Cuando hice una selección con las líneas de bajo que más amaba mucho se quedó fuera, por lo que ahora que vuelvo a este bello escenario, una segunda parte era lo lógico.
Salvo por la espectacularidad de un par de pasajes en La Villa Strangiato o el dinamismo de This Charming Man, My Sharona y Hallowed Be Thy Name todas son, como en la Miss Tape anterior, líneas más bien modestas.
En algunos casos se trata de figuras que se repiten como mantras a lo largo de la canción para llevar a un punto cuasi hipnótico, como en el caso de Crosseyed and Painless, Black Rockin’ Beats o White Rabbit.
De Metamorféame, Lounge Act y Anybody Seen My Baby adoro el modo en que el bajo hace aparecer a la canción en el mundo para después regresar a su lugar en el escenario, sin robar cámara. Es curioso lo que hace la primera: nótelo, con cada estrofa toca un ‘golpe’ más que en la previa. Sabo…
Algunas se toman lo de no robar cámara muy en serio, como Achilles Last Stand, inimaginable sin ese fondo; difuso a veces, pero hermoso y ágil, como Aquiles. Tan inimaginable como Once Upon a Time in the West sin ese bajo que, no le roba cámara a la guitarra de Mark Knopfler (¿quién podría?) pero cuya ausencia restaría a la canción el toque sexoso que a menudo el británico da a sus creaciones, aunque el tema ni lo sea, god only knows why.
No podía quedar fuera la célebre The Chain, tan célebre que en los 80 fue parte de la campaña de John Player Special (una marca de cigarrillos que ni yo pude probar, aunque usted no lo crea); tan poderosa que causa envidia pues todo bajista querría crear algo así de memorable.
Lo mejor, por supuesto, será que usted escuche y juzgue: ¿le dieron ganas de tocar el bajo de aire
TRACKLIST 1:12′