Lado B
Rebeca Lane le canta a guerreras en Puebla
Amigas y desconocidas se han reunido para cantar y bailar las letras de Rebeca Lane, la rapera guatemalteca, en Foro Karuzo
Por Majo Andrade @MajoAg23
24 de septiembre, 2019
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Foto: Marlene Martínez

María José Andrade Gabiño

@MajoAg23

No le canto a cualquiera

Le canto a mis lobas, le canto a guerreras

[Obsidiana – Rebeca Lane]

Amigas y desconocidas; fans del rap, de la música urbana, de la música independiente que enuncia problemas sociales y con la que se pueden identificar; estas son las más de cien mujeres –y algunos hombres– que se han reunido para cantar y bailar las letras de Rebeca Lane, la rapera guatemalteca, en Foro Karuzo.

El rap no es elitista

Atraída por las características de la música urbana, que sale de las calles y no discrimina al que escucha, Rebeca Lane comenzó a hacer rap en el 2012 en la ciudad de Guatemala. Ella había estudiado Sociología en la Universidad de San Carlos, pero toda su vida había estado envuelta en una cultura musical gracias a sus padres, melómanos aficionados. 

Aunque la sociología le gustaba como una herramienta para interpretar la realidad, para ella la Academia regresa el conocimiento de forma elitista: no es para todos ni todas, solo para aquellos a quienes sus contextos les permiten tener acceso a cierta instrucción formal. Rebeca se dio cuenta que no podía devolver a la sociedad el conocimiento que le otorgaba. . 

Así comenzó a buscar formas en que la información y lo que ella quería decir fueran más digeribles, que le hablaran a la mayoría de las personas. Consiguió pertenecer a un instituto de ciencias sociales, se volvió activista, y ahí hizo radio y teatro. Poco a poco, sobre todo en el contexto radiofónico y en la convivencia con la gente, se iba acercando a la cultura del hip hop. 

La poesía también fue un elemento que la acercó a la música. En sus primeros experimentos al hacer poemas se decía: “es que yo no quiero que la gente los lea, yo quiero que la gente los escuche”, y así nos cuenta en entrevista a Lado B, pues ella notaba cierta musicalidad en lo que escribía. Aunque no fue hasta 2012 que se animó a convertir su lírica en rap, desde 2008 publicaba sus escritos en el blog Mujeres de bolsa grande y zapatos bajos, lugar donde alcanzó cierta popularidad, bajo el seudónimo Miss Penny Lane.

Ella cree que no fue una elección de gusto el hip hop, sino que era lo que más estaba cerca a su contexto. Esta cultura urbana se desarrolló en los barrios pobres de la ciudad de Guatemala en la primera década de los 2000 y después invadió toda la ciudad, incluido el centro que es donde ella vivía. Rebeca cree que esto se debe a un rápido desarrollo de los canales de expresión política desde el arte, que en Guatemala estuvieron reprimidos durante más de treinta años por la Guerra Civil y, por ello, se volvieron necesarios para la recuperación social tras tanta violencia.

“Pienso que el hip hop es una cultura que tiene mucho más que un solo género musical. Tiene una filosofía, tiene una cierta forma de organizarse, tiene elementos artísticos, políticos, culturales […] Cuando mi generación de jóvenes activistas nos empezamos a encontrar con el rap político creo que encontramos precisamente lo que queríamos decir en un lenguaje musical”, explica la rapera.

En la cultura del hip hop, Rebeca encontró la forma ideal para expresarse en sintonía con sus ideales de activismo, donde cabe la denuncia y la expresión del yo: “La poesía y el rap me han permitido hablar en primera persona: ‘yo –mestiza, centroamericana, citadina– observo, veo y siento esto’. Me ha permitido hablar desde mí. Eso es muy importante cuando las voces nuestras se quieren anular”.

Enunciar desde el ser mujer

 

no soy puta ni soy santa, soy lo que me da la gana 

aspiro a ser tratada como humana, es lo mínimo 

de este delirio colectivo me emancipo, yo abdico

[Mujer Lunar – Rebeca Lane] 

Las canciones de Rebeca Lane comenzaron a ser famosas rápidamente. Para 2013 ya había sacado su EP Canto y comenzó a viajar a diferentes países, como México, a participar en festivales. 

Desde las primeras producciones enunciaba sus canciones desde la perspectiva de ser mujer, burlándose de los mandatos que dictan lo que debe ser/hacer una “buena” mujer, y pronunciándose a favor de la libertad, así como de la lucha para llegar a esta. Evidentemente era feminista. 

