Lado B
Lady Bird, cuando se reivindica al Cine Teen
Catalogada por la Revista Time como una de las 10 mejores películas del 2017, Lady Bird es maravillosa por su simpleza
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
01 de marzo, 2018
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Héctor Jesús Cristino Lucas

¡Oh el Cine Teen! El fantástico Cine Teen. No sólo representa un pequeño género subestimado para algunos -críticos, en su mayoría, que no pueden evitar relacionarlo con American Pie– y alabado por otros -jóvenes identificados por la filosofía de “elige tu vida” de Trainspotting– sea como sea, representa quizás el género más soñador de todos, porque el género teen, curiosamente, puede contener a su vez a todos los géneros: horror, romance y hasta comedia irónica.  

El cine tiene ejemplos maravillosos de cada faceta teen: De la etapa sexual, como en la perversa Cruel Intentions (1999) de Roger Kumble, de la terrorífica como en Scream (1996) de Wes Craven y de la inocente, como en The Virgin Suicides (1999) de Sofía Coppola.

El Cine Teen nos hace recordar y reírnos de nosotros mismos, de lo que alguna vez fuimos o de lo que aún somos.

Grandes cineastas, titanes del séptimo arte, han volteado a ver a ese pasado, haciendo de sus obras extractos que van entre lo pseudo-biográfico y lo meramente ficcional, pero que en la mayoría de casos sirven como excusa para hablar de temas importantes como hizo Marjane Satrapi con Persépolis (2000) en la que nos llevó, más allá de una biografía pretenciosa, a la realidad sociopolítica de la vida en Irán.

No es diferente el caso de Lady Bird, de la directora Greta Gerwig, una contendiente a Mejor Película en los premios Oscar y que además se ha vuelto instantáneamente un referente importante del Cine Teen. Del buen Cine Teen, quiero decir.

De hecho, esta es una pieza importante de un pequeño subgénero del cine teen independiente, el Mumblecore, que consiste en mostrar la vida y relaciones de personajes de entre 20 y 30 años de edad, actuaciones naturales y le da prioridad al diálogo (muchas veces improvisado) y al desarrollo de las relaciones personales sobre el argumento.

El Mumblecore nos muestra los innumerables problemas de los jóvenes, ya sean conflictos emocionales, laborales o sociales, pero tratados con seriedad y respeto, pese a que muchas veces estos conflictos no sean ni tan complejos ni tan trascendentes. Ese es el encanto.

Un ejemplo de este subgénero es la maravillosa Clerks (1994), ópera prima de Kevin Smith. ¿La trama? Todo lo que ocurre a lo largo del día en una típica tienda de conveniencia. ¿Los personajes? Dos jóvenes cajeros y sus triviales conflictos mientras atienden a otros personajes aún más triviales, como clientes y amigos.

Volviendo a Greta Gerwig, ella también posee maravillosos ejemplos del Mumblecore independiente. El más reconocido fue Nights and Weekends (2008) que además de haberse proyectado en el Maryland Film Fest obtuvo excelentes críticas en diversos sitios especializadas.

La película sigue la relación a larga de distancia de dos jóvenes: un chico que vive en Chicago y una chica que reside en Nueva York, mientras vemos cómo hacen hasta lo imposible para sacar flote su romance a base de llamadas telefónicas o e-mails constantes. Incluso la propia Greta Gerwig es la encargada de interpretar al personaje principal.

Sin embargo, pasa que muchas veces las películas del Cine Teen, o bien, del Mumblecore son tomadas como productos intrascendentes. Tan “básicas y vacías” que no podrían figurar siquiera en las grandes ligas como muchas veces se marginó al género fantástico o de terror, pero así como Guillermo Del Toro con su romántica The Shape of Water o Jordan Peele con su sarcástica Get Out demostraron que el terror y los monstruos sí pueden ser tomados en serio, Greta Gerwig demuestra con su más reciente película, Lady Bird, que a veces no necesitas de grandes tramas para abordar temas importantes.

Lady Bird podría ser considerada ahora como la película más pequeña de la lista de los nominados, al lado de grandes titanes como Three Billboards Outside Ebbing Missouri o The Shape of Water.

Lady Bird, aunque ajena al Mumblecore sólo porque no es tan independiente como lo amerita el subgénero, vaya que posee todos sus elementos: una trama sencilla que nos envuelve a la soñadora y conflictiva vida de una chica con dotes artísticos (Saoirse Ronan) que sueña con tener novio e ir a la universidad.

La Revista Time la tiene catalogada como una de las 10 mejores películas del 2017. Lady Bird es maravillosa por su simpleza. Y en muchas ocasiones, nos envuelve en una divertida -pero no por eso menos seria- biografía camuflada de la propia Greta Gerwing en su conflictiva juventud.

Escrita y dirigida íntegramente por esta cineasta, la historia funge como pieza importante a la hora de representar a la sociedad americana (específicamente a la sociedad de Sacramento California en el año 2002) a través de una perspectiva con muchos chistes ingeniosos.

Lady Bird es una Mumblecore honesta que parece divertirse con las grandes competidoras y que no le importa mucho lo que opinen de ella. La película es exactamente como su joven protagonista que sueña con entrar a la universidad. En este caso, con entrar a las grandes ligas de los Oscars, ya lo logró.

A Lady Bird podríamos colocarla al lado de The Virgin Suicides o Ghost World. Incluso al lado de Excision de Richard Bates Jr.

Oh sí. Lady Bird es auténtica y sin pretensiones y aunque haya muchos que la critican hasta el hartazgo por su simpleza, incluyendo la simpleza de las actuaciones, Saoirse Ronan destaca por eso mismo, por su simpleza.

Sin alardes. Qué pequeña gran película.

Sinopsis:

“Una joven estudiante que se hace llamar «Lady Bird» (Saoirse Ronan) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre.”

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com

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