Lado B
Democracia en duda: compra y coacción del voto en Puebla
Testimonios dan cuenta de coacción de trabajadores del estado, compra de votos, de funcionarios de casilla y representantes de partidos
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
04 de diciembre, 2018
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Aranzazú Ayala, Ernesto Aroche

@aranhera, @earoche

M.

“Nos obligaron a conseguir votos para el PAN, PRD por medio de credenciales, las cuales teníamos que conseguir con familiares y conocidos, y si no conseguíamos la cuota que nos pedían, teníamos que conseguirlas con los alumnos. Muchas veces lo que hacíamos era sacarlas de las copias que tienen que entregan los alumnos para justificar las faltas, incluso nos alentaron para intercambiar puntos de calificación por credenciales de elector”

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Foto: Marlene Martínez / LADO B

En Puebla hubo compra de votos. Hubo coacción de trabajadores del estado para que salieran a hacer campaña, o presentaran sus listas de “promovidos”. Y hubo, señala con cierta sorpresa Alejandro Guillén, politólogo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), compra de funcionarios de casilla y representantes de partidos.

La compra de funcionarios de casilla no sólo la registró el investigador universitario, también la registró Enrique Cárdenas, asesor de la organización Acción Ciudadana contra la Pobreza, quienes impulsaron la plataforma Democracia sin Pobreza que dio seguimiento a la compra y coacción del voto en el pasado proceso electoral.

“La compra de votos en Puebla –dice– fue una estrategia que sigue más o menos la misma lógica que en el resto del país, pero el elemento, digamos ‘novedoso’ en la elección poblana, fue la compra de funcionarios de casilla, e incluso de representantes de partidos en casillas”.

Y eso, apunta, “hace click” con la evidencia que presentó hace unas semanas el investigador Miguel Reyes de la Universidad Iberoamericana sobre la irregularidades muy visibles en las actas de escrutinio y cómputo, “las transas están sobre la mesa, eso explica que la gente mire para otro lado a la hora de contar los votos; no es tanto la compra normal del voto sino la transa en el conteo de las boletas, si meten o no más votos a las urnas”.

“Es más barato comprar o intentar corromper a los funcionarios que comprar 50 votos en la calle para hacer una diferencia”.

Los indicios, dice Alejandro Guillén, de que hubo sobornos a los funcionarios de casilla pone en duda la certeza de los datos que se registraron en los resultados electorales. Y aunque menciona que aún no tiene los datos necesarios para estimar el costo del soborno, se puede deducir quién es el responsable.

“Si el TEPJF está diciendo que hubo muchas anomalías, además las investigaciones que han hecho los colegas académicos arrojan que no hay concordancia entre lo que dicen las actas y los resultados de los cómputos. Entonces quién ha resultado beneficiado en la elección estatal, en la elección para gobernador, podríamos deducir ‘ahí está el responsable’”.

Eric Cotoñeto, ex diputado local en Puebla por el PRD (antes de dejar ese partido y transitar a Morena), igualmente apunta en ese sentido: dentro del cúmulo de irregularidades y situaciones ilegales que se vivieron durante el proceso electoral, también hubo  dinero para cambiar las lealtades de quienes tenían que cuidar los resultados de las urnas.

Sobre todo, comenta, en la sierra norte de Puebla; ahí, dice, “los morenovallistas se despacharon con la cuchara grande”.

Los “promovidos” del PAN

A.

“Pues mira, yo trabajé de 2013 a 2017 en la SFA [Secretaría de Finanzas y Administración]. Y haz de cuenta que cuando ya se acercan las elecciones te dicen que te vayas preparando con nombre y fotos de las credenciales de votar de tus conocidos que sepas que van a votar por el PAN, y tienes que dar una lista, como mínimo, de diez nombres de personas que tú sepas, incluyéndote, que van a votar por el PAN, y lo hacen como para su control interno.

Les sacas copia o les mandas fotos, normalmente es a tus jefes inmediatos que son quienes van a concentrar toda la información, y ya. Y básicamente, si no lo haces, te amenazan.

A mí me mandó a llamar una funcionaria. Me dijo que por favor cooperara e hiciera lo que se me estaba pidiendo, porque si no, no vaya a ser que tu jefe se entere y le pase algo a tu familia, o no vaya a ser que te quedes sin trabajo. A él [Rafael Moreno Valle] no le gusta eso, le gusta tener gente leal, me decía. Eso fue para la elección a gobernador pasada, cuando ganó Tony Gali. Y te preguntan, ¿eres panista? Pues qué dices. ¿Qué haces? Si dices, no, no soy panista, te corren. Ahí se aprovechan de la necesidad de las personas. Y yo en ese momento, la verdad, sí tenía la necesidad”.

