El 28 de noviembre fue la última vez que vieron a José Guillermo Gil Sánchez Amaro. El señor de 64 años es taxista particular y trabajaba diariamente desde la una de la tarde y hasta las ocho o máximo nueve de la noche, pero ese día, habló por teléfono con su hija Yadira Lizbeth en la noche y ya no han vuelto a saber de él.
El Tsuru que Guillermo manejaba fue encontrado un día después, en la calle 5 norte entre la 36 y 38 poniente. El vehículo estaba desvalijado: no tenía batería ni llanta de refacción y ningún rastro de José Guillermo.
El último contacto que tuvieron con él fue por teléfono; José le habló a su esposa y le dijo que ya iba hacia su casa, que estaba por Plaza Loreto. Al notar que ya era muy tarde y no llegaba, su familia volvió a llamarle y las llamadas ya no entraron. En ese momento ya pasaban de las ocho de la noche.
Para su familia su ausencia es muy rara, porque José Guillermo era un hombre de rutina que siempre llegaba a la misma hora y no faltaba a su casa.
Yadira dijo que ni los policías ni los agentes ministeriales les han dado noticias. Lo que creen es que se lo llevaron contra su voluntad, y quizás esté privado de su libertad. Aparte de esa sospecha, nadie les ha sabido dar razón de su papá y no han tenido suficiente apoyo en la búsqueda.
—La gente no ha respondido, es como si nadie lo hubiera visto. La policía sigue diciendo lo mismo, que hay que esperar, que ser pacientes. Pero lo que menos tiene ahora la familia es paciencia —dijo la hija de José.
La familia del taxista pide difusión y tener cuanto antes noticias del paradero de José Guillermo.