Un equipo de la UC3M ha conseguido que TEO, un robot humanoide de uso doméstico desarrollado en el seno del Robotics Lab de la UC3M, se exprese en lengua de signos.
Según los autores, para que un robot pueda “aprender” este tipo de lenguaje resulta necesario combinar distintas áreas de la ingeniería, como la inteligencia artificial, las redes neuronales y la visión artificial, además de unas manos robóticas subactuadas.
“Una de las principales novedades de esta investigación es que hemos juntado dos grandes partes de la robótica: los sistemas complejos -como las manos robóticas- y la interacción y comunicación social”, explica uno de los investigadores, Juan Víctores.
En el marco de esta investigación, lo primero que han hecho estos científicos es indicar, a través de una simulación, la posición concreta de cada falange para representar determinados signos de la lengua de signos española. Posteriormente, trataron de representar esta posición mediante la mano robótica, intentando que los movimientos fuesen similares a los que podría realizar una mano humana.