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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Después de la publicación del reportaje “Las empresas fantasma de Veracruz” en el portal Animal Político en 2016, el periodista Arturo Ángel siguió recibiendo y recabando datos sobre la administración de Javier Duarte. Los nuevos descubrimientos le dieron material suficiente para escribir el libro Duarte, el priista perfecto, publicado por Random House.

Para Arturo Ángel la propuesta de la editorial para escribir el libro significó una oportunidad para terminar de contar a detalle cómo operaba la red que le permitió al ex gobernador desviar millones de pesos, y hacer un balance de su mandato.

Duarte, el priista perfecto además pone sobre la mesa los cabos sueltos que aún quedan en el esquema de corrupción, que también se ha usado desde el gobierno federal.

El reportaje, que le mereció a Arturo Ángel y al equipo de Animal Político el Premio Nacional de Periodismo 2017, se enfoca principalmente en 25 empresas y en el libro se descubre un entramado mucho más grande, que involucra no sólo a funcionarios sino a compañías privadas.

En Duarte, el priista perfecto se descubren a los autores intelectuales de la red de empresas para desviar recursos públicos, y a los funcionarios clave vinculados a dicha red. Por cierto, una buena parte de estos sigue sin enfrentar consecuencias por los delitos cometidos, principalmente ex funcionarios que estuvieron durante la administración de Duarte, y el despacho que se encargó de todos los trámites legales.

En palabras del periodista: “(Javier) Duarte se ganó a pulso los señalamientos y el desprecio de la sociedad en Veracruz, pero hay personajes claves en su gobierno, como personas que actualmente son diputados federales del PRI, que tuvieron igual o más responsabilidad (en los desvíos millonarios) y no les ha pasado nada, puede que estén protegidos”.

El libro es resultado de más de dos años de trabajo, contando desde febrero de 2015 cuando empezó la investigación de los desvíos. Pese a su publicación el tema todavía no está agotado. “Desafortunadamente no es una historia con un final feliz. Aún no acabamos de documentar los capítulos de esta red de compañías fantasma y todos los usos que se le dio”.

Arturo Ángel dijo que aunque los gobernadores son los villanos en turno es necesario impulsar más investigaciones para llegar a lo más profundo de este gran mecanismo de corrupción. «Mientras no se vaya al fondo de estas redes, a los despachos que crean estos esquemas, esto no se va a acabar.”