Lado B
Los periodistas y las oficinas de comunicación social
La función de una Oficina o Departamento de Comunicación es, esencialmente, mantener un vínculo con los medios masivos de comunicación
Por Susana Sánchez Sánchez @
20 de agosto, 2018
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Tomada de www.clasesdeperiodismo.com

Susana Sánchez Sánchez

@multiplesvoces

Las dependencias de gobierno, las organizaciones no gubernamentales, algunos grupos ciudadanos y las empresas suelen tener una Oficina o Departamento de Comunicación, cuya función esencialmente es mantener un vínculo con los medios masivos de comunicación, bien para dar a conocer algún evento o emitir posturas respecto a algún tema polémico.

Si bien los Departamentos de Comunicación han extendido sus lazos comunicativos al exterior a través de distintas redes sociales, donde el público en general puede tener información de primera mano, por ejemplo de una rueda de prensa en vivo o de algún comunicado de prensa, la relación con los medios masivos de comunicación (generalmente de noticias) siguen siendo primordial para que los mensajes de las dependencias, organizaciones o empresas lleguen al mayor número de personas posibles, es decir, que se mediatice la información para que tenga un impacto masivo.

Asimismo los medios de comunicación y los periodistas, pese a que pudieran tener acceso virtual a la información, el vínculo con los Departamentos de Comunicación sigue siendo importante para ahondar en un tema de interés público o para pactar citas con los líderes de esas organizaciones y entrevistarlos.

Si bien los Departamentos de Comunicación parecieran tener las puertas abiertas para todos aquellos que les interese la información que puedan emitir, ¿por qué se les restringe el paso a algunos periodistas o por qué no son convocados  por ejemplo a ruedas de prensa? ¿Los Departamentos de Comunicación pueden restringirle la entrada a un periodista? Vamos a matizar:

  1. Cuando las Oficinas de Comunicación de instituciones públicas convocan a ruedas de prensa o a entrevistas con la prensa, por más que les caiga mal un periodista o un medio de comunicación no tenga convenio publicitario con la institución, el Departamento se tendría que ver obligado a dejar entrar a los periodistas aunque no hubieran sido convocados, pues la información es de carácter público. Claro que del dicho al hecho hay mucho trecho, en tanto existen organizaciones públicas que no dejan entrar a la prensa, aunque esté debidamente acreditada para cubrir el hecho. En casos como éstos, generalmente las instituciones públicas restringen el paso a los periodistas de los medios que no tienen convenio o a los periodistas que llevan investigaciones serias en torno a algún funcionario o a alguna mala administración gubernamental –En ese tenor, siempre le conviene a la institución pública citar a la prensa dominada y amaestrada para maquillar la información o contar las cosas parcialmente.
  2. Pero, ¿las Oficinas de Comunicación de empresas se pueden dar el lujo de restringir el paso a la prensa? Sí lo hacen, pero de manera audaz. Las empresas consolidadas suelen hacer un perfil de los medios y lo mismo hacen con los periodistas. El equipo del Departamento de Comunicación de una empresa no le va a restringir la entrada a un periodista o a un medio serio, al contrario, sabe que ello le ocasionaría una crisis mediática, por lo que busca ofrecerle toda la información posible para aclarar las cosas o calmar los ánimos. Si los medios o periodistas no deseados por tergiversar la información o por escandalizar sin fundamentos se llegan a colar a ruedas de prensa, las oficinas de comunicación de las empresas suelen llevar un control estricto de quién sí y quién no puede preguntar, sin decirles necesariamente: tú no.

Se entiende que la empresas cuiden su dinero y su imagen al no invitar a ciertos periodistas a sus eventos (hay que decir también que algunos periodistas, sobre todo en eventos deportivos o de espectáculos abusan de su cargo para pedir pases para su familia); pero las dependencias públicas no son empresas, no obstante actúan como tal. Si los líderes de las instituciones públicas quieren tener un control exacerbado de la información, no tendrían que ser tan obtusos, basta con no citar a ruedas de prensa ni citar a ciertos periodistas a eventos públicos porque de todos modos se enterarán, dirían por ahí: Hay instituciones públicas o funcionarios que “se ponen de pechito” para levantar sospechas.

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