Lado B
Puebla, democracia en duda: la (débil) cadena de custodia
Dos hechos destacaron durante el cómputo de los resultados de la elección de gubernatura en el distrito 21, en los dos la cadena de custodia se rompió
Por Mely Arellano @melyarel
03 de diciembre, 2018
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Mely Arellano | Marlene Martínez

Dos hechos destacaron durante el cómputo de los resultados de la elección de gubernatura en el distrito 21 (Atlixco): la cadena de custodia de los paquetes electorales se rompió.

El primero: la mañana del 4 de julio, cuando se inició el conteo de los resultados electorales, la bodega del Consejo Distrital donde se resguardaban los paquetes electorales fue hallada abierta, sin sello ni nada. Así quedó consignado en un acta circunstanciada.

El segundo: ese mismo día, personal del ayuntamiento de San Juan Tianguismanalco notificó a los integrantes del Consejo Distrital que en una de las escuelas de esa localidad había paquetes electorales que nunca fueron trasladados a las oficinas distritales por la situación violenta que ahí se vivió al cierre de la jornada electoral.

–Del Instituto Estatal Electoral (IEE) dijeron que fuéramos por ellos –cuenta un integrante del Consejo que habló bajo la reserva de su nombre por temor a represalias–. Se formó una comisión de consejeros y representantes de partido y fuimos. La situación seguía tensa en la comunidad. Y ahí estaban los paquetes abandonados. Nos los llevamos al (Consejo) Distrital para seguir el conteo, pero sí había algunos abiertos. No sabemos quién entró antes que nosotros a la escuela, o si los manipularon o no, a pesar de eso, los paquetes entraron al cómputo y se contaron sus resultados, pero ahí la cadena de custodia se rompió.

cadena de custodia

Personal del Consejo Distrital 21 con cabecera en el municipio de Atlixco se presentó en San Juan Tianguismanalco para trasladar los paquetes electorales que quedaron sin reguardo por tres días en esa comunidad.

En el análisis “Aplicación de la cadena de custodia en materia electoral”, publicado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Raymundo Gama Leyva, profesor e investigador del ITAM, establece que “para preservar la cadena de custodia de los paquetes electorales (…), debe garantizarse que el paquete electoral y su contenido han sido debidamente preservados en todo momento y que existe seguridad de que cualquier intervención, traslado o manejo están debidamente registrados”.

Y eso no pasó en la elección poblana.

Prueba de lo anterior es también lo sucedido en varias elecciones municipales en Puebla, según documentó el TEPJF, y que tuvo como consecuencia la anulación de los comicios en cinco municipios: Santa Clara Ocoyucan, Tepeojuma, Ahuazotepec, Mazapiltepec y Cañada Morelos.

En la sentencia de anulación de las elecciones municipales en Monterrey, el TEPJF definió la violación de la cadena de custodia como una irregularidad que “vulnera de manera directa el principio fundamental de certeza y, por lo tanto, las violaciones a este principio fundamental impiden validar los resultados de la elección como producto de un proceso auténticamente democrático”.

En términos llanos: cuando la cadena se rompe, se rompe la certeza.

De la imprenta a la casilla

Seguir la pista a la cadena de custodia de la paquetería electoral en Puebla no es cosa fácil y está lleno de áreas oscuras.

Inicia con el traslado de las boletas y otros materiales electorales, como las actas de escrutinio, de la elección local desde la imprenta Formas Inteligentes SA de CV, ubicada en Ecatepec, Estado de México, hasta las bodegas rentadas por el IEE –también conocido como Órgano Público Local Electoral (OPLE)– en las colonias Belisario Domínguez y Romero Vargas en la ciudad de Puebla, para lo cual se usaron camiones de la empresa “Mudanzas Chavela” y de “Logística Express Onofre”, que fueron resguardados durante el trayecto por Policía Federal, Policía Estatal de Puebla y la “Policía Municipal del Estado de México” (sic), según respondió el IEE a través de una solicitud de información (folio 1026218).

