“Los alimentos están disgregados: hay que ir a varios lugares para encontrar todo lo que se necesita”, describió a IPS la jubilada Rita Lina Pintado, sobre el principal obstáculo que enfrenta para completar su canasta de productos a precios subsidiados entregada cada mes por el Estado.
“Algunos productos están casi siempre disponibles, la dificultad está en el precio, otros fluctúan: a veces se estabilizan y otras desaparecen. El problema está en la inestabilidad de la oferta”, continuó esta consumidora que se autocalifica como casi de “la cuarta edad” y que vive en el municipio de Plaza de la Revolución, uno de los 15 que conforman La Habana.
La oferta reducida e inestable limita desde hace décadas el acceso a los alimentos en Cuba, que importa entre 1800 y 2000 millones de dólares anuales de comida, pero ese problema se agudizó este año debido a las fuertes sanciones de Estados Unidos al país caribeño y su aliado Venezuela.
Con una cuota básica por persona compuesta fundamentalmente por arroz, frijoles, azúcar, sal, café, algo de carne y huevos, la cartilla de racionamiento sostiene las necesidades de un tercio del mes de las familias mientras el resto deben adquirirlo en tiendas en divisas y mercados agropecuarios de libre oferta.
Economistas calculan que se requiere un salario medio de 2800 pesos (equivalentes a 112 dólares) mensuales solo para atender las necesidades alimenticias, en este país insular caribeño de 11,2 millones de habitantes donde el salario promedio estatal equivalía a 30 dólares al cierre de 2018.
Se prevé que durante este año haya un incremento en los sueldos por el alza salarial realizada en julio al sector presupuestado (estatal), pero que quedará muy rezagado, en cualquier caso, respecto a la proyección de los economistas para satisfacer la canasta alimentaria.
Justo en la búsqueda para completar el resto del mes, los consumidores enfrentan las dificultades en el acceso a los alimentos, sobre todo de aquellos propios de una dieta saludable, que es la meta remarcada por especialistas y organismos internacionales este miércoles 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación.
Mientras persiste la lucha por el hambre cero en el mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) resaltan la alimentación sana, que representa otros esfuerzos para los países y revisar sus sistemas y políticas agroalimentarias por la calidad nutricional.
Estos temas y el apoyo a la producción local de alimentos por la elevada dependencia externa y para mejorar el acceso destacan en la Jornada Nacional de Celebración en Cuba, un amplio programa de actividades, sobre todo comunitarias, organizado por la fecha entre entidades cubanas y FAO y PMA, que comenzó el 2 de octubre y culmina el sábado 19.
“Siempre tengo que desplazarme fuera de mi municipio, hacia los grandes centros comerciales, para poder conseguir la comida”, compartió Zoe Díaz, que es vecina de otro municipio habanero, el de Diez de Octubre, al poner al desnudo las brechas entre los lugares más céntricos respecto a los periféricos.
*Foto de portada: Jorge Luis Baños/ IPS