Lado B
“Caravana”, cómo el éxodo centroamericano salió de la clandestinidad
Por primera vez, uno de los grupos más excluidos del mundo gritaba que estaba harto de la violencia en su lugar de origen
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
05 de julio, 2019
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Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

A finales del 2018 el mundo vio una escena inédita: el puente internacional Rodolfo Robles, paso entre México y Guatemala, se desbordaba de centroamericanos que lo colapsaban, algunos incluso arrojándose al agua por la desesperación. Por primera vez, dice el periodista Alberto Pradilla, uno de los grupos más excluidos del mundo estaba en el centro de todo, gritando que estaban hartos de la violencia en sus lugares de origen y que ellos también merecían una oportunidad para vivir bien.

El periodista Alberto Pradilla acompañó a la caravana migrante más grande que ha cruzado México. Inició desde mediados de octubre hasta principios de diciembre de 2018, y recorrió desde Guatemala hasta toparse con el muro en el Río Bravo. Las crónicas que Pradilla escribió durante la travesía están reunidas en el libro Caravana. Cómo el éxodo centroamericano salió de la clandestinidad.

En entrevista con LADO B, el autor contó que la caravana no tuvo una historia oculta detrás, ni una “mano negra” de intereses particulares. El año pasado cuando salió la caravana la información falsa decía que estaba financiada por Estados Unidos y que respondía a intereses políticos del gobierno de Trump. Además el discurso de xenofobia contra los centroamericanos se recrudeció y lo que permeó fue el racismo y la desinformación.

Las crónicas contenidas en el libro intentan también poner fin a las noticias falsas, los estereotipos de los migrantes y teorías de la conspiración que dicen que detrás del movimiento estuvieron Donald Trump o Venezuela.

“Es el hambre, la violencia y los gobiernos que les dan la espalda”, dijo Pradilla, “eso es lo que orilla a la gente a migrar”.

Según el periodista, el génesis de la caravana fue un tanto espontáneo pero también esperado, pues ya estaban todas las condiciones para el éxodo masivo, lo único que faltaba “era una chispa” y ese fue el llamado del 12 de octubre para salir de la estación de autobuses en San Pedro Sula, la ciudad más violenta de Honduras. 

El canal de televisión hondureño HCH, uno de los más populares del país, transmitió en directo desde la terminal de autobuses y dio voz a un activista, que decía que era mejor migrar en grupo porque así tenían más protección. Dos o tres días después ese primer grupo aumentó hasta que ya había más de 3 mil personas en Guatemala dispuestas a irse.

Contra la discriminación

Respecto a las nuevas medidas migratorias recién tomadas por México después de la tensión y amenazas del presidente Donald Trump, el periodista dijo que después de muchas presiones y chantajes el país se ha convertido en una suerte de policía de Estados Unidos. Ahora la Guardia Nacional vigila la frontera sur y también elementos de seguridad pública controlan la frontera norte para evitar no sólo que la gente entre a México, sino que cruce a Estados Unidos por el Río Bravo.

“La Guardia Nacional en la frontera sur es la primera barrera del muro del presidente Donald Trump”, dijo Alberto. Relató cómo el Padre Heymann Vázquez, encargado de uno de los albergues para migrantes en Chiapas, le dijo apenas hace un par de semanas que México está regresando a las condiciones de inseguridad de hace algunos años para los migrantes: asaltos, violaciones, golpizas y persecuciones, como consecuencia de no poder pagar los 8 mil dólares que cobra el pollero. “Lo que vamos a ver en el futuro va a ser migrantes mucho más vulnerables, a expensas de la corrupción y del crimen organizado”.

Pradilla dijo que si no se cambian las condiciones de origen de Centroamérica –es decir la pobreza y la violencia extremas– la migración va a seguir, y si se cierra una puerta se abre una ventana, por lo que la gente buscará caminos “más oscuros, más peligrosos y más clandestinos” para llegar a Estados Unidos.

“Quisiera que el libro aportara ahora en México a la comprensión del otro, y sirviera para poner freno a los discursos xenófobos”. En palabras del autor, el libro es importante para entender cómo ocurrió este trayecto cargado de esperanza, pero también de dolor, de boca de quienes lo protagonizaron.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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