Lado B
Los robots que hablan lenguas indígenas
Los Paquitos son dos muñecos, niña y niño, que dependiendo de la ropa hablan náhuatl, totonaca, purépecha, wixarika (huichol) o español
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
05 de octubre, 2017
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Foto: Martina Žoldoš

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Los Paquitos son dos muñecos robots: una niña y un niño vestidos con huipiles bordados a mano, pantalón de manta, jorongo y morral. Dependiendo de la ropa que se les ponga su configuración de idioma cambia a náhuatl, totonaca, purépecha, wixarika (huichol) o español.

Estos robots nacieron de una alianza entre el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe), que empezó alrededor del año 2000.

El Ciesas fue el primero en acercarse al INAOE, con sede en Puebla, inicialmente con información sobre lenguas indígenas de un proyecto en la huasteca. Pero el germen concreto de los “Paquitos” es el “Morral de juegos” del Ciesas, que es una serie de juegos fáciles de reproducir por su simpleza y accesibilidad económica.

Después la colaboración entre ambas instituciones se definió enfocarse en el aprendizaje y difusión de los idiomas de los pueblos originarios, y esta unión ha creado tres juguetes diseñados con robótica, electrónica y mecánica.

La idea de que los robots sean muñecos, dice el Doctor Aurelio López López, uno de los dos responsables del proyecto y parte del área de ciencias de la computación del INAOE, es para que los niños no estén pegados a la computadora sino que interactúen con otro tipo de elementos.

Angélica Muñoz Meléndez, científica del INAOE y también responsable del proyecto, realzó la importancia de crear algo que trascendiera de la computadora y que permitiera utilizar el sentido del tacto, que es muy importante para el aprendizaje a edad temprana.

El robot tiene dos formas de juego: la primera es que al presionarse una parte del cuerpo éste la diga en el idioma configurado, mientras que en la segunda, más difícil, el muñeco mencione una parte del cuerpo y la persona tenga que identificar la correcta.

La Doctora Angélica explicó que después de hacer una búsqueda no encontraron juguetes adaptados a niños indígenas, por lo que diseñaron los robots con la ropa tradicional de cada cultura. Los trajes típicos fueron hechos a mano por una artesana, y tienen sensores electrónicos que detectan la cultura y el idioma al que pertenece. Además, todas las voces las hicieron hablantes nativos.

Actualmente se están evaluando los resultados de algunas pruebas en escuelas de comunidades indígenas, donde los niños y niñas interactuaron con los “Paquitos”. Los científicos resaltaron que los robots ayudaron a que los alumnos que decían que no hablaban una lengua indígena, pero todos en su familia sí, terminaran hablando más. Los juegos hicieron que se animaran a desenvolverse en su otro idioma y perdieran la pena.

Foto: Martina Žoldoš

Por el momento la pareja de Paquitos es utilizada por investigadores del Ciesas en comunidades de varios estados donde se habla purhépecha, huichol y totonaco. Es el Ciesas quien define los detalles de las localidades y seguimiento, y los avances y modificaciones se discuten entre las dos instituciones.

La lotería y el gusanito

Además de los robots Paquitos, la Doctora Angélica y el Doctor Aurelio hicieron una lotería en maya, mixteco y náhuatl. Al poner las tarjetas el dispositivo reconoce qué idioma es, y si todas corresponden al mismo. Se puede jugar en la modalidad fácil, que es la tradicional, donde el juguete suena como un resorte si se quita la tarjeta equivocada o hace un ruido de campana si es correcto. En la modalidad difícil lo que se escucha son frases coloquiales o refranes en los idiomas.

El tercer juguete robótico creado en el INAOE es un peluche con forma de gusano, que tiene tres ranuras con palabras para formar frases en ñahnñu (otomí), definiendo la persona, el lugar y la acción. El muñeco se conecta a una tablet o pantalla que se sincroniza con un software en línea, y al momento de terminar la frase se reproduce un video de la acción descrita.

El gusanito todavía está en fase beta, porque los más de 1300 diseños y las animaciones están siendo creados en su totalidad por el equipo del INAOE.

Foto: Martina Žoldoš

Para los científicos, los tres juguetes robóticos tienen la misma finalidad: que sean herramientas para jugar, para divertirse y también para aprender.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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