De acuerdo con el IEE durante el traslado estuvo presente personal de la Dirección de Organización del Instituto -que depende de la Secretaría Ejecutiva del IEE a cargo de Dahlel Lara-, de contraloría interna y los notarios públicos José Antonio Armendáriz Munguía de la Notaría 60 del Estado de México, Aldo Roberto Rivero Pastor auxiliar de la Notaría 1 de Puebla, y María Emilia Sesma, titular de la Notaría 3 de San Pedro Cholula.  

El material se trasladó del 14 al 20 de junio, aunque debió estar en los Consejos Municipales desde el 18 de junio, pues así lo establece el Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla (Coipe).

Hasta ahí, salvo el retraso, todo iba aparentemente bien.

Una vez que personal asignado por el IEE separa, cuenta, sella y agrupa el material de cada una de las secciones y casillas, se traslada a las bodegas de los Consejos Municipales. En el caso del municipio de Puebla fue trasladado directamente a los Consejos Distritales correspondientes.

Y aquí está la primera debilidad de la cadena. ¿Cómo se traslada el material desde las bodegas del IEE a las bodegas de los Consejos? Es una pregunta para la que no hay una respuesta clara.

Pues si bien el Coipe dice que: “El personal autorizado por el Consejo General entregará las boletas electorales al presidente del Consejo Municipal correspondiente, quien estará acompañado de los demás integrantes del propio órgano”, ni ahí, ni en el Reglamento de Elecciones se especifica el cómo.

Foto: Axel Rosas

Imaginemos: se trata de transportar el material para 7 mil 546 casillas en 217 municipios, en un estado con 34 mil 306 kilómetros cuadrados en 5 días. Una tarea que no se antoja fácil.

Y aunque se pidió entrevista con el presidente del IEE, Jacinto Herrera Serrallonga, nunca hubo respuesta.

Con quien sí se pudo hablar fue con el Consejero del IEE José Luis Martínez, quien al ser cuestionado sobre el tema reconoció que no sabe cómo se realizó ese traslado.

Una vez que el material es depositado en las bodegas de los Consejos Municipales -o Distritales en caso del municipio de Puebla-, se reparte a los domicilios de los presidentes de las mesas directivas de las casillas, es decir, los ciudadanos que fueron sorteados para serlo.

La entrega la hacen los Capacitadores Electorales (CAEs) del INE y del IEE, pues llevan tanto el material de la elección federal, como el de la local.

El testimonio de un CAE recabado por LADO B dio cuenta de cómo el día que fue a recoger el material al Consejo de un municipio conurbado, para entregarlo al funcionario de casilla, el encargado de la bodega no estaba y otra persona, que no tenía autorización, fue quien entró a la bodega y le dio el material.    

Otros testimonios de CAEs narraron cómo en muchos casos resultó imposible entregar a tiempo los paquetes a los presidentes de las mesas directivas, cómo muchos ciudadanos no contaban el material al recibirlo y cómo en algunas casos faltaron o sobraron boletas.

De la casilla al IEE

Una vez que el material llegó a manos del presidente de casilla, se llevó a cabo la elección y se realizó el escrutinio (conteo de votos) que hacen los funcionarios de casilla, atestiguado por representantes de partido y el CAE, los paquetes electorales tendrían que haber sido llevados a los Consejos Municipales o Distritales, dependiendo de la distancia, como parte de los mecanismos de recolección aprobados previamente por el Consejo General del IEE.

Estos mecanismos, de acuerdo con el Reglamento de Elecciones, consideraron la complejidad geográfica del territorio, la dispersión poblacional, las vías y medios de comunicación, la accesibilidad y medios de transporte, la infraestructura urbana, la distancia entre casillas, entre otros aspectos.

El testimonio de un CAE recabado por LADO B dio cuenta de cómo el día que fue a recoger el material al Consejo de un municipio conurbado, para entregarlo al funcionario de casilla, el encargado de la bodega no estaba y otra persona, que no tenía autorización, fue quien entró a la bodega y le dio el material.

Según el consejero electoral José Luis Martínez, los mecanismos de recolección que aprobó el Consejo General fueron propuestos y operados por la Dirección de Organización Electoral.

