Lado B
Las campañas son de miedo o esperanza, pero lo que hay es enojo
Especialistas analizan en la Ibero Puebla el impacto de las campañas negras y las redes sociales en el proceso electoral vigente: las redes no hacen ganar, pero sí pueden hacer perder
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
04 de mayo, 2018
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Tomada de eldictamen.mx

Ámbar Barrera

@AstroBruja_

En las campañas actuales pueden verse dos estrategias muy claras: unas son para provocar miedo y otras para infundir esperanza, dos caras de la misma moneda, pues sin miedo no hay esperanza, pero se trata de campañas están mal dirigidas pues la mayoría de los ciudadanos no tiene miedo, sino que están enojados.

Lo anterior fue dicho por Javier Sánchez Galicia, consultor político y director del Instituto de Comunicación Política (ICP), durante el foro Procesos electorales, comunicación política y campañas negras, organizado por el departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla en el que también participaron Jorge David Cortés Moreno, autor de Dark Marketing; Manuel Carmona Sosa, autor del libro Las guerras del odio, y Rodolfo Ruiz, director del periódico digital e-consulta, moderados por Flora Molina, académica de la Ibero.

De acuerdo con el análisis de Sánchez Galicia, el enojo que impera en la sociedad mexicana se traduce en “votos antisistema” y, en el caso de estas elecciones, es AMLO a quien dirige ese tipo de voto. Esa, considera, es la misma razón por la que hay priistas que dejan su partido para irse a Morena, pues buscan los logros que en sus partidos no consiguieron.

También por eso es que otros partidos se alían para unir fuerzas, incluso si son “alianzas antinaturales entre partidos de derecha con partidos de izquierda”, como una estrategia para intentar contrarrestar ese voto antisistema.

Además de la estrategia miedo-esperanza, está también la manera en que los candidatos se dirigen a la población, que no es a través de propuestas concretas, sino de la emoción y creencias.

Rodolfo Ruiz habló de la saturación de spots durante las campañas, un factor también importante que contribuye al hartazgo de la gente, pues se transmiten todos juntos durante un corte comercial y a veces se transmite el mismo spot hasta 3 veces seguidas.

En opinión del periodista, esta “spotización” de las campañas no funciona, al contrario, hace que el ciudadano deje de escuchar.   

–Las campañas políticas ya no son un teatro, son una auténtica industria del espectáculo –dijo Javier Sánchez.

El también académico criticó que AMLO ha usado su campaña no para proponer, sino para “ensalsar” su imagen, mientras que el 30% de la campaña del PRI ha sido para golpear a sus oponentes.

Destacó el caso de Movimiento Ciudadano que en meses pasados logró que su spot -el del niño cantando y bailando- tuviera un 95 por ciento de alcance, algo extraordinario que, sin embargo, tuvo tan solo un 13 por ciento de efectividad, uno de los porcentajes más bajos entre todos los partidos.  

Sobre las campañas negras, mientras Rodolfo Ruiz expresó que le parece que sólo sirven para desprestigiar a los adversarios, Manuel Carmona las defendió, pues con todo y sus contrastes, los candidatos “están en su derecho de revisar el pasado de sus adversarios”.  

Además, opinó que los votantes también tienen el derecho de conocer esa información que consideró mucho más valiosa que las promesas que los candidatos ofrecen en sus campañas. En ese sentido, el politólogo dijo que entonces las campañas negras podrían tener “hasta una justificación ética”, si es que se basan en una verdad.

El impacto de las nuevas tecnologías en el proceso electoral

Desde la perspectiva de Rodolfo Ruiz, el surgimiento de las fake news se debe al boom de las redes sociales y a que las personas dejaron de leer medios de comunicación como tal para informarse. Ahora, su fuente primaria de información son redes sociales como facebook, twitter o youtube, y se dan por hecho los mensajes que ofrecen: el consumidor no verifica la información.

Sobre esto, Ruiz explicó que los medios también tienen la culpa pues para entrar en competencia con la inmediatez del mundo digital y con el afán de ser los primeros en informar, no verifican lo que publican, lo que perpetúa el círculo vicioso de las fake news.

Además, de acuerdo con Javier Sánchez, las fake news también tienen intenciones políticas y aún así ya no hay mediación en la información, por lo que los algoritmos de nuestros “gustos” seleccionan las noticias que nos muestran, con lo que obtenemos solamente información segmentada.  

Por su parte el académico Jorge David Cortés recordó al autor italiano Giovanni Sartori quien ya en 1997 predicaba que la política sería teledirigida, es decir, influenciada por la imagen.

Si los seres humanos desde la llegada de la televisión ya interpretaban la imagen, abstrayendo de ella mensajes personalizados, ahora las nuevas tecnologías nos ahorran el proceso de abstracción para darnos mensajes claros y ya subjetivos a través de los memes, por ejemplo. Entonces, el modo en que funciona la tecnología limita nuestra forma de comunicarnos.

La propuesta del investigador no es dejar de consumir este material, pero sí agregarle a ese consumo una parte de análisis y comprobación de información, así como la diversificación de nuestras fuentes de noticias.

Contrario al resto de los ponentes, para Manuel Carmona se ha sobre dimensionado el impacto de las nuevas tecnologías en el proceso electoral, pues opina que aunque son de suma importancia para las campañas, no se puedes hacer a un lado otros factores (fuera de la red) que pueden determinar el curso de unas elecciones: el humor social, la historia del candidato como tal, el partido, etcétera.

Javier Sánchez estuvo de acuerdo con Carmona respecto a que tal vez las redes no hacen ganar a alguien pero sí pueden hacerlo perder. “Un mal tuit puede destruir una carrera política”.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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