Para la rapera el feminismo llegó a su vida siendo una teoría que explicaba la desigualdad a raíz del sexo y el género que pone en desventaja a las mujeres, basada en libros de mujeres europeas blancas. Pero poco a poco, Rebeca comenzó a darse cuenta que había muchas mujeres que, sin saber sobre el feminismo, tenían prácticas emancipadoras.

“Creo que a través de la música quiero esa exploración de feminismos más populares, de valorar y resaltar todas esas cosas que, normalmente, si una está muy occidentalizada, no aprecia. […] Entonces yo creo que a través de la música el gran reto para mí es cómo transformar este cuerpo teórico que conocemos como feminismo en un lenguaje popular, que además trascienda el lenguaje mismo. O sea, que sea una sensación, una energía, que sea una experiencia compartida, y que no sea como leer un libro”, nos comparte Rebeca.

Considera que al final la palabra “feminismo” es lo de menos, que lo que ella y muchas otras mujeres hacen es posicionarse ante el mundo que las violenta para poder articularse con otras, buscando la sobrevivencia.

En esta articulación, el rap de Rebeca atrajo a un público específico de mujeres simpatizantes con los feminismos, que siguen siendo la mayoría de sus seguidoras. Sin embargo, ella aclara que “no quiero hacer música para que las mujeres la consuman. Yo quiero hacer música sensible que hable de mí misma” y si eso hace que las mujeres se identifiquen y empaticen, es un privilegio, pero no quiere explotarlas como un nicho de mercado, perpetuando una violencia capitalista.

A pesar de la popularidad que la rapera adquirió al pronunciarse como mujer luchadora por sus derechos y los de las demás, también le atrajo discriminación en el mundo de la música y el hip hop.

Foto: Marlene Martínez

Tu cuerpo es moneda de cambio

 

No me pasan en la radio

No les voy a pagar

Si el honor es suyo, no me voy a rebajar

No me invitan a sus fiestas ni a sus festivales

Pero me ponen fuerte en las marchas, en las calles

[Obsidiana – Rebeca Lane]

El hip hop y todos los géneros musicales que salen de él es una cultura altamente masculinizada, por eso Rebeca Lane, como muchas otras mujeres, se enfrenta a una continua invisibilización de su trabajo. 

Al principio, dice Rebeca, otros raperos u hombres dentro del mundo de la música le abrían las puertas para aparentar ser inclusivos con las mujeres y para tratar de sacar provecho de ella, en lo sexual y como objeto decorativo: “siempre esperan que tu cuerpo sea moneda de cambio”. Pero cuando se dieron cuenta que ella estaba cuestionando el machismo y eso le abría puertas internacionalmente, comenzaron a rechazarla: “lo que ella hace es otra cosa. Ella hace rap feminista y por eso no es hip hop”.

Aunque ella siguió haciendo música, a pesar del menosprecio por ser feminista, y ha ganado cierta posición en el mundo del hip hop, la rapera dice que, como en todos los ámbitos en los que participan las mujeres, ella siente un continuo cuestionamiento y presión sobre sus capacidades. Si hace buen rap, “sos buena para ser mujer”, y si tiene fallas técnicas, también es por ser mujer; “pero a ellos nunca se lo adjudican a su masculinidad”, denuncia Rebeca. 

Para promover el rap de mujeres en América Latina, Rebeca creó el colectivo Somos Guerreras junto con la mexicana Audry Funk y la costarricense Nakury. Su objetivo es que las mujeres en la música salgan de las prácticas de competencia, que se abran espacios, se valoren, escuchen y enseñen entre ellas. 

“Definitivamente muchas de nosotras no podríamos sin el apoyo de las mujeres”, declara la rapera guatemalteca.

***

En el Foro Karuzo –luego de que en hace cuatro años Rebeca Lane visitara Puebla en una pequeña pulquería con muy pocos asistentes–, 130 mujeres y hombres cantaban y bailaban Libre, atrevida y loca. Se escucha el coro: 

Libre la que ríe, la que gime, la que grita

La que baila, la que goza, la que explota

La que brilla porque no le importa

Y no corta las alas a otra

Libre, atrevida y loca 

y con el fuego en la boca

[Libre, atrevida y loca -Rebeca Lane]

***

Si quieres saber más de Rebeca Lane, puedes visitar su página oficial. Si quieres escuchar su música, puedes hacerlo a través de Spotify o su canal de YouTube

*Foto de portada: Marlene Martínez

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Autor Lado B
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