Foto: Marlene Martínez

María José Andrade Gabiño

@MajoAg23

Doña Marina vivía con toda su familia: sus tres hijos, las respectivas esposas de ellos y sus nietos. Un casa humilde, dice ella, pero espaciosa y digna, resultado de toda una vida trabajando. El sismo del 19 de septiembre de 2017 vino a cambiarlo todo. 

Su casa en Metepec, Atlixco, se derrumbó por completo. Perdió todo el patrimonio que tenía y sus hijos tuvieron que irse a vivir a otros estados, mientras ella se quedó, viviendo con vecinos en un patio, esperando a ser censada y así no perder cualquier apoyo que pudieran darle. 

Doña Marina tuvo la suerte de que una asociación la ayudara: Jóvenes Constructores de la Comunidad A.C. que, con recursos de la aseguradora Prudential, implementó una campaña de reconstrucción y ella fue una de las beneficiarias de una casa sencilla de una planta, piso firme y pintura rosa para la fachada. Sus hijos no regresaron a vivir con ella, pero de vez en cuando la visitan y le han ayudado a acondicionar el pequeño espacio que ahora es su casa.

Foto: Marlene Martínez

Así, 19 casas más fueron construidas desde cero. Sin embargo, la asociación se basó en un censo que el municipio de Atlixco realizó y algunas de las casas afectadas no figuraban allí. Tampoco el censo que hizo la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) –dependiente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)– está completo, acusa el señor Cuatecontzi. 

De su casa se cayó una pared completa, otra se agrietó y el segundo cuarto se separó del primero. Como su hogar tenía riesgo de colapsar, sus hijos que viven en la Ciudad de México se lo llevaron, ya no podía vivir ahí. A unas semanas del sismo, su hermano –que vive en Metepec– le avisó que estaban haciendo el censo de viviendas afectadas; él regresó lo más pronto que pudo, pero no quisieron agregarlo a la lista aduciendo que ya habían pasado y él no vivía ahí. 

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Hace dos meses la CONAVI regresó a Metepec, pero sólo a censar a los que habían recibido apoyo antes, y tampoco quisieron agregar al censo a aquellos que no fueron visitados la primera vez. El señor Cuatecontzi ahora está reconstruyendo su casa con recursos propios, los que consiguió al empeñar su automóvil y con el apoyo de sus hijos. 

Otras familias sí recibieron apoyo de la CONAVI y el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) pero no fue suficiente, cuenta la señora Lourdes Picazo. Su vivienda sólo tuvo daños parciales, según el censo. El extremo de un muro se cayó y tenía algunas grietas en otras paredes y daños en el techo, por lo que recibió una tarjeta con 15 mil pesos por parte del gobierno federal. Cuando quiso ocupar ese dinero para componer las afectaciones, resultó una cantidad insuficiente. Le alcanzó solamente para componer el extremo del muro y las demás grietas siguen ahí, incluso ahora el techo gotea en tiempo de lluvias. 

Foto: Marlene Martínez

Lourdes Picazo solicitó que su casa fuera reclasificada como pérdida total, pues aún tiene muchos daños, y siendo una persona de la tercera edad no tiene posibilidades de conseguir recursos por su cuenta. Ella dice que a ninguno de los afectados por el sismo les alcanzó con lo que dio el gobierno; los que pudieron arreglar sus casas fue porque poseen un empleo fijo o porque los ayudaron sus familiares. 

En Atlixco, más de la mitad de la población vive en situación de pobreza, pues 68 por ciento de sus habitantes tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar, según el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) 2015.

En la casa de Roberto Rendón y María Magdalena se cayeron dos cuartos completos y la cocina; sólo les quedaron dos cuartos pequeños de adobe. Después del sismo tuvieron que vivir en el patio, con lonas improvisadas como techo. Ellos no figuraron en el censo en el que la asociación Jóvenes Constructores de la Comunidad se basó, pero sí en el de la CONAVI. La vivienda fue catalogada como pérdida total, por lo que les dieron tarjetas con recurso gubernamental –una de dinero y otra para material– que sumaban entre ambas 120 mil pesos. Al principio sólo sacaron 30 mil para empezar la reconstrucción, y cuando quisieron sacar más dinero la tarjeta no tenía fondos, les dijeron que ya habían sacado todo lo que tenía. Mucho tiempo creyeron que probablemente les habían clonado la tarjeta, pero se han enterado que a otras personas afectadas por el sismo y apoyadas con recursos federales les pasó lo mismo; ahora piensan que el mismo gobierno las vació para no entregarles el dinero completo.

Foto: Marlene Martínez

Con los 30 mil pesos, la familia Rendón alcanzó apenas a construir un cuarto de block, pero no han podido ponerle techo, por lo que lo cubren con lonas y plásticos, también hicieron dos cuartos de tablas, uno para la cocina y otro para que uno de sus hijos duerma. La lluvia se les cuela y moja todo, se acumula entre los plásticos y las lonas; los pocos muebles que rescataron tras el sismo se están echando a perder por la humedad. Hace unos meses volvieron a censar, ellos entregaron papeles y explicaron su situación, esperando que finalmente les den los 90 mil pesos que faltaron.

La Comisión Estatal para la Reconstrucción, en el censo actualizado en marzo de 2018, reporta que en Atlixco hubo 1,489 viviendas afectadas, 226 con daño total y 1,263 parcial. Según autoridades de la junta auxiliar de Metepec, que pertenece a Atlixco, en la localidad hubo aproximadamente 500 viviendas afectadas, una tercera parte de las totales en el municipio. No hay claridad sobre la cifra exacta ni de su reconstrucción, así como cuántas de las que tuvieron daño total fueron reconstruidas por Agencias Promotoras de la Vivienda (APVs) o por agentes externos como la asociación Jóvenes Constructores de la Comunidad A.C.

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Según el ingeniero Fermín Pérez Galicia, encargado de infraestructura en la presidencia auxiliar de Metepec, alrededor de 40 casas siguen presentando afectaciones, algunas sin que hayan recibido recurso federal y otras donde, aunque lo recibieron, no fue suficiente para reconstruir o arreglar los daños. En algunas ya no vive nadie porque se volvieron inhabitables y las familias o dueños de las casas se fueron de Metepec, y la Comisión Estatal y la CONAVI ya no las censan por eso. En otras, muy pocas según la presidencia auxiliar –aunque no ha dado datos que lo confirmen–, las familias siguen esperando los recursos federales mientras viven en casas improvisadas o con vecinos.

Los edificios públicos de Metepec que fueron afectados por el sismo tampoco han sido reparados, como el reloj, la casa de cultura y la presidencia auxiliar. La nueva administración del gobierno estatal los visitó a finales de agosto y, al igual que las personas cuyas casas siguen afectadas, esperan por fin recibir los recursos para reconstruir.

*Foto de portada: Marlene Martínez