Lado B
Reclamar la tierra: una resistencia simbólica desde el arte
Para Elizabeth Ross su performance es una manera de ritualizar su conexión con la Tierra, para entender de otra manera cómo nos relacionamos con ellas y poder revertir el daño que hemos hecho
Por Majo Andrade @MajoAg23
20 de enero, 2019
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Tomada de: https://www.elizabethrossmx.com

María José Andrade

@MajoAg23

El viernes 18 de enero se inauguró la exposición “Reclaiming the ground” de Elizabeth Ross en Liliput Galería Experimental (Diagonal 18 sur 4563, Puebla).

Elizabeth Ross es una artista y gestora cultural de la Ciudad de México. La mayor parte de su trabajo se ha concentrado en la producción de piezas de cerámica y en obras de carácter performance-ritual, especialmente porque tras 2003 decidió dejar de hacer arte para los museos y enfocarse más a la participación física y acción comunitaria en los espacios públicos.

“Reclamar la tierra” es el nombre que le da al proyecto que inició desde 2004 y consiste en hacer una acción simbólica en espacios donde siente que se debe equilibrar la energía, pues han sido dañados, usurpados, de alguna manera, haciendo una recuperación del espacio y a la que toma una fotografía como registro.

La acción simbólica es que ella se acuesta y coloca sus brazos hacia arriba, a lado de su cabeza. “Es una posición ancestral”, dice Ross y hace un recuento de todas las figuras paleolíticas que lo demuestran: una figura humana con los brazos hacia arriba como pidiendo algo al cielo, estableciendo conexiones entre la tierra y algo más. La primera vez que la ocupó fue en 1999 para una pieza ritual al maíz.

Para Ross es una manera de ritualizar su conexión con la Tierra. Cree que son necesarias las obras y acciones sobre la naturaleza y la tierra porque es el momento de tratar de sanarlas, de entender de otra manera cómo nos relacionamos con ellas y poder revertir el daño que hemos hecho.

En galería Liliput expone siete fotografías donde ha experimentado el querer reclamar la tierra. En lugares como el Vaticano, la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, un puente en Francia, el zócalo de la Ciudad de México, en medio del campo, se ha acostado y se ha puesto en la posición ancestral tratando de recuperar el espacio, de reconectar con la Tierra y librarlos de energía destructiva, especialmente masculina.  Al parecer no es algo que planea, llega a los lugares y algo ahí la llama y le dice que tiene que reclamar la tierra.

Es un acto efímero y mínimo, dice ella. Más que nada un acto simbólico que va de la resistencia a la justicia desde el arte.

Como parte de la exposición también hay una pieza llamada “El coño cósmico”, una pintura sugerente en color negro y bronce que une su idea de la tierra con la madre, al igual que un grabado y una pintura de montañas con puntos rojos relacionados con la resistencia, así como a la tierra, que realizó durante su estancia en Puebla.

La exposición durará seis semanas en la Liliput Galería Experimental y puedes ver el archivo de la obra en la página de la artista.

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