Lado B
Cheap Thrills, la película de juegos sádicos más hilarante desde Funny Games
Con sólo mencionar la frase “juegos sádicos” salta a la mente una cascada de flashbacks que incluyen sangre, tripas y torturas de un referente contemporáneo: James Wan y su famosa franquicia Saw.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
13 de noviembre, 2016
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Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]C[/dropcap]on sólo mencionar la frase “juegos sádicos” salta a la mente una cascada de flashbacks que incluyen sangre, tripas y torturas de un referente contemporáneo: James Wan y su famosa franquicia Saw. Aunque considerada por muchos como una de las sagas más sangrientas del horror americano moderno, -cuyo argumento siempre gira en torno a un grupo de desconocidos que deben resolver ciertos acertijos para salir con vida- alabada y hasta temida, lo cierto es que su sustancia, esa misma que le hizo funcionar en el siglo XXI, se deriva de algo más clásico y hasta sutil. De algo que no ameritaba tanta violencia gráfica.

Por ello, tocar este pequeño subgénero y dejar pasar la magnífica Funny Games es como hablar de exorcismos sin incluir jamás al The Exorcist de Friedkin. Y es que para 1997, el director y gran referente del cine austriaco, Michael Haneke, le daría una extensión más profunda y hasta espeluznante al género de terror tal y como se le conocía hasta ese momento. Funny Games es el gran parteaguas en el cine de juegos sádicos, como el Jaws de Spielberg significó para el cine de tiburones, o el Night Of The Living Dead de Romero para el cine de zombies. El pionero, claro que sí, de la premisa que pone en pantalla a un grupo de personajes para obligarlos a “jugar un juego”.

Funny Games, de hecho, posee cierta inspiración al A Clockwork Orange de Stanley Kubrick, tanto en estética como en su gran sátira hacia la burguesía, por lo cual también es un gran referente al cine de Home Invasion. Digamos pues, que Haneke dejó un poderoso referente, un emblema no sólo para el cine de Juegos Sádicos donde se desprende Saw de James Wan, Would You Rather? de David Guy Levi o la hilarante The Uh-Oh! Show de Herschell Gordon Lewis, sino también el cine de Intrusos de Hogar como la incomprendida Knock Knock de Eli Roth, o You’re Next de Adam Wingard o más recientemente Don’t Breathe de Fede Álvarez.

Este año recibimos la película de Ariel Schulman y Henry Joost basada en la novela homónima de Jeanne Ryan: Nerve, donde el género de los “juegos sádicos” se mezcló con nuestra actualidad tecnologizada, y en donde la tecnología es un personaje más, y los desconocidos están inmersos dentro de la súper carretera de información. La misma premisa con la que se construyó Unfriended de Levan Gabriadze pero con toques fantasmagóricos. El subgénero evolucionó tanto que se ha transformado en este híbrido tecnológico y de horror que no ha terminado de cuajar del todo. Tanto Nerve como Unfriended, era de esperarse, fueron un fracaso. Salvo Open Windows de Nacho Vigalondo tal vez.

https://www.youtube.com/watch?v=SsAxOuziykw

Por ello, vale la pena encontrar una cinta dentro de este modesto subgenero que pudiéramos recomendar  -lejos, por supuesto, de la última evolución que ya aclaramos no ha servido de mucho- y amén de ello, les presento: Cheap Thrills, la opera prima del director estadounidense Evan Louis Katz estrenada hace tres años atrás. El film no es muy conocido ya que sólo se presentó en festivales del género fantástico, como el South by Southwest de Austin Texas o el Fantasy Fest de Montreal, Canadá, recibiendo excelentes comentarios en las muestras. Hasta antes de este film el cineasta sólo había dirigido el primer segmento de la antología ABC of Death 2.

De hecho, algunos de los cineastas que participaron en ese film antológico posteriormente dieron el salto definitivo. Tal fue el caso de François Simard y los hermanos Whissell que el año pasado nos presentaron la fantástica Turbo Kid. Pues ahora llegó el turno de Louis Katz con su asombroso debut Cheap Thrills. Un thriller psicológico, llamémosle así, que se une al magistral subgénero de los Juegos Sádicos con una rocambolesca y embriagante comedia tan políticamente incorrecta que no se había visto desde el Funny Games de Haneke.

Y respecto a eso último, aclaremos una cosa. El film de Haneke cumplía con la misión de tensar al público, eso es cierto, pero también era divertida, era hilarante y maliciosamente ácida. Basta recordar la memorable escena donde uno de los personajes retrocedía en el tiempo con un control remoto. Por ello, que Cheap Thrilles sea divertida no la exenta de ser un gran thriller.

El argumento es sencillo, su manufactura minimalista. Volvemos a contar con un grupo reducido de personajes que nos sumergirán en una premisa, tan básica pero significativa: ¿qué estás dispuesto hacer por una cantidad razonable de dinero? Y ahí se desatan las posibilidades, que van aumentando sin importar la integridad física o psicológica de quienes están inmersos en este sucio juego. De hecho, el film rompe con el argumento porque a diferencia de películas previas los jugadores no son obligados a participar, sino que son ellos mismos los que deciden quedarse con el único fin de obtener más dinero.

Funny Games era aterradora porque los intrusos de hogar eran verdugos capaces de torturar a los pobres burgueses. Saw se volvió un referente en el horror porque los personajes no sólo eran secuestrados, sino que también eran obligados a competir por su propia supervivencia. Incluso en el Would You Rather? de David Guy Levi se les obliga a participar por una fuerte cantidad de dinero aunque ellos no lo quieran. Cheap Thrills posee la genialidad de ofrecernos una sátira social y hasta política dentro de una cómica película de “juegos sádicos”, porque la pregunta no es ¿Por cuánto dinero lo harías? Sino: ¿cuánto estás dispuesto a denigrarte para obtenerlo?

La ideología de Louis Katz en Cheap Thrills sigue manteniendo la misma crítica a la burguesía que Michael Haneke le añadió a su Funny Games del 97, sin necesidad de usar trasfondos moralistas. De hecho, en el sitio web de Cinemanía la describieron como: Una película que nos ahorra moralejas baratas y se centra en lo que importa: mostrar una barbaridad detrás de otra», ya que el “antagonista” aquí, es alguien tan pudiente que es capaz de regalar dinero sólo para ver cómo dos sujeto se denigran o hasta matan entre sí. Y lento pero seguro, una avalancha de violencia, morbosidad y situaciones tan escatológicamente cómicas comenzarán a suceder.

Lo que parece ser una comedia barata se transforma lentamente en una inquietante y realista alegoría de nuestro mundo. Pues bien, que quede claro, lo vomitivo en este film no es gratuito.

No es un film de terror, definitivamente, y más que una tonta comedia americana estamos frente a una voraz y mezquina tragicomedia que nos hace cuestionar todo aspecto de nuestra sociedad: la moral, el matrimonio, la amistad y la familia bajo el filtro del poder que tiene el dinero en nuestro mundo. Kantz ha dado en el clavo con su debut. Aquí y ahora, El Cinemaniaco proclama a Cheap Thrills la película de Juegos Sádicos más hilarante desde Funny Games.

Sinopsis:

Craig, un padre de familia en plena crisis económica, ahoga sus penas en un bar cuando un desconocido le propone un trato: le dará cierta cantidad de dinero si va cumpliendo una serie de acciones, a cada cual más extraña y violenta. Lo que comienza como un juego terminará en delirio.

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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