José Ignacio De Alba | Pie de Página

MEXICALI, BAJA CALIFORNIA.- Hace 30 años, este estado fue pionero en la alternancia política al elegir al panista Ernesto Ruffo Appel como gobernador. Este domingo, después tres décadas consecutivas en el poder, el PAN fue borrado de Baja California: Morena ganó la gubernatura y las cinco alcaldías: Mexicali, Ensenada, Tecate, Tijuana y Playas de Rosarito .

Además, Morena y su coalición con el Partido Verde, el Partido del Trabajo y el local Transformemos se quedaron los 17 distritos en la elección del Congreso local.

Baja California representa apenas el 4 por ciento de la población del país y la participación ciudadana no llegó al 30 por ciento. Pero la victoria de Morena tiene un carácter simbólico; ésta fue la primera entidad en ser gobernada por un partido de oposición en México y ahora se convirtió en el primer estado del norte del país en el que gana un partido con postulados de izquierda.

Para Cristóbal Ordóñez, un elector desapasionado “el PAN se va a ir porque le quedó a deber a la gente, por no decir que robaron como si fueran priístas”. Para Ordóñez, que es un pequeño comerciante de Mexicali, escéptico de los cambios políticos, la 4T no es otra cosa que “la misma tienda pero con otro nombre”.

El hombre hasta reprocha el gasto tan oneroso en las elecciones: “mejor le deberían de dar ventiladores a los más necesitados”. El calor en el día de la elección llegó a los 35 grados en Mexicali.

En una conferencia, sin aceptar preguntas, el candidato panista Óscar Vega Marín reconoció su derrota y dijo que vigilará que el nuevo gobierno cumpla con la expectativa ciudadana. Su oponente ganó con una amplísima ventaja de tres a uno, según los resultados preliminares.

Bonilla es un empresario mexico-estadounidense propietario de varios medios de comunicación en la península de Baja California. Fue funcionario en San Diego, California. Se desempeñó como director de Aguas de Otay de 2001 al 2012. Además, el morenista apoyó diversas campañas del partido Republicano, según publicó la Revista Proceso.

El candidato triunfador fue diputado federal del PT y desde 2018 senador por Morena, aunque pidió licencia para ocupar el cargo de delegado federal en Baja California, en enero de este año, y mantuvo ese cargo hasta que fue elegido como candidato a la gubernatura.

Después de que se dieron a conocer los resultados, Bonilla festejó en Tijuana, la ciudad más poblada del estado, junto con miles de simpatizantes. Con cuetes y mariachis, aseguró que su gobierno combatirá la corrupción y la desigualdad, al final de su discurso dijo “no les vamos a fallar”; como lo hacía López Obrador en campaña .

Norma Mesa, líder de la tribu Kumiai en Baja California, explica que Bonilla dejó fuera de su equipo a agrupaciones de la sociedad civil y que en su lugar colocó a varios priistas. Mesa ejemplifica que entre los personajes adoptados por Bonilla está Fernando Castro Trenti, exfuncionario en la administración de Enrique Peña Nieto.

El propio Xicoténcatl Leyva, exgobernador de Baja California y célebre priista, fue expulsado del partido tras anunciar su respaldo a Bonilla.

Pero el gobernador electo sólo gobernará por dos años, la Reforma Electoral de 2014 establece que las elecciones deben quedar homologadas a nivel local y federal, por eso Bonilla gobernará hasta 2021.

“Como alguna vez Baja California se pintó de azul, hoy se pinta de guinda”, aseguró el diputado Mario Delgado cuando dio resultados preliminares sobre la elección que le daba a Bonilla la ventaja.

Un exfuncionario del gobierno de Baja California enumera las deudas del gobierno encabezado por Francisco Vega: “no se le ha pagado a los jubilados, al sector salud, tampoco a la Universidad de Baja California”. Y explica que la saliente administración de Acción Nacional tiene un “desaseo financiero”.

Entre los corrillos políticos se habla del enriquecimiento de Francisco Vega, el saliente gobernador panista. Diversas publicaciones en medios de comunicación también aseguran que Francisco Vega posee varias residencias.

Uno de los casos más controversiales durante  su gubernatura fue la instalación de la cervecera Constellation Brands, que agotaría las reservas los acuíferos de Mexicali, privilegiando a la empresa sobre la ciudadanía; desde entonces nació “Mexicali Resiste”, una movilización ciudadana que se enfrentó al gobierno panista.

“El hechizo se rompió” con el PAN, explica el taxista Carlos Zermeño que no ha votado en los últimos 20 años. El hombre asegura que de cualquier modo su lugar en el mundo es al volante de su taxi. Que las elecciones nada cambiarán el destino: “solo Dios sabe los que nos toca a cada quien” y en todo caso, “los gringos”, asegura.

Adrián Álvarez asiste a una casilla instalada en Mexicali, el hombre de 53 años dice que fue panista de hueso colorado hasta que el gobernador blanquiazul Eugenio Elourdy Walther gobernó en el estado, y quedó como el responsable del incremento de la violencia en la región: “porque replicó el esquema de la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón”.

Como en otros estados con elecciones este 2 de junio, la participación ciudadana fue baja, en Baja California no llegó al 30 por ciento.

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*Fotos: José Ignacio De Alba