Lado B
Conoce el videoarte experimental poblano sobre explotación sexual y licuadoras
Ámbar Barrera charló con la artista audiovisual poblana conocida como Don Anahí, autora del singular cortometraje "Adiós a la licuadora"
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
28 de julio, 2017
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Ámbar Barrera charló con la artista audiovisual poblana conocida como Don Anahí, autora de un singular cortometraje realizado mayormente como cine reciclado que trata de abordar el tema de la explotación sexual y su diferencia respecto a la trata de personas

Fotograma de Adiós a la licuadora.

Ámbar Barrera

@Dra_caos

Un comercial estadounidense de los años 50 que promociona una licuadora, es el primer clip de video con el que inicia el cortometraje experimental Adiós a la licuadora de la artista audiovisual poblana conocida como Don Anahí. A lo largo de poco más de seis minutos, en el vídeo también pueden escucharse los testimonios de varias adolescentes que fueron víctimas de explotación sexual y lograron escapar, a la par de otras imágenes que funcionan como una metáfora visual con la historia que se va construyendo.

La relación de una licuadora (y otros electrodomésticos) con el trabajo del hogar y el significado social atribuido a la mujer, así como su cosificación es la analogía principal en este proyecto audiovisual.

–Creo que todos somos objetivadas y objetivados en algún momento… A las niñas de algunas comunidades sus papás las crean con la finalidad de que estén en la cocina, hasta las leyendas sobre brujas del algunos lugares de Tlaxcala y Puebla dicen que las brujas se quitan las piernas y las dejan en la cocina –dice Don Anahí en entrevista con LADO B.

Adiós a la licuadora terminó de editarse en 2016 aunque la idea se ha cocinado a fuego lento desde el 2012, cuando Don Anahí estudiaba la carrera en comunicación. A un año de concluirlo, este cortometraje ya se ha presentado en distintas muestras de videoarte en Oaxaca, Ciudad de México, Bogotá (Colombia), Santiago de Chile (Chile) y Cantabria (España). En algunos de estos eventos también fue acreedora de apoyos para continuar con la producción de sus proyectos audiovisuales y ganó el segundo lugar en la categoría de videoarte experimental en el X Premio de Videoarte Ayuntamiento de Astillero en Cantabria, España.

[pull_quote_right]Creo que todos somos objetivadas y objetivados en algún momento… A las niñas de algunas comunidades sus papás las crean con la finalidad de que estén en la cocina, hasta las leyendas sobre brujas del algunos lugares de Tlaxcala y Puebla dicen que las brujas se quitan las piernas y las dejan en la cocina[/pull_quote_right]

Adiós a la licuadora es un cortometraje realizado mayormente como cine reciclado, es decir, con clips de video que no fueron filmados originalmente por la autora, y trata de abordar el tema de la explotación sexual y su diferencia respecto a la trata de personas.

Don Anahí explica que la licuadora también funciona para decir que la tecnología puede ser un paliativo que no combate lo que causa la enfermedad, sino simplemente desaparece (temporalmente) los síntomas. En ese sentido, no importa si se presenta una licuadora en los años 50 o su más reciente tecnología en el 2017, el verdadero problema respecto a la cosificación de la mujer y su relación con lo doméstico y la cocina, no desaparece.

Este cortometraje es apenas el primero de tres videos que Anahí planea. Los tres girarán en torno al mismo tema para entender los conceptos de trata, explotación sexual, trabajo sexual y lenonismo (término usado para hablar de las dinámicas entre proxenetas con, ya sean trabajadoras sexuales o personas explotadas sexualmente).

El segundo material que se encuentra en pre producción también será un cortometraje y Don Anahí planea realizarlo a partir de archivos propios. El tercer proyecto audiovisual es el más ambicioso, planteado como un largometraje que se complemente no sólo con archivos propios sino con elementos de realidad virtual y una plataforma web para realizar denuncias anónimas o aportar ideas para evitar que la trata y la explotación sexual siga sucediendo o para mejorar las condiciones del trabajo sexual.

La historia detrás de Adiós a la licuadora

Anahí estudiaba comunicación y tenía decidido convertirse en escritora, fue hasta su tercer año de carrera que tuvo una materia donde el trabajo final consistió en la realización de un cortometraje documental y amplió su perspectiva.

[quote_left]Don Anahí espera que Adiós a la licuadora se proyecte en la próxima emisión de ULTRAcinema [/quote_left]

Esa fue la primera vez que Anahí tomó una cámara y le gustó tanto que se propuso realizar en algún momento un cortometraje por su cuenta. Desde entonces ella ya estaba interesada en el tema de la objetivación del sujeto a partir de sus lecturas de Marx y Lukács y en 2014 su tema de tesis se tituló “La objetivación del sujeto, trabajadoras sexuales transgénero del centro de la Ciudad de Puebla”, investigación que se convertiría, años más tarde, en las bases para su primer vídeo de Adiós a la licuadora.

Cuando salió de la universidad, Anahí participó en una convocatoria del extinto Festival de Cine de Puebla (FIC Puebla) donde uno de sus cuentos fue seleccionado para convertirse en un guión cinematográfico que se llevó a producción y postproducción.

El resultado de este trabajo se tituló Prometo decir la verdad, un cortometraje de animación que aborda el tema de las adicciones también desde una perspectiva experimental. Después de la proyección del cortometraje Anahí comenzó a recibir invitaciones para continuar con su labor como creadora audiovisual y así eso se convirtió en su trabajo freelance y su forma de hacer arte.

Don Anahí ha realizado otros proyectos de videoarte que también han dado la vuelta en distintos festivales internacionales, aunque fue hasta 2016 que finalizó la primera edición de Adiós a la licuadora, durante un curso que tomó en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo en la Ciudad de México bajo la tutela de grandes cineastas como Ximena Cuevas, Naomi Uman (una de las primeras mujeres videoartistas) Mara Fortes (programadora de Ambulante)  y Mariana Rodríguez (editora de Temporada de Patos y otras producciones mexicanas).

Su objetivo por ahora es seguir proyectando este cortometraje y hacer una última edición para que “sea más entendible para mujeres adolescentes”, el grupo que más le interesa a Don Anahi que conozca el mensaje que quiere transmitir, por lo que otro de sus objetivos es poder proyectarlo en escuelas secundaria y ofrecer al final una plática acerca del tema de trata de personas y explotación sexual.

Don Anahí espera que Adiós a la licuadora se proyecte en la próxima emisión de ULTRAcinema que se llevará a cabo en Puebla y Cholula. Además ella está trabajando en realizar las correcciones necesarias para volver a publicar el vídeo de manera pública en la plataforma de vimeo.

Para seguir el trabajo de Don Anahí puedes consultar su página web de Colectivo Árbol y su canal en vimeo.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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