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1 millón 900 mil toneladas de escombros, la otra contingencia que dejan los sismos en Oaxaca
El retiro de más de 1 millón 900 mil toneladas de escombros traerá afectaciones al medio ambiente por su inadecuada disposición
Por Lado B @ladobemx
05 de octubre, 2017
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Foto: Diana Manzo

Jaime Guerrero | Página 3

OAXACA .- En medio de la devastación que han dejado los sismos del 7 y 19 de septiembre pasados, la demolición y retiro de más de 1 millón 900 mil toneladas de escombros se han convertido en otra contingencia por las afectaciones que traerán al medio ambiente por la inadecuada disposición de éstos en los municipios devastados por esos fenómenos naturales.

Y es que miles de toneladas de escombros considerados residuos de manejo especial, sólidos urbanos y residuos peligrosos, amenazan el medio ambiente, pues la inadecuada disposición de éstos y la violación a los criterios establecidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) contaminarían ríos y suelo.

Los sismos de septiembre han dejado más de 358 municipios afectados. La mayor devastación es en 41 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec.

Los sismos del pasado 7, 19 y 23 de septiembre con sus más de seis mil 200 réplicas, dejaron 82 muertos, más de 120 mil damnificados, 64 mil 626 casas dañadas y 358 municipios declarados como zona de desastre,

Por lo pronto, un mal ejemplo de disposición es el caso de Asunción Ixtaltepec, municipio en donde el pasado lunes el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la entrega de recursos para la reconstrucción de viviendas.

Ahí la autoridad municipal encabezada por Oscar Toral Ríos (PRI-PVEM), determinó depositar las miles de toneladas de escombros retirados de la población en el margen del río Los Perros, justo a un costado del puente que colapsó con la réplica del 23 de septiembre, confirmaron pobladores.

De su lado, la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, señaló que la tarea prioritaria en estos momentos es la demolición y retiro de más de 1 millón 900 mil toneladas de escombros, a fin de continuar con las tareas de reconstrucción, en la cual se dará la asistencia técnica para que las nuevas construcciones cuenten con los lineamientos y materiales adecuados que permitan mayor seguridad a las familias.

Asimismo, se requiere de jóvenes arquitectos e ingenieros para que realicen servicios sociales y participen en el proceso de asistencia técnica en materia de construcción en zonas sísmicas, como lo es la región del Istmo de Tehuantepec.

No obstante, aclaró que en materia de desarrollo urbano y construcción el gobierno municipal es el responsable, por tanto, estos deben asumir su responsabilidad para aplicar las reglas de construcción, atendiendo la condición de zona sísmica.

Robles Berlanga demandó a las autoridades municipales, hacer prevalecer que se construya bajo esas reglas, hacer atlas de riesgo y no existan asentamientos en cauces de ríos y laderas riesgosas.

Por lo pronto, en su página en Internet, la Semarnat publicó los lineamientos para la disposición final de los escombros tras el sismo.

En éste explica que los residuos de construcción y demolición generados en este tipo de desastres tienen una relevante importancia debido a los volúmenes generados “En muchas de las ocasiones sobrepasan las capacidades de manejo y depósito existentes, es por ello la importancia de establecer una estrategia de manejo”, señala.

Los sitios de confinamiento – explica- deben estar en un rango no mayor a 20 kilómetros del centro de la zona de desastre. No se deben depositar en zonas de áreas naturales protegidas, barrancas, marismas, manglares, esteros, pantanos, humedales, estuarios, planicies aluviales, fluviales, recarga de acuíferos ni arqueológicas, y tampoco sobre cavernas, fracturas o fallas geológicas.

Además se deben elegir sitios fuera de zonas de inundación con periodos de retorno de 100 años; ubicar confinamientos a una distancia mínima de 500 metros de ríos, arroyos, lagos y lagunas.

Y reciclar y/o reutilizar los materiales pétreos en obras de infraestructura urbana, vial e hidráulica, de rellenos sanitarios y en la misma reconstrucción de las zonas de desastre.

En tanto, la Coordinadora Única de Damnificados de Ixtaltepec (Cudi), advirtió que el margen del río Los Perros fue convertido en un cementerio de escombros que además de contaminar el afluente amenaza la vida de las personas.

En temporada de lluvia -indicaron- la fuerza del agua puede arrasar los escombros hacia la corriente y provocar en la parte más baja un embudo.

El cementerio de escombros en Ixtaltepec registra una altura de más de tres metros sobre el borde natural del río Los Perros y una extensión de hasta 10 metros a los costados y más de 500 metros de largo rumbo a la población de El Espinal.

 

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