Lado B
¿Quién fue Peter William Blatty?
Recordando al autor de The Exorcist y el inicio de la era satánica
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
19 de enero, 2017
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WilliamPeterBlattyOjos
Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]F[/dropcap]ue en 1966 cuando el escritor, y en aquel entonces músico estadounidense Howard Lavey, mejor conocido por su nombre artístico Anton Szandor LaVey, inició la famosa, pero siempre polémica, Iglesia de Satán. Si Jesús tenía la suya, ¿por qué no Lucifer?, se preguntó, y de ahí el también proclamado Papa Negro le daría voz y voto a otro tipo de creyentes y, por supuesto, abrió las posibilidades a otro tipo de fe. Implementó su sistema filosófico conocido como “Laveyan satanismo” -basado en las corrientes tanto del materialismo como del individualismo- y más temprano que tarde, dicha iglesia fue reconocida legalmente por los Estados Unidos, reconocimiento que mantiene hasta nuestros días.

Quizás fue la época, quizás la polémica, no es muy claro todavía, pero LaVey se metió muy adentro en el imaginario colectivo de la década de los 60s.  Fungió como eslabón indispensable, a la par de otros tantos acontecimientos históricos. Cuando la Iglesia de Satán estaba naciendo, por ejemplo, la Guerra de Vietnam se encontraba en su máximo apogeo. Unos años antes, durante la gestación del conflicto armado una peligrosa secta denominada La Familia surgió en lo más recóndito de California. Fue una década difícil, es cierto, pero fácilmente distinguible por esos hechos, que a su vez configuraron, por cierto, una curiosa pero vigente era, una que podemos llamar “era satánica”.

No por nada el emblema del horror sesentero fue la novela del neoyorkino Ira Levin de 1967: Rosemary’s Baby. Un Best Seller instantáneo que llevó a Roman Polanski a realizar su adaptación cinematográfica un año después. Así, la historia de una joven embarazada que daría a luz al hijo del demonio con ayuda de una secta satánica quedó inmortalizada en la historia… aunque no de la mejor manera. Y es que durante la grabación de esta película, Sharon Tate -esposa en aquel entonces de Polanski- fue brutalmente asesinada por la secta La Familia que encabezaba Charles Manson. Al momento de su asesinato Tate estaba embarazada, y su hijo, como una cruda y perversa coincidencia, le fue arrebatado por una malévola secta.

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Desde entonces, Rosemary’s Baby fue concebida como una película maldita. Como una película que definitivamente no debió rodarse, y de esta manera, la década cerró. Sin embargo, la era satánica apenas estaba comenzando. En 1971 la literatura recibiría una de las obras magnas en el género de terror. Basado en un hecho verídico ocurrido en Maryland, allá por la década de los 50s, la historia de una joven de 13 años de nombre Regan Mannheim quien se aseguraba estaba poseída por el mismísimo demonio. De ahí nació The Exorcist. Una historia que quedó impregnada en nuestro imaginario colectivo como ninguna otra, escrita por nada menos que Peter William Blatty.

Nuestra cita de hoy tiene que ver con este hombre. Hombre que ahora es leyenda luego de que el pasado 12 de enero, a causa del mieloma múltiple -cáncer en la médula ósea-, cruzó la línea de la vida. Así, el 2017 abre su marcha fúnebre. Y es uno de los primeros nombres del ámbito artístico que se anota en la lista de los que se van, luego de un necrológico 2016 que se llevó en las alforjar a varios personajes pública, incluso a nuestra Princesa Leia. Su nombre: Blatty, William Blatty Un autor que tras publicar The Exorcist se convirtió en un referente inmediato y de los pocos -debido a sus largos años- que pudo ver en vida la gran influencia de su obra a través del tiempo. Y el principal responsable de ello, claro, fue el cineasta William Friedkin.

Fredkin, luego de haber dirigido algunos episodios de la serie sesentera Alfred Hitchcock Presenta, de haber debutado con el musical Good Times en el 67 y de haber obtenido la fama buscada en el 71 con el thriller policial The French Connection, pone su mirada en el best seller del momento, y tras contactar con Blatty llegan a un acuerdo: el mismísimo autor se encargaría de adaptar el guión a la pantalla grande, mientras que Friedkin se pondría detrás de las cámaras para recrear la novela escena por escena. Importante resaltar esto porque el filme fue nominado a diez estatuillas Oscars en 1973, aunque solo ganó Mejor Sonido y por supuesto, Mejor Guión Adaptado.

Ya sabemos el modus operandi de la Academia: Si es de fantasía, terror o ciencia ficción -albergando poquísimas excepciones- es muy probable que pase desapercibida. Por ello, cuando Blatty se enteró, sólo dijo:

[pull_quote_center]La Academia de Hollywood debería recoger sus bártulos y dedicarse a hacer pasteles de manzana o lo que sea que puedan hacer bien.[/pull_quote_center]

Blatty tampoco era nuevo en el mundo del cine. En 1964, por ejemplo, fue co-guionista en la comedia británica A Shot in the Dark de Black Edwards, que protagonizó el hilarante Peter Sellers; en 1971, fue el supervisor oficial del guión para la película The Omega Man, una adaptación de la novela I Am Legend del mismísimo Richard Matheson. Sin embargo, fue The Exorcist Movie quien convirtió a este autor -en aquel entonces exclusivo de Estados Unidos- en un referente mundial.  De igual forma, Friedkin se elevó por los cielos con dicho filme, y hasta hay críticos que dicen que luego del tremendo éxito de la película no ha hecho nada que se le parezca hasta ahora.