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Lo que hicieron los morenovallistas, cuentan un par de operadores políticos del PAN –cuyos nombres se reservan–, fue algo complejo. Primero pedían una lista de al menos 15 personas “promovidas” que fueran a votar por su partido o que pudieran ser convencidas de votar por su candidata. No fue opción: se lo exigieron a todos los que trabajan en gobierno, según confirmaron algunos trabajadores y extrabajadores con los que LADO B habló.

El portal e-consulta tuvo acceso a uno de los archivos que les fue entregado para su llenado: un documento en formato excel en donde se debía registrar nombre completo, colonia, municipio, dirección, sexo, edad, teléfono, sección y número de credencial de elector de cada persona. Los operadores y trabajadores con los que LADO B pudo platicar –bajo la petición de mantener sus nombres en reserva– confirmaron que los datos exigidos por sus jefes eran exhaustivos.

El siguiente paso era “auditar” la lista; verificar primero, en cruces con otras listas ya capturadas en el sistema electrónico del PAN, que los nombres no se repitieran. Si esto sucedía, se le regresaba la lista al trabajador para que consiguiera electores diferentes.

El siguiente paso de la auditoría era llamar por teléfono a la persona “promovida” simulando una encuesta para confirmar sus preferencias electorales. Así fue como pudieron detectar las zonas en donde era más probable el triunfo, y en cuáles Morena tenía las preferencias: “en esos casos se desactivó la movilización [acarreo] de votantes; no íbamos a hacerles el trabajo a los morenos”.

Esa información fue clave, dicen los operadores panistas, para aplicar la estrategia de comprar credenciales de elector a simpatizantes de Morena; una de las modalidades de compra de voto que se reportó en esta elección, para evitar que llegaran a las urnas.

Y aunque no hay un estimado de cuánto se repitió esa estrategia en todo el estado, en el caso del distrito de Atlixco –uno de los 26 distritos federales–, un operador de Juntos Haremos Historia estima que fueron al menos 7 mil credenciales las que compraron y se pagaron entre 500 y hasta 1500 pesos.

“Fue una operación muy técnica y de alto nivel”, sostienen los operadores electorales consultados para este trabajo.

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G.

“Trabajo en la Secretaría de Infraestructura, en el área de transporte. Hace unas semanas nos pidieron, bueno nos dieron unas hojas donde teníamos que llevar datos de quince personas, de las credenciales de quince personas, ‘promovidos’, para que votaran a favor de Martha Erika Alonso.

El día de hoy nos dan la indicación a través del exsecretario Xavier Albizuri –ahorita está como candidato a diputado–, que les pidamos a estas personas que tomen una foto de la boleta, obviamente marcando a favor de Martha Erika, pero acompañado con una credencial de las personas que “promovimos”, su licencia, una credencial de alguna escuela, gimnasio, pasaporte o, ya en un caso muy extremo, pues un comprobante de domicilio. Esto, obviamente, para poder comprobar que las personas que nosotros dijimos que iban a votar por ella, obviamente, lo hagan.

Nos dicen; nos están obligando a hacerlo. De no llevar a cabo esto pues nuestro trabajo está en riesgo. Yo platiqué con algunas amigas y amigos de otras dependencias y me dicen que les están diciendo lo mismo, incluso a personal del Ayuntamiento, pues quieren que obliguemos a nuestros familiares y amigos a votar a favor de Martha Erika, si no perdemos nuestro trabajo”.

compra y coacción del voto

Afiliados al PRD hacen campaña por el PAN y Martha Erika

Paco trabajó en la administración estatal cuando Rafael Moreno Valle aún gobernaba la entidad. Estuvo en la Junta de Conciliación y Arbitraje. Y en 2016, cuando llegó el momento de hacer campaña para definir quién ocuparía la gubernatura por un espacio muy breve, apenas 1 año y 8 meses –un periodo de transición para que las elecciones locales empataran con las federales en el proceso de 2018–, a Paco lo llamó su jefe para decirle que tenía que salir con las brigadas electorales que esa dependencia organizó para promover a Antonio Gali Fayad, el delfín de Moreno Valle. No era voluntario: o salía a las calles a repartir utilitarios y registrar posibles votantes o perdía el trabajo. La forma en que le dijeron su tarea de fin de semana no dejaba lugar a dudas.

“Tuve que salir a tocar las puertas, a regalar tortilleros y cuanta cosa. A cambio pides los datos personales y, si se puede, hasta la credencial del elector”.

Esa elección la ganó el candidato del PAN y de Moreno Valle. Dos años después, se repitió el esquema de obligar a trabajadores a salir a hacer campaña.

