Como cada año, en México, se celebró la visita de nuestros seres queridos que partieron de esta vida. La celebración implica alegría, trabajo, consumo y la nostalgia por los seres que amamos.
Para los productores de flor de Tianguismanalco y Atlixco representa la mejor temporada de ventas en todo el año, es trabajo arduo durante 4 o 5 meses dedicados a la siembra, al cuidado y la cosecha de las flores. Para los habitantes de la ciudad implica diversión, disfraces y el sincretismo con la fiesta de Halloween, la cotidianidad de las tradiciones prehispánicas y la inserción de elementos que enriquecen la diversión durante la temporada de muertos.
Nuestros muertos han partido y esperamos su regreso el año que viene. Sí no es que nosotros seremos los que regresemos por el agua, las flores y los dulces.