Sin embargo destaco su filme independiente del 2006, Bug -junto a Ashley Judd y Michael Shannon- porque me ha parecido un trabajo espléndido.

El filme está repleto de curiosidades. Al igual que Rosemary’s Baby, la cinta se convirtió de inmediato en una película maldita. Misteriosas muertes comenzaron a suceder después del rodaje. Por ejemplo, Vasiliki Maliaros, que hace de la madre del Padre Karras falleció el 9 de febrero de 1973 en Nueva York a los 89 años por aparentes causas naturales. El actor Jack McGowan, después de las dos semanas de rodar todas sus escenas como Burke Dennigs, falleció el 30 de Enero de 1973 en Nueva York a los 54 años de edad a causa de una neumonía. Sumémosle a eso que un fuego misterioso destruyó gran parte del set retrasando el rodaje por semanas.

El filme incluso sufrió de censura antes de su estreno, no sólo en la cinta en general sino incluso en el mismo tráiler. Se decía que mostrarlo podría resultar un peligro para los espectadores que sufren problemas del corazón y fue cambiado por otro completamente distinto. Con el paso de los años, y con la llegada del documental The Fear Of God supimos cuál fue el tráiler que iba a utilizarse originalmente. Al parecer, el rostro pálido se había suprimido por lo aterrador e impactante que resultaba, luego de los trucos de edición, el sonido y la música. Aún así es un deleite, gracias a la nueva era, ver el trabajo original sin ningún problema:

https://www.youtube.com/watch?v=X7UYTfMWDmk

Algo de lo que ya se ha hablado es que la actriz Linda Blair, quien interpretó a la poseída Regan, sufrió agresiones, acosos y problemas personales luego del estreno de la película. Los espectadores terminaron creyendo que la actriz estaba realmente poseída por el demonio y llegaron a apedrearla por la calle. Esta fue la razón por la cual se creó una parodia en los 90s de nombre Repossessed, y calmar la paranoia que el film había dejado en el público, en esa cinta la mismísima Linda Blair volvió a interpretar el papel de la chica poseída. Una pieza dirigida por Bob Logan que incluso a nuestros días podría considerársele ya de culto.

Luego de The Exorcist que salió en 1973 hubo que esperar hasta el 77 para que John Boorman dirigiera la tan esperada secuela: The Exorcist II: Out of the Shadows, cinta que su tiempo fue criticada hasta el cansancio. Sin embargo, luego de que un grupo de fans y críticos especializados la rescataran del terrible olvido -incluyendo al cineasta Martin Scorsese- también se convirtió en pieza de culto. De hecho, el mismísimo William Blatty se encargó de manufacturar los personajes para la película, por lo cual, la esencia de la original permanecía. Eso sin contar que Linda Blair repitió en el papel de la endemoniada Regan.

Sin embargo, he aquí una curiosidad que muy pocos conocen. Y es que luego del momentáneo fracaso que vivió la secuela, Peter Blatty escribió una novela llamada Legion, considerada por él mismo como “una secuela oficial de The Exorcist”. Como era de esperarse tuvo un rotundo éxito en ventas y los ejecutivos del estudio Morgan Greek Productions optaron por que el autor mismo la llevara a pantalla grande. Y así fue como nació The Exorcist III en1990, ignorando la anterior The Exorcist II: Out of the Shadows. Para sorpresa de muchos, no recibió la aceptación esperada, y el filme de Boorman fue más recordado que el del propio Blatty.

Pese a todo, la primera parte continúa siendo indiscutiblemente la mejor, y fue la cinta encargada de poner reflectores a la famosa “era satánica”, porque luego del The Exorcist de Friedkin y sus fatídicas secuelas, vinieron otras tantas películas que retrataron tanto el tema de Satán como el de las posesiones. Por ejemplo, en México tuvimos la influencia de esta película y Gilberto Martínez Solares en el 75 no trajo La Sexorcista -también conocida como Satánico Pandemónium-, y Juan López Moctezuma en el 76 no ofreció Alucarda con Tina Romero. Mientras, Richard Donner, ese mismo año presentó el también considerado film maldito pero ya clásico de culto: The Omen.

Sam Raimi elevó la dosis añadiéndole más violencia gráfica con su brutal Video Nasty: Evil Dead en el 81. Y así, el subgénero de las posesiones siguió y siguió abriéndose paso hasta nuestros días. Sobreexplotándose pésimamente en ocasiones –The Vatican Tapes, Devil Inside– pero consiguiendo resultados modestos en otros –The Last Exorcism, Exorcism of Emily Rose– De hecho, el 23 de septiembre del 2016 comenzó a transmitirse una serie homónima de libro de Blatty, convirtiéndose en una especie de secuela ya que todo transcurre 40 años después de los hechos ocurridos en el film original.

Según la crítica, entre 2015 y 2016, van aproximadamente 150 shows televisivos cancelados. Y luego de una modesta recepción tras el estreno de la primera temporada, se desconoce a ciencia cierta si la serie tenga futura continuación. El punto aquí es que Peter William Blatty ha partido no sin antes darse cuenta hasta dónde ha llegado su creación. La literatura, el cine y ahora las series siguen empapadas por el tema de las posesiones. Siguen, de algún modo, recordándonos contantemente al The Exorcist clásico. Tanto el cinematográfico de Friedkin, como el poéticamente diabólico de Blatty. Siguen, latentes y perversas, recordándonos esa… la era satánica.

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Autor Lado B
Ernesto Aroche Aguilar
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