En febrero de 2017, Carlos Martínez Amador, hasta entonces líder de la bancada del PRD en el Congreso local y aliado del exgobernador Rafael Moreno Valle –fue una de las piezas que movió para apoderarse del control del partido del Sol Azteca con la corriente Nueva Izquierda, el grupo controlado a nivel nacional por Jesús Zambrano y Jesús Ortega–, presentó su solicitud de licencia como diputado para asumir la dirección del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla (Cobaep). Con su llegada aumentaron también las denuncias públicas de que esa institución educativa estaba siendo utilizada para engrosar las listas de militantes perredistas.

Las denuncias no eran nuevas. Desde octubre de 2016, la entonces presidenta del partido del Sol Azteca en Puebla y también diputada local perredista, Socorro Quezada, denunció el uso del Cobaep como granero de afiliaciones masivas, pero con la llegada de Martínez Amador la práctica se intensificó.

En abril de 2017, el Observatorio Ciudadano Laboral Poblano interpuso una denuncia en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) en contra de Martínez Amador por las afiliaciones masivas de trabajadores sin su consentimiento. En la denuncia se señaló que incluso se condicionaba a padres de familia la permanencia de sus hijos en los planteles educativos a cambio de las afiliaciones.

Martínez Amador dejó el Cobaep en noviembre de 2017, cuando fue nombrado presidente estatal del PRD. El uso de la institución para la operación política no terminó con la salida del neoperredista.

Palabras más palabras menos ocho docentes del Colegio de Bachilleres contaron lo siguiente:

“Nuestra obligación era llevar personas que nos ayudaran a promover el voto a favor del PAN; además de llevar una lista de promovidos cada vez que salíamos a promoción del voto, ya sea obsequiando la propaganda que nos daban, y que cada persona nos diera el nombre de un familiar sin que este lo supiera”.

“También nos pedían una lista de promovidos personal, ya fuera de familiares, conocidos o amigos, para afiliarlos involuntariamente. A cada trabajador nos pedían mínimo veinte promovidos si queríamos mantener nuestras horas; y si queríamos incremento de horas, teníamos que llevar mínimo 50 o 100 promovidos personales”.

Pero además: “nos pidieron como evidencia la foto de la boleta marcada; quien no la presentara podía despedirse de sus horas. También teníamos que dar seguimiento a nuestros promovidos pidiéndoles a cada uno lo mismo: que tomara foto de su boleta con todo y folio”.

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S.

“Trabajo en el Hospital General del Sur Dr. Eduardo Vázquez Navarro; soy de contrato. A todas las personas de contrato nos pidieron llevar una lista con 10 contactos que votaran por la señora Martha Erika. Y les hablaban a tus contactos para saber si realmente iban a votar por ella. Sé que a algunos compañeros, que no son de contrato, les pidieron 30 contactos bajo amenaza de despido”.

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LADO B recogió testimonios y denuncias de trabajadores del Tribunal Superior de Justicia, la Secretaría de Infraestructura, el Colegio de Bachilleres y la Secretaría de Salud. Todos, en el mismo sentido, fueron obligados a conseguir votantes para la candidatura de Martha Erika Alonso Hidalgo.

Uber para acarrear votantes

El sábado 30 de junio, LADO B recibió la llamada de una fuente que vive al sur de la capital poblana para contar que había choferes del servicio de transporte ejecutivo, Uber, que estaban transportando grupo de personas para la compra de voto en las colonias del sur de la capital poblana.

En la llamada se dijo que el punto de reunión era una casa en la calle Alhelí de la colonia Lomas del Sur. En el sitio referido se alza una casa de 3 pisos con fachada de ladrillo y portones de metal. El número: 6327. Ese sábado, cuando LADO B visitó el lugar, la casa estaba rodeada por jóvenes que vigilaban la entrada y salida de los grupos que llegaban en vehículos de servicio ejecutivo pero también en autos particulares, y reportaban los sucesos vía radio y celular.

Los grupos eran liderados por mujeres que portaban cangureras y gorras. Entraban al sitio y, luego de entre 30 minutos y una hora, se retiraban. Luego regresaban con un nuevo grupo de personas.

Ese fue uno de los puntos de compra de votos que se registraron en la capital poblana. La plataforma Democracia sin Pobreza, un proyecto encabezado por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza con el apoyo de Alianza Cívica, contabilizó 14 en la capital poblana, y 24 en todo el estado unos días antes de la jornada electoral. La cifra cerró en 31 puntos, al reportarse 7 casos más el día de las elecciones, cinco en la capital poblana, 1 en Huauchinango y 1 más en San Martín Texmelucan.

LADO B confirmó, además, puntos de compra en la zona de Amalucan, al norte de la capital poblana, instalados el día previo a la jornada electoral. Uno a un costado de la clínica 55 del IMSS; otro junto a la Unidad Hospitalaria Amalucan, un nosocomio particular ubicado en la avenida Xonacatepec; otro más en un domicilio particular en la calle 38 Norte y 18 Oriente, en la colonia Cristóbal Colón. En los tres casos la compra de votos era a favor de la candidata de la coalición Por Puebla al Frente (PAN, PRD, MC y partidos estatales PSI y CPP), Martha Erika Alonso Hidalgo.

