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La Puebla que se resiste a morir: Farmacia Universal
En 1901, José Estrada Tapia fundó la “Botica Universal” en lo que era su domicilio la Antigua Calle de la Carreta y Ángela Peralta y ahora está sobre la 5 Norte 606
Por Lado B @ladobemx
12 de julio, 2018
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Foto: Leo Herrera

Leonardo Herrera

@porqueleo

En 1901, José Estrada Tapia fundó la “Botica Universal” en lo que era su domicilio la Antigua Calle de la Carreta y Ángela Peralta y ahora está sobre la 5 Norte número 606. Originario de Chiautla de Tapia, heredó el negocio a su familia pero es Raúl Estrada, su hijo menor, quien ahora administra el lugar.

Don Raúl, quien es llamado “Doc” por sus clientes, al preguntarle por la antigüedad de su negocio, responde que su “farmacia tiene poco tiempo: solo 116 años”. El papá de Don Raúl fue un boticario, personas dedicadas a preparar los remedios recetados por los médicos, escritas en francés, en las que indicaban los componentes que debía llevar la preparación final.

La botica también era conocida como farmacopea y era el lugar de alivio de la ciudad, pues además de preparar las recetas hacían ungüentos y otros remedios tradicionales usando herbolaria, ácidos y sales. Hoy en día, este arte se encuentra desaparecido en la ciudad y casi en extinción en todo el mundo.

Se podría imaginar a los boticarios como expertos laboratoristas o químicos realizando combinaciones de substancias extrañas; sin embargo, era grandes conocedores de recetarios y de sustancias con los que realizaban los preparados prescritos por los médicos.

Conforme se introdujo la medicina de patente, las boticas se fueron transformando en puntos de venta de medicamentos ya preparados y empaquetados para su venta en dosis preestablecida y se difundió su uso entre los médicos; así, las boticas se convirtieron en las farmacias que conocemos actualmente.

Con estos cambios, la botica cambió su nombre a “Farmacia Universal” y comenzó a vender productos de higiene personal, algunas curiosidades, refrescos, medicamentos, así como navajas de afeitar, agua de colonia, jabones, cosméticos, entre otros más. Sin embargo, el lugar aún guarda exhibidores de antaño que llenan de nostalgia el ambiente. Al fondo se alcanza a ver algunos frascos y los muebles originales de la botica.

Este negocio, al igual que muchos otros, sin importar el giro comercial se encuentra asediados por diferentes situaciones que vuelven más compleja su vida y duración en el tiempo. En este caso, probablemente, su principal enemigo son las farmacias de cadena, que tienen la posibilidad de comprar grandes volúmenes de mercancía y con ello tienen mayores descuentos que las farmacias pequeñas y sus precios al público son más baratos o bien pueden realizar ofertas, algo que a las independientes les resulta imposible.

Las farmacias tradicionales del Centro Histórico de Puebla se han visto afectadas por diversos elementos, como el alto costo de los productos, la competencia de grandes cadenas de farmacias, que incluso cuentan con supermercado y están abiertas veinticuatro horas al día.

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La Puebla que se resiste a morir se realiza con los recursos del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Puebla 2017-18.

Este programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recursos provienen de los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Está prohibido el uso de este programa con fines políticos, electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos. Quien haga uso indebido de los recursos  de éste, deberá ser denunciado y sancionado de acuerdo con la ley aplicable y la autoridad competente.

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