En el Acuerdo CG-A091-18 el Consejo General aprobó como mecanismos de recolección y traslado 1 Centro de Recepción y Traslado Fijo en el Distrito 26 de Ajalpan, 82 Centros de Recepción y Traslado Itinerantes, y 1683 Dispositivos de Apoyo para el Traslado de Funcionarios de Mesa Directiva de Casilla (DAT).

Sin embargo el día de la elección, en la sesión permanente del Consejo General del IEE quedaron asentadas varias denuncias de representantes de partidos sobre funcionarios de casilla que estaban trasladando los paquetes electorales solos, en taxi, confundidos o perdidos.

El Coipe dice al respecto que: “Los Consejos Distritales y Municipales adoptarán previo al día de la elección, las medidas necesarias a fin de que los Paquetes Electorales sean entregados dentro de los plazos establecidos y para que puedan ser recibidos en forma simultánea, así como el mecanismo que permita el traslado oportuno de los Paquetes Electorales de las elecciones de Diputados y de Gobernador, del Consejo Municipal al Consejo Distrital que corresponda.”

Lo que en Puebla no siempre ocurrió, como ejemplo lo que sucedió en San Juan Tianguismanalco donde los consejeros tuvieron que ir por el material 3 días después de la elección, o en Santa Clara Ocoyucan donde la madrugada del 2 de julio llegaron al Consejo Municipal sólo 2 de los 39 paquetes electorales que se esperaban; el resto, 37 paquetes electorales, aparecieron 3 días después, el 4 de julio, cuando los presidentes de las juntas distritales 13 y 21 los entregaron al Consejo Municipal de Ocoyucan, pero sin datos de cuándo y a qué hora, en qué condiciones ni quién los había llevado a las direcciones equivocadas, según confirmó el TEPJF.

Leer más: Alteración de actas y paquetes electorales perdidos en comicios municipales: TEPJF.

Y si bien el Coipe prevé que pueda haber retrasos, el plazo máximo para que un paquete electoral tarde en ser trasladado de la casilla al Consejo Municipal o Distrital es de máximo 24 horas.

El código también establece que una vez hecho el conteo de boletas los resultados se asientan en el acta de escrutinio y cómputo, de la cual una copia se coloca afuera del paquete electoral, otra se va al PREP, y el resto se entrega a los los representantes de los partidos políticos, una copia por partido.

Y aunque cada copia va rotulada con su destinatario para evitar confusiones, en el hotel MM, donde el PAN montó un centro de cómputo propio, se encontraron copias del acta con la leyenda “para colocarse por fuera de los paquetes electorales”. Ese tipo de actas no debían estar en manos de los partidos políticos, de acuerdo con la normativa electoral.

No fue el único caso, el TEPJF documentó la manipulación o alteración de actas de escrutinio y cómputo -que se imprimieron en la misma empresa que las boletas-  detectadas en las elecciones municipales de Ahuazotepec; ese proceso fue anulado.

En ese municipio, Morena presentó un testimonio notarial del presidente de la casilla 77 Contigua 1 en donde afirmaba que “dados los hechos de violencia acontecidos en la localidad, les fue imposible realizar el escrutinio y cómputo de dicha casilla”. Pero la Secretaria Ejecutiva del IEE, Dalhel Lara, aseguró que “durante el acomodo de la documentación electoral del Consejo Municipal, se pudo localizar el acta de escrutinio y cómputo original de esa casilla”. El Partido Social de Integración, un partido estatal, también “exhibió la copia carbónica de esa acta de escrutinio y cómputo”.

El asunto es que las dos actas presentadas tenían la misma leyenda “Original para la bolsa del expediente de la elección para el ayuntamiento”, lo cual, dijo el TEPJF: “es un sinsentido al solamente existir por paquete electoral un original de esa acta para ser ingresada al mismo”.

* Este trabajo se realizó con el apoyo de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.


De la misma serie

1.- Puebla, democracia en duda: reventar la elección.

3.- Democracia en duda: compra y coacción del voto en Puebla.

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Autor Lado B
Mely Arellano
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