Además, días antes de la jornada electoral, el portal e-consulta documentó que en la 37 oriente, en colonia El Mirador, se instaló otro centro de compra de votos del PAN y sus partidos aliados.

De acuerdo con una encuesta realizada a nivel nacional por Democracia sin Pobreza, la coalición PAN-PRD-MC fue, junto con el PRI, de los partidos o entidades políticas que más intentaron la compra de votos ofreciendo regalos, servicios o dinero en efectivo.

Dice Democracia sin Pobreza en su informe final que, “el gasto en materiales y suministro es un rubro delicado. Puede usarse con facilidad para dispersar bienes apreciados en época electoral”.

Y ese fue uno de los rubros presupuestales que más creció en el primer semestre en los últimos dos procesos electorales, como se observa en los reportes financieros que el gobierno del estado publica trimestralmente.

2018° 2017 2016° 2015
Materiales y Suministros* 601.7 297.8 371.5 284.1
Diferencia porcentual con año precedente** 102.3 -19.8 30.8
Diferencia neta año precedente* 303.9 -73.7 87.3

*Cifras en millones de pesos que concentran el flujo de dinero de los primeros dos trimestres del año; **porcentaje °año electoral

Foto: Marlene Martínez / LADO B

Despensas por votos

Varios días después de la jornada electoral la tienda Comercial Vammer en la sierra norte, propiedad de Manuel Estrada -suplente del candidato a presidente municipal de Chignahuapan-, se llenó de filas de gente que llegó a canjear decenas de vales que se repartieron días antes de la elección a cambio de votos a favor del PAN y sus partidos aliados.

La ex candidata a diputada federal por la coalición Juntos Haremos Historia, Evelia Hernández Juárez impugnó el resultado de la elección ante el Tribunal Electoral del Estado (TEE), presentando evidencia de compra de votos e irregularidades en al menos 6 de los 29 municipios que conforman el distrito.

A este medio la ex candidata mostró la foto de uno de los vales con el folio 13134, asegurando que al menos se repartieron 15 mil.

Otra de las irregularidades que mencionó fue el hallazgo de boletas marcadas a favor de Morena en el vecino estado de Hidalgo, colindante con varios municipios del Distrito 2, mientras que el Sol de Puebla reportó el hallazgo de boletas y paquetería electoral en las orillas de la presa de Necaxa la mañana siguiente de la jornada electoral.

Evelia dijo que esto tampoco ha sido investigado, pese a que podrían tratarse de votos para Juntos Haremos Historia que fueron robados.

En Ixtacamaxtitlán, municipio de donde es originaria, la candidata dijo que Por Puebla al Frente, la alianza que postuló a Martha Erika Alonso, estuvo, durante meses, repartiendo tinacos y coaccionando el voto de la gente mediante ayuda social.

Agregó que, además, en la región se utilizaron los programas sociales Prospera y 70 y Más para que la gente votara a favor del PRI, que ganó 19 de los 29 ayuntamientos del distrito, donde Morena ganó solo uno.

Fue el único distrito donde el PAN ganó una diputación federal en una elección en la que Morena y sus aliados, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, arrasaron con todo, pues se quedaron con catorce de los quince curules federales.

Ese distrito, el 2 con cabecera en Zacatlán, fue también el único donde hubo militantes partidistas asesinados durante la jornada electoral. Los priistas Lázaro González Hernández y Fernando Herrera Silva perdieron la vida, dos más resultaron heridos, en un ataque por un grupo armado, que sigue sin esclarecerse.

A.

En una colonia al norte de la ciudad de Puebla, un par de vecinos solicitaron copias de credenciales de elector con número de teléfono para “gestionar una alarma vecinal” ante el Ayuntamiento. Dijeron que la calle que entregara más copias sería donde se colocaría a alarma. Días después, uno de los vecinos que solicitó las copias, dijo que la alarma sería entregada por la regidora Julia Jimenez.

Tres días antes de las elecciones un segundo vecino informó, a través de un grupo de whatsapp, que la alarma había sido “donada” por el candidato a diputado local de la coalición Por Puebla al Frente, Jesús Zaldivar. Al ser cuestionado por no haber informado de eso antes, el vecino se apresuró a explicar que había sido una gestión ante el Ayuntamiento y que el “intermediario” había sido el candidato.

(Con información de Mely Arellano y Marlene Martínez)

* Este trabajo se realizó con el apoyo de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

De la misma serie

1.- Puebla, democracia en duda: reventar la elección.

2.- Puebla, democracia en duda: la (débil) cadena de custodia

 

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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