Jaime López

@JaimeComunidad3

[dropcap]U[/dropcap]na mujer llamada Lola se asoma todos los días por la puerta de su más reciente hogar, que en realidad es un asilo localizado en el occidente del país, con la esperanza de ver a ese alguien que fue parte importante de su vida: su marido.

La cantidad de arrugas en su cara es directamente proporcional al entusiasmo de esa espera. Del mismo modo, dicha mujer añora que su progenitora responda a una llamada telefónica suya.

En el mismo sitio, una adulta mayor invidente evoca antiguas canciones inscritas en el género de la balada romántica, mientras es aseada y cambiada por un grupo de enfermeras, al mismo tiempo del desmán de una camarilla de amigas, producto de descubrir que se comieron unos mangos echados a perder. El brillo en el rostro de la mujer ciega es innegable cuando su mente y voz se pierden entre esas melodías que tararea constantemente.

El anterior par de viñetas femeninas integran el argumento de “Mientras se espera”, la obra debut de Paola Villanueva Bidault, que será exhibida el próximo 28 de agosto en Puebla, como parte de la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género (MICGénero) 2018.

Durante una entrevista para esta casa editorial, la realizadora señaló que una de las cosas que más le llamó la atención de retratar a un grupo de mujeres mayores fue el hecho de descubrir por qué repiten las cosas, saber el significado de ello.

“Con esta película entendí que repites lo que te define, lo que más te importa, por lo que más luchaste en toda la vida. Me gusta pensar eso, es algo que se puede ver con Lola (…) Me hace pensar mucho qué voy a repetir yo al final de mi vida”, expuso.

Por otro lado, resaltó no haber tenido una concepción errónea de los adultos mayores antes de realizar su primera cinta, por lo que nunca sintió aversión o aburrimiento respecto a ellos; reconoció que el séptimo arte es una herramienta idónea para preservar y formar la memoria, así como para que las personas sepan cómo pueden ser en el futuro.

En cuanto a la situación de las y los ancianos en la tierra del águila y el nopal, la creadora remarcó la dificultad que padecen las mujeres durante su vejez, sobre todo aquellas que no reciben ningún tipo de pensión económica. Manifestó su deseo de que la sociedad las integre a las dinámicas cotidianas y, por ende, ya no las segregue.

“De mi experiencia con estas mujeres, no creo que nadie como mujer tenga hijos pensando que las van a cuidar de grandes, eso es un mito que nos inventamos. Tampoco creo que nadie se case para tener un marido que las cuide. Mas bien tenemos que seguir pensando en integrar a los adultos mayores hasta el día que se vayan”, explicó.

El filme en turno será proyectado con presencia de su directora el próximo 28 de agosto, a las 19 horas, en la Cinemateca Luis Buñuel. Será su segunda exhibición en Puebla, y se espera una respuesta positiva entre la audiencia local, como la que tuvo cuando se presentó en el Teatro de la Ciudad.

Dicha propuesta se distingue por evitar los maniqueísmos emocionales, así como por eludir el “amarillismo” en el argumento, pues es una propuesta naturalista que nos inserta en el día a día de sus protagonistas, sin tremendismos o escenas prefabricadas.

Además, goza de un personaje sumamente fuerte (la ya mencionada Lola), con el que el público conecta o siente empatía de inmediato, ya sea por su carisma, ya sea por su manera de conservar la esperanza. 

En tanto que el tópico abordado por “Mientras se espera” es muy importante de (re)conocer: qué pasa con aquellas mujeres de edad avanzada, pertenecientes a las clases media y baja, que no tienen a nadie que las cuide.

Así, las y los espectadores serán testigos de una película sutil y amena, que se enfoca mucho en demostrar la camaradería surgida entre varias ancianas dejadas al olvido, quienes, por momentos, parecen seres berrinchudos, al pelear como niñas, que en el fondo aguardan (y merecen) algo muy profundo: esperanzas hechas realidad, así como más apoyo y visibilidad.