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Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Josué Hermes es cineasta, le gusta la poesía, la danza contemporánea y el dibujo. Es originario de Puebla. Estudió cinematografía en la Ciudad de México y una especialidad en la misma área en Cuba. Antes de escribir y dirigir su primer cortometraje se dedicó a vender guiones para videohomes y actualmente su trabajo cinematográfico en los géneros de ficción y experimental ha sido premiado y presentado en diferentes festivales de cine.

–Desde la secundaria sabía que quería hacer cine –dice Josué en entrevista para Lado B.

El gusto por las historias y los comics hicieron que Josué eligiera el lenguaje