Lado B
El cierre de la “entrañable transparencia” y la ofrenda de un triunfo aún por llegar
Luis Miguel Barbosa convoca a miles en la plaza de la Victoria, incluyendo a priístas, izquierdistas de antaño y organizaciones sindicales
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
27 de mayo, 2019
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Foto: Marlene Martínez

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Un evento de poco más de una hora convocó a miles de personas. Algunos militantes de Morena, de los que se saben la letra completa de la canción que el cubano Carlos Puebla escribió a la memoria de Ernesto el Che Guevara, otros y otras de organizaciones como los comerciantes ambulantes de la Doroteo Arango, e incluso a priístas que hace nueve años buscaban la gubernatura al amparo de un PRI que comenzaba a morir (¿alguien dijo Zavala?).

El cierre de campaña de Luis Miguel Barbosa, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en Puebla (Morena-PT-PVEM) fue multitudinario, lleno de playeras y gorras impresos con el apellido del candidato en el color rojo quemado del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Un cierre marcado por los símbolos de la izquierda de la “entrañable transparencia” del comandante ché Guevara, cantada por Gabino Palomares y acompañada a pulmón por la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky; pero también el de la consignas genéricas: “Barbosa (Coloque acá el nombre de su político favorito), amigo, el pueblo (Inserte acá el nombre del grupo, organización o incluso municipio de su elección) está contigo”.

Un cierre marcado por el sol de mediodía y los grupos organizados como el del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento, o los comerciantes ambulantes de la Doroteo Arango, o los gritones que llegaron de Chiautla, de Tepeaca, de Zautla, o los del Movimiento Nacional por la Esperanza, o los uniformados como los miembros del Consejo Taxista que preside Erika Díaz…

Un cierre para dejarse ver, para que las mantas y pancartas dejaran en claro que algunos de los presentes no son gratuitos, que tienen un pastor. Como el grupo que elevó las siete letras del apellido del actual líder de la bancada de Morena en el Congreso: B-I-E-S-T-R-O. O la manta que desplegaron los leales a Gonzalo Juárez, líder del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Puebla con la foto de ambos, el candidato y el sindicalista, colocada justo por donde llegó Barbosa.

Un cierre para los drones, los tres o cuatro cuatro que sobrevolaron la plaza de la Victoria en la zona de Los Fuertes para documentar con imágenes el poder de convocatoria de Luis Miguel Barbosa y los líderes de los tres partidos que lo postulan: Yeidckol Polevnsky por Morena; Alberto Anaya por Partido del Trabajo; y Carlos Puente Salas, el único abucheado de entre los oradores de la tarde.

Un cierre para los números, casi 100 mil votantes a favor, dice el boletín del equipo de campaña; varios miles dice en su cuenta de Twitter Alejandro Armenta Mier, el senador de Morena que también estuvo en el templete; y miles dijo también en Twitter la diputada federal Nora Escamilla.

***

“Veo un Puebla agraviado que necesita ser reconstruido desde abajo (…). En Puebla llegó el momento de reconciliar a sus habitantes, de unificarlos”, dijo Luis Miguel Barbosa, y fue inevitable no recordar aquella cita del discurso del priísta Luis Donaldo Colosio de “Veo un México con hambre y sed de justicia”.

En su discurso, Barbosa planteó además que su administración, la que prácticamente da por descontada, será austera, honrada y transparente, aunque esto último no sea una de las características que se puedan acreditar a los gobiernos morenistas.

Prometió “un gobierno que combata la corrupción y la pobreza y que busque la igualdad. Que transforme la vida pública en Puebla”, y volvió a presentarse, como lo hizo en otros eventos de campaña como “alguien sencillo, de vida normal, que va alternar con todos ustedes”, esto a pesar de su casa de 10 millones de pesos ubicada en la alcaldía de Coyoacán en la Ciudad de México.


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En materia de Seguridad Pública, Barbosa dijo que habrá una coordinación con los estados colindantes, pero también con la Guardia Nacional y con la federación. Ahí, Barbosa incluso cuestionó a la alcaldesa de la capital poblana si le entraba a su propuesta de seguridad coordinada, “le entramos, para que no haya dudas”. Y prometió además duplicar el número de policías en el estado “para que podamos acabar con ese flagelo, sino hay seguridad pública no habrá inversión”.

También ofreció fortalecer y “limpiar el ejercicio del poder público, donde exista un sistema de pesos y contrapesos sin corrupción en ningún área”.

En su discurso triunfante el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en Puebla incluso ofrendó “su triunfo” al presidente “Andrés Manuel López Obrador y a la cuarta transformación”. Un triunfo que aún falta por materializarse en las urnas.

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