Lado B
Poesía visual para nombrar al mundo
Araceli Zúñiga y César Espinosa precursores e investigadores de esta corriente artística exponen en Liliput, Galería experimental, hasta el 14 de febrero
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
24 de enero, 2017
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Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Araceli Zúñiga y César Espinosa precursores e investigadores de esta corriente artística que busca estimular los sentimientos, la percepción y elaborar otros universos exponen en Liliput, Galería experimental hasta el 14 de febrero

Ámbar Barrera

@Dra_caos

En 1979 el Instituto de Bellas Artes abrió las puertas del Auditorio Nacional para convocar a todos aquellos artistas que tuvieran formas diferentes de trabajar el arte y conformar así un movimiento de artes de vanguardia en México. Araceli Zúñiga y César Espinosa rondaban entonces los 40 años y comenzaban a interesarse en el arte correo o arte postal, por lo que acudieron a la convocatoria. Hoy recuerdan esa etapa como un antecedente fundamental de su trabajo con la poesía visual experimental.

Para 1985, ambos ya habían adquirido experiencia en convocar y organizar exposiciones de arte correo y se preparaban para organizar la primera Bienal de Poesía Visual Experimental en México. En la primera convocatoria recibieron 400 trabajos de artistas de todo el mundo y a lo largo de 10 años se realizó la Bienal, en la que ellos mismos participaban, aunque en años subsecuentes lanzaron más convocatorias y realizaron investigaciones, exposiciones y otras actividades sobre poesía visual.

32 años después, Araceli y César exponen por primera vez sus trabajos de manera individual en Poevisual 0.17, montaje de poesía visual experimental en Galería Liliput (Diagonal 18 sur 4563) que permanecerá hasta el 14 de febrero.

Poevisual 0.17

Ambos autores exploran temas distintos y también usan diferentes técnicas (manipulación digital y collage, respectivamente).

En Liliput, Araceli presenta una muestra de varias series, entre ellas una donde “mujeres embarazan a otras mujeres”: se trata de fotos de embarazadas, manipuladas digitalmente, sobre cuyos vientres hay letras. Esa serie es de los últimos años y planea continuar explorando la idea.

En otras piezas más antiguas, Araceli realiza exploraciones sobre su historia familiar, su identidad como mujer y el significado que algunas palabras tienen en su vida personal como poesía o frontera.

Por su parte, César -cuyo trabajo difiere totalmente del de Araceli- expone dos series de trabajos con carácter político que realizó en la década de los 80: una sobre el atentado contra el presidente Ronald Reagan, quien apoyaba a los contrarrevolucionarios en Centroamérica, y la otra sobre los misiles que Estados Unidos supuestamente colocaba en distintas ciudades de Europa durante la guerra fría.

La obra de ambos debe ser valorada por la época en que fue producida y por ser  precursores de la poesía visual experimental en México, y quizás sus principales investigadores.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Memoria e investigación

Hace poco Araceli y César cedieron un enorme archivo con los trabajos recibidos para las bienales al Museo del Chopo, que lo guardará y digitalizará para que pueda ser consultado por cualquier persona en internet.

Además de su actividad como creadores y organizadores de Bienales, han escrito dos libros en colaboración con el Museo del Chopo y la UNAM sobre poesía visual; están por editar un tercero, titulado La imagen transgresora donde hablan, entre otras cosas, de la necesidad de destacar la poesía visual sobre la publicidad, y planean editar el cuarto, con el que ahondarán en la historia de las vanguardias artísticas en México.

¿Pero qué es la poesía visual experimental?

La poesía visual es una obra que incorpora elementos del lenguaje en una composición plástica que puede “verse de un solo golpe”, como lo explica el mismo César. Esto hace de la poesía visual algo mucho más directo que la poesía tradicional, cuya estructura determina una lectura verso por verso.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Por otro lado, se le da el adjetivo “experimental” porque no se limita a dos dimensiones: puede saltar al 3D y a diversas técnicas artísticas que van desde la pintura hasta el video y el performance.

–Lo importante de la poesía visual es que incide de una forma directa en nuestras formas de vida, porque cuando cambiamos la forma de este lenguaje, estamos cambiando todo el significado de sentir, mirar y ser –dice Araceli en entrevista para LADO B–. La poesía visual resulta un proceso de enriquecimiento del lenguaje con el que podemos volver a nombrar el mundo.

Araceli y César coinciden que aunque a la gente le pueda parecer que la poesía visual está lejos de su cotidianidad, en realidad existe algo que ven todos los días y tiene estrecha relación (al menos técnica) con la poesía visual: la publicidad.

–Hay una cercanía de la poesía visual a ciertas formas en el manejo de la imagen en la comunicación masiva, solo que el objetivo de la comunicación masiva no es enriquecer el espíritu sino vender productos –dice César–. La poesía visual va en el sentido contrario, se propone estimular en el individuo sus sentimientos, su capacidad perceptiva y elaborar otros universos.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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