Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Marcha de madres de personas desaparecidas, mayo 2019.
Foto: Marlene Martínez

De 2012 a agosto de 2019, de acuerdo con cifras de denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE) obtenidas vía acceso a la información, desaparecieron 5920 personas en todo el estado. 

Del total, el 42% siguen sin ser localizado. Aunque la proporción de personas localizadas se ha incrementado desde 2016, el porcentaje de personas desaparecidas es casi la mitad del total.

Tomando en cuenta la cantidad de personas que no han sido localizadas y el número de días que abarca el periodo de 2012 a mediados de agosto 2019 (2795 días), en Puebla ha desaparecido 1.2 personas al día.

También puedes leer: Puebla ya no puede ocultar a sus desaparecidos

Durante el periodo de casi 7 años han desaparecido más mujeres que hombres: 3343 mujeres y 2577 hombres. Y también han sido localizadas más mujeres, un total de 2105, mientras que más hombres permanecen desaparecidos, pues sólo 1319 se han encontrado mientras que 1258 siguen desaparecidos. A la fecha de la respuesta de la FGE todavía 1238 mujeres seguían sin ser localizadas.

También puedes leer: Familiares de desaparecidos denuncian trato desigual después de que la Fiscalía resolviera el caso de un funcionario en menos de 48 horas

Actualmente siguen desaparecidos casi el mismo número de hombres que de mujeres en Puebla. Hay que tomar en cuenta que estos datos no son definitivos, pues sólo son las denuncias presentadas ante la Fiscalía. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del INEGI de 2018 no se denuncian el 93.2% de los delitos en México, lo que revelaría entonces que las cifras de los registros de la FGE podrían equivaler a apenas el 10% del total de casos de desapariciones.

En cuanto a los municipios con mayores índices de desaparición de personas, hay 108 con registros de personas que siguen sin ser localizadas. De estos, hay 4 municipios que registran un índice de más de 1 persona desaparecida por cada cien mil habitantes. Aunque Santa Catarina Tlaltempan y Xayacatlán de Bravo encabezan la lista, las cifras son altas porque su población es muy reducida. 

Entonces sería Tepeaca el municipio con los índices más altos, con 1.14 personas desaparecidas por cada cien mil habitantes, tomando en cuenta que registra 92 personas no localizadas en una población de más de 80 mil habitantes.

También puedes leer: 10 de mayo: nada que celebrar

Posteriormente está el municipio de Francisco Z. Mena, en el norte de la entidad, con 1.1, y Ciudad Serdán, con 0.8. En el cuarto lugar está Puebla capital, con 0.7, cifra alarmante tomando en cuenta el contexto de inseguridad que ha aumentado en la capital poblana.

LADO B ha documentado desde 2015 el alto índice de personas desaparecidas en Tepeaca, que desde hace cuatro años ya era igual -en términos de tasa poblacional- al de Reynosa, Tamaulipas. Y cuatro años más tarde la cifra sigue prácticamente la misma.

Más desapariciones, menos silencio

Este 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, se realizó el 3er foro itinerante sobre desaparecidos/as en Puebla “Por la búsqueda, hasta encontrarlos”, en el teatro de la ciudad, impulsado por los colectivos poblanos “La voz de los desaparecidos en Puebla” y “Uniendo cristales”. 

También puedes leer: La Voz de los desaparecidos en Puebla

La idea de los foros, de acuerdo con María Luisa Núñez Barojas, cofundadora de “la voz de los desaparecidos” es para dar a conocer los derechos y acciones cuando desaparece un familiar pero también para invitar gente a acercarse y sumarse. Los foros se han hecho en Huauchinango, Palmar de Bravo y la capital, y se tienen contemplados al menos otros dos en otras regiones del estado.

Alrededor de 30 personas, representando a más de 40 personas desaparecidas de ambos colectivos, realizaron posterior al foro una exposición de las lonas con fotos y datos de sus seres queridos y una bordada a cargo del colectivo “Bordados por la paz Puebla” en el zócalo de la capital.

Además de las lonas también había unas cartulinas con fotos,a las que Irma Orgen, del colectivo “Uniendo cristales”, llamada hojas de vida. En entrevista con Lado B la activista, cuyo padre Marco Antonio Orgen desapareció desde noviembre de 2013, explicó que estas llamadas hojas de vida incluyen además de la foto una descripción de cómo es la persona, a qué se dedicaba y qué le gusta hacer. 

Eso, dijo, es para que se quiten los estigmas que muchas veces tienen las personas desaparecidas, pues se piensa que “seguro andaban metidos en algo malo” y por eso les pasó. Así, estas hojas de vida sirven para demostrar quién es la persona en realidad y acabar con la criminalización de las víctimas.

*Foto de portada: Marlene Martínez