Lado B
Nuevo fraccionamiento en Chipilo amenaza el ambiente y la suficiencia de servicios
Aumentaría el nivel de contaminación al Atoyac, pues el drenaje municipal descarga en un brazo del río y, pese a recomendación de Profepa, Atzompa no ha instalado planta tratadora
Por Mely Arellano @melyarel
31 de julio, 2017
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Sus habitantes temen que este proyecto supere la capacidad del municipio afectando su modo de vida y la economía local

Aumentaría el nivel de contaminación al Atoyac, pues el drenaje municipal descarga en un brazo del río y, pese a recomendación de Profepa, Atzompa no ha instalado planta tratadora

Mely Arellano 

@melyarel

La construcción de un fraccionamiento en Chipilo ha puesto a esta comunidad en alerta, pues sus habitantes aseguran que los servicios de agua y drenaje no se darán abasto, lo cual podría afectar su modo de vida y su economía, primordialmente agropecuaria.

El daño, de hecho, podría ser incluso mayor, pues San Gregorio Atzompa, el municipio al que pertenece Chipilo, descarga su drenaje al aire libre en un brazo del río Atoyac, por lo cual Profepa le ha recomendado instalar una planta tratadora que, a la fecha, no existe. Ante esas condiciones, la construcción de un nuevo fraccionamiento aumentará el nivel de contaminación que de por sí genera ese municipio.

[quote_right]Autoridades federales, estatales y municipales están enteradas de este conflicto ambiental y social desde hace al menos cuatro meses sin que haya visos de una pronta solución[/quote_right]

Son alrededor de 1200 las personas que se oponen a dicha obra y ya se han organizado en colectivo como Foro Ciudadano de Chipilo para documentar una serie de irregularidades que adjudican a la empresa que pretende construir el fraccionamiento, Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV y su representante legal, José Víctor Guillermo Hernández Zanella.

Autoridades federales, estatales y municipales están enteradas de este conflicto ambiental y social desde hace al menos cuatro meses sin que haya visos de una pronta solución.

Foto: Marlene Martínez

El agua

En Chipilo existe un pozo construido y administrado por los habitantes de la junta auxiliar. En la actualidad, el 30% de la población no cuenta con agua potable y las últimas mediciones que se hicieron para conocer el aforo datan de 2010 y 2006, por lo que el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Chipilo hizo constar mediante un oficio de junio 2017 que el abastecimiento y la infraestructura del agua potable ya es insuficiente para la comunidad de Chipilo.

Un indicador de la escasez de agua es la emigración de ganaderos, situación que preocupa a Chipilo pues su economía está basada principalmente en la producción de leche -tienen 8 mil vacas empadronadas-, que junto con la industria mueblera da empleo a 10 mil personas.

Por cierto, para Conagua fue suficiente que la empresa le presentara un recibo de pago por un supuesto permiso para conectarse a la red de agua potable de Chipilo, y no el permiso en sí.

Sin embargo, el agua no será un problema para el fraccionamiento Rincón del Véneto, de acuerdo con Iliana Velázquez, abogada de Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV, pues obtuvieron un permiso de Conagua para la perforación de un nuevo pozo en el que ya encontraron agua y no necesitan, dice, conectarse al pozo de Chipilo.

[pull_quote_right]Un indicador de la escasez de agua es la emigración de ganaderos, situación que preocupa a Chipilo pues su economía está basada principalmente en la producción de leche[/pull_quote_right]

La duda para el Foro Ciudadano de Chipilo es si la perforación de este pozo -autorizado el 8 de noviembre del 2016- afectará de alguna manera la disponibilidad de agua en los dos pozos existentes. Conagua les aseguró que no y les aseguró también que si Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV encontró agua, el municipio es quien tendrá que administrar el pozo, siempre y cuando compruebe que tiene drenaje adecuado para descargar.

Por el momento, Conagua ordenó suspender las obras de perforación, según informó al Foro Ciudadano de Chipilo.

La Dirección local de Conagua tampoco respondió a la solicitud reiterada de entrevista por parte de esta reportera.

El drenaje

Cualquier lluvia fuerte de verano es suficiente para que el drenaje de Chipilo, junta auxiliar de San Gregorio Atzompa, se anegue y escupa las aguas negras a través de las coladeras, que luego se encausan hacia las calles de esta comunidad de casi 4 mil habitantes, inundando casas, negocios y hasta la única escuela pública, con los riesgos sanitarios que ello implica para sus estudiantes.

No es ninguna rareza: la mayoría del drenaje residual tiene más de 70 años de antigüedad y no hay drenaje pluvial.

Foto: Marlene Martínez.

Dado este panorama, la construcción del Fraccionamiento Rincón del Véneto amenaza y compromete la actual capacidad municipal de drenaje, pues si bien en la zona donde se ubica hay justo un drenaje de hace 15 años, su vida útil terminó hace cinco y no tiene ni tuvo nunca la capacidad técnica necesaria para el número de tomas que demanda un proyecto habitacional como Rincón del Véneto.

Además, en este momento un aumento en la capacidad del drenaje municipal implicaría más que un beneficio, un perjuicio, y no sólo para Chipilo, pues Atzompa descarga su drenaje a cielo abierto en el río Atenco, un brazo del Atoyac, razón por la cual el Ayuntamiento recibió ocho recomendaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en 2015, aunque a la fecha no ha cumplido ninguna, aduciendo falta de presupuesto para, por ejemplo, instalar una planta tratadora.

La contaminación en el río Atoyac ha sido ampliamente documentada por tratarse del tercer río con más polución en el país, y porque sus contaminantes causan enfermedades digestivas y leucemia, a quienes se exponen a ellos de manera crónica, principalmente a menores de edad.

Pero nada de lo anterior no fue reportado en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) -una evaluación obligatoria para cualquier proyecto de construcción- que Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV entregó a la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT). Y la dependencia nunca confirma la veracidad de la información presentada en este tipo de evaluaciones, porque -según dijeron al Foro Ciudadano de Chipilo- confían en la “buena fe” de las empresas.

La SDRSOT tampoco parece haber notado que Viento incumplió con la cláusula primera de la etapa II sobre Operación y mantenimiento establecida por la propia secretaría en el mismo oficio de resolución de la MIA, en el que advierte que “la descarga de aguas residuales de las futuras viviendas será hacia la red de drenaje municipal, por lo que el promovente deberá contar con las autorizaciones correspondientes emitidas por el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Chipilo”, una autorización que Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV no tiene, pues nunca le ha sido otorgada.

Toda esta información respecto del drenaje ya fue notificada a la SDRSOT en abril de este año mediante una denuncia presentada por escrito y firmada por el presidente auxiliar y una representante del Foro Ciudadano de Chipilo, que aglomera a más de mil habitantes de esta junta auxiliar que se oponen a la construcción del fraccionamiento Rincón del Véneto; como también es del conocimiento de Conagua; del presidente municipal de Atzompa, Horacio Tlahuel y de Beatriz Guevara, coordinadora de Atención Ciudadana del Ejecutivo.

De acuerdo con la MIA, para el proyecto Rincón del Véneto se prevé la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales; de hecho, la abogada Iliana Velázquez de Garay, de Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV, confirmó en entrevista para LADO B que tendrán un “aparato para limpiar el agua” y que se conectarán al drenaje municipal “por fuera, por la carretera”. Sí, ese drenaje que, como ya se dijo, termina contaminando el río Atoyac.

Cuestionada respecto de todas las irregularidades denunciadas por Chipilo, a través de su área de Comunicación, la SDRSOT nunca respondió.

La propiedad

Una serie de movimientos legales sugiere que la situación de los terrenos donde se pretende construir Rincón del Véneto es, al menos, complicada.  

En 2007 Guillermo Hernández Zanella, representante legal de Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV compra los dos terrenos -Temalaca y Ex Hacienda San Juan Buenavista- a la señora Ricarda Ramírez Cielo.

En 2009 Hernández Zanella inicia un juicio de nulidad de la escritura aduciendo haber sido víctima de fraude por parte de la señora Ricarda Ramírez.

En 2011 entra un tercero en discordia, Inmobiliaria Victorino SA de CV promueve juicio mercantil contra Construcciones y Edificaciones Viento SA de CV.

En 2016 finalmente se adjudica la propiedad de los terrenos a Sergio Iván Ángeles de la Llave Hernández, administrador de Inmobiliaria Victorino, quien a su vez otorga poder a José Víctor Guillermo Hernández Zanella para que continúe con los trámites de construcción y urbanización del fraccionamiento.   

A principios de 2017, Felipe de Jesús Torres Mateos, como representante legal de Inmobiliaria Vitorinos SA de CV (que no es la misma que Inmobiliaria Victorino; la diferencia si bien mínima está en la c intermedia y la s final), se asocia con José Víctor Guillermo Hernández Zanella y Sergio Iván Ángeles de la Llave Hernández para urbanizar, fraccionar y construir Rincón del Véneto.

De acuerdo con el Foro Ciudadano de Chipilo ahora es Rossa, la hija de la señora Ricarda Ramírez, quien continúa el proceso legal iniciado desde 2007 por Hernández Zanella.

Foto: Marlene Martínez.

El despojo

La señora Gigia Crivelli, habitante de Chipilo, asegura que la empresa constructora ha invadido una parte de terreno de su propiedad, por lo que ha iniciado las acciones legales correspondientes.

La superficie donde se pretende construir el fraccionamiento ya referido es de 28,919.49 m2, según la escritura original, aunque en los permisos de construcción otorgados por el Ayuntamiento se consideran sólo 28,909.18 m2, es decir 100 metros menos.

De acuerdo con Crivelli, los terrenos adquiridos por Hernández Zanella en el 2007 nunca tuvieron “salida”, es decir que estaban rodeados por otras propiedades. Incluso refiere que el anterior dueño, el difunto esposo de Ricarda Ramírez, tenía que pedir permiso a los propietarios de los terrenos contiguos para sembrar, pues para hacerlo debía atravesarlos.

Ahora, el terreno que ya ha sido limitado con barda o malla para la construcción del fraccionamiento abarca una parte que da a la calle, una calle que, de hecho, se construyó sobre la misma propiedad de la señora Gigia Crivelli Précoma y sus hermanos.

La abogada de Viento, Iliana Velázquez de Garay, dijo a LADO B que según un plano levantado por Catastro en octubre del 2016 -aseguró tener uno más reciente pero no lo mostró- no hay abuso o despojo alguno; sin embargo según la Ley, Catastro no es autoridad para determinar los límites de un terreno.

Las amenazas

Derivado del cúmulo de irregularidades y la oposición social hacia la construcción del fraccionamiento Rincón del Véneto, el jueves 20 de julio se llevó a cabo una reunión en la Secretaría General de Gobierno.

Ahí, Hernández Zanella amenazó con demandar a Pedro Martini, presidente auxiliar de Chipilo y al regidor de Hacienda, Marco Polo Mazzocco, por no detener el rechazo hacia su proyecto, aunque no especificó cuál era el delito.  

En el encuentro participaron el presidente municipal de Atzompa, Horacio Tlahuel; el presidente auxiliar, Pedro Martini; el representante legal Construcciones y Edificaciones Viento, Guillermo Hernández Zanella; y el director de Gobierno, Roque García Aparicio.

El Foro Ciudadano de Chipilo ha reunido 1200 firmas de personas que se oponen a la construcción del fraccionamiento, y está ahora a la espera de que las autoridades resuelvan esta situación que compromete el bienestar de una comunidad. La situación ha tenido momentos álgidos, como el viernes 30 junio cuando pobladores de esta junta auxiliar expulsaron violentamente a los abogados de Viento que estaban invadiendo el terreno que Gigia Crivelli reclama como suyo.   

Foto: Marlene Martínez.

El municipio

Chipilo es la única junta auxiliar de San Gregorio Atzompa y donde vive la mitad de la población municipal. Es una comunidad lingüística reconocida por la Unesco y cuya lengua, el véneto, aparece en el Atlas de Lenguas en Peligro como lengua vulnerable. Además, es el único caso de preservación lingüística de las seis colonias que fueron fundadas en México hace más de un siglo.

Y aunque en últimas fechas ha habido un boom por mostrar a Chipilo como el pueblito italiano de Puebla, su realidad está lejos de ser idílica. Quienes llegan a vivir ahí se topan con una comunidad agropecuaria y mueblera, y lo que ello implica: olor a estiércol, gallos que cantan muy temprano, mucho ruido y muchas moscas.  

La relación de Chipilo con sus autoridades ha sido históricamente ríspida. Ahora le reprochan a San Gregorio Atzompa haber otorgado el cambio de uso de suelo que permite la construcción del fraccionamiento aun sin tener un Plan de Desarrollo Urbano, y haber emitido una licencia de fraccionamiento en enero de 2017, aun cuando el mismo municipio, en oficio del 7 de julio de 2016, reconoció que el predio no cuenta con servicios de agua potable ni drenaje, lo que contraviene la ley de fraccionamientos del Estado de Puebla.  

De hecho, en su momento reclamaron al presidente municipal Horacio Tlahuel haber otorgado permisos a pesar de que conocía la situación legal del terreno, pues ello le fue notificado por la hija de Ricarda Ramírez desde abril de 2015, por lo que el Ayuntamiento clausuró la obra en mayo de este año pero se retomó en junio, gracias a un amparo concedido a favor de Hernández Zanella.   

El presidente municipal de Atzompa tampoco concedió entrevista a este medio.

El fraccionamiento

A los habitantes de Chipilo también les preocupa que colapsen otros servicios como la escuela y el panteón, e incluso el tráfico que ya es un problema hoy en día. Sin embargo, la abogada Iliana Velázquez aseguró en entrevista para LADO B que el perfil de los compradores y futuros habitantes de Rincón del Véneto es de un estatus económico alto, por lo que descartó que vayan a recurrir a dichos servicios, o que vayan siquiera a hacer compras en esa zona.  

Rincón del Véneto es un proyecto que Hernández Zanella intentó llevar a cabo por primera vez en 2007, fue clausurado en 2008 por no contar con la documentación correspondiente, y retomado en 2015.

De acuerdo con su publicidad y con la información otorgada por la abogada Iliana Velázquez, Rincón del Véneto tendrá 80 lotes “residenciales”, aunque por las medidas de cada uno (210 – 270 metros) y según la Ley de Fraccionamientos se trata de viviendas de interés social medio.

Foto: Marlene Martínez.

En cada lote, cuyo costo es de $4,500 el m2, sólo podrá construirse una casa, que costará -según estimó Iliana Velázquez- entre 2.5 y 2.8 millones de pesos, y donde no vivirá “gente conflictiva o gente fea, por el contrario, va a dar mucha plusvalía a la zona”. De hecho asegura que quienes vivan en Rincón del Véneto sólo irán a Chipilo “a comprar queso y crema en alguna ocasión, porque la gente que va a vivir aquí no va a Chipilo a hacer sus compras, van a Walmart, a Comercial Mexicana”.  

Rincón del Véneto ofrece reflejar “el estilo de vida de las familias fundadoras de esta región del véneto”, con “estilo Toscano”, una combinación que se antoja complicada dado que se trata de regiones distantes: la primera al nororiente y la segunda en el norte de Italia.

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Autor Lado B
Mely Arellano
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