus historias tenían que ser vistas por los demás.

“Prácticamente así empezó, un día dijimos: ‘Vamos a hacerlo. Ya tenemos muchas cosas pensadas. Vamos a empezar, aunque sea con las tiras’”, cuenta Johnny. De esta manera, las tiras se volvieron para ellos una forma de darse a conocer y dar unas primeras líneas argumentativas de los personajes. Ahora también están produciendo la novela gráfica completa de Agathos Vay.

Foto: Marlene Martínez

Mantener un proyecto entre dos

Las primeras publicaciones de sus viñetas fueron en febrero de 2018. Andy cuenta que ella no tenía mucha fe en el proyecto; nunca creyó que a la gente le fuera a interesar tanto su pasatiempo extraño de imaginar mininos. Jonathan, en cambio, sí creía que tendrían éxito, pues le parecía muy original, algo que nadie más estaba haciendo; no obstante, nunca imaginó la magnitud de la respuesta.

Las reacciones llegaron poco a poco, primero con unos 300 likes por publicación, después 700, hasta que rebasaron los mil y ahora parece que el reconocimiento de su trabajo no baja de ahí; algunas de las tiras se han vuelto virales. Luego comenzaron a elaborar mercancía para vender por internet y en eventos a los que los invitan: stickers, botones, tazas, libretas, libros recopilatorios de las tiras, etc., de donde han sacado la mayoría de su recursos para producir la historia original que quieren publicar. 

Durante el Inktober pasado hicieron dibujos análogos casi diario, de los cuales nuestros favoritos son “Chaka” –la reinterpretación gatuna de San Judas Tadeo y uno de sus devotos–, el “Ritual gatánico” y “Gathuluh” –reinterpretación de la criatura de Lovecraft–. Después los subastaron, alcanzando –con algunos– ofrecimientos por más de 2 mil pesos. La mitad de lo recaudado lo donaron a un albergue de gatos de la ciudad de Puebla.

Sin embargo, a pesar de la gran popularidad que Agathos Vay ha alcanzado, Andy y Johnny –Sra. Gig y Sr. Kik, como firman sus ilustraciones y se llaman sus alter egos gatunos– cuentan que no todo ha sido fácil. Primero tuvieron que encontrar, entre prueba y error, un estilo que les gustara del todo. Por un lado, él quería hacerlo lo más realista y detallado posible, mientras que a ella le parecía que lo más importante eran las bromas y la interacción de los personajes. 

Asimismo, a veces se sentían presionados por publicar algo mientras los fans iban creciendo, pues estos exigían nuevas tiras que continuaran con las historias y las bromas de los personajes como Piyi, Henrietta o Gatito. Por lo que hacían la digitalización cada vez más rápido, olvidando cierta calidad que ellos hubieran preferido, quedándose así por un tiempo sin ideas, como si todo el universo que habían pensado se les viniera abajo. 

Al final, decidieron no ceder ante la presión y aceptaron muchos errores que tuvieron. Así, pudieron unificar sus estilos y darle cierta preferencia a las interacciones de los personajes y no tanto a la ilustración –inspirándose en otros trabajos de cómic como el de The Perry Bible Fellowship–.

Tras esa decisión redibujaron muchas de las tiras –especialmente las primeras– para mejorar la calidad del dibujo y poder recopilarlas en el volumen Agathos Vay – Land of cats. Año 1, autoeditado y autopublicado (con recursos obtenidos de vender mercancía de sus personajes), que presentaron en la convención de cómics “La Mole” de 2019, y que siguen vendiendo en su página web. Ahora, están trabajando en el recopilatorio del Año 2, para el que hicieron una campaña de recaudación de fondos en Kickstarter (y en la que rebasaron por mucho su meta); esperan que en mayo esté listo para salir a la venta. 

El gran proyecto: la novela gráfica

Como Andy y Johnny han expresado en diferentes momentos, Agathos Vay no es solo las tiras que ya han publicado en redes, sino que es en realidad un proyecto, mucho más grande y ambicioso, sobre un universo de gatos conviviendo con humanos que esperan volcar en una novela gráfica. 

Hasta ahora, por medio de las viñetas que han publicado, han dado a conocer a la familia de gatos protagonista, compuesta por: Henrietta –de color azul gris, que no quiso renunciar a satanás porque no le quisieron dar pastel a cambio–, Piyi –blanco con ojos rojos y un moño del mismo color; gatito que vendió su alma a cambio de tacos de barbacoa– y Gatito –pequeño, blanco y azul gris, que es 90% odio y está destinado a ser un dictador–. De las iniciales de los apellidos de estos mininos, Gatle Germi, ha salido el nombre del alter ego gatuno de Andy: la Sra. Gig.

Ilustración: Agathos Vay

Ilustración: Agathos Vay

Y la familia humana, compuesta por: Katze –que controla la venta de helados en la ciudad Pardo (donde todo sucede)–, Renata –que es policía– y Niño –quien no recibe mucha atención de sus padres y es muy inocente–. De las iniciales de los apellidos de ellos, Katze Koshka, ha salido el nombre del alter ego gatuno de Johnny: el Sr. Kik. 

Aunque no tienen una fecha para la publicación de esa gran historia, en entrevista nos contaron algunos detalles –muy pocos, para nuestro gusto–: Ciudad Pardo se encuentra en el país de Mistlán, un México alterno en el que no hubo conquista española y hay tanto edificios modernos como pirámides, y donde obviamente los gatos hablan y llevan una vida similar a la de los humanos. Y, por lo que sabemos, “Agathos Vay” –una mezcla de griego y maya que significa espíritu protector– es un cerro con forma de cabeza de gato a las orillas de la ciudad que presencia las aventuras. 

La trama gira en torno a monopolios de comida que hay en el país, a los que se oponen mafias que hacen que los alimentos se distribuyan de otras maneras. Aunque Andy y Johnny no nos quisieron spoilear más, creemos que Henrietta tratará de quitarle el control de los helados a Katze, mientras Gatito será amigo y mala influencia de Niño.

***

Si quieres ver de cerca Agathos Vay, puedes seguir la página de Facebook o el Instagram. También puedes comprar mercancía online aquí (aunque los creadores han advertido que por motivo del aislamiento por COVID-19 los pedidos tardarán más tiempo en ser entregados) o apoyarlos económicamente a cambio de contenido exclusivo en Patreon.

También te contamos que la galería de ilustraciones de esta semana la hemos dedicado a Agathos Vay y puedes verla aquí

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Autor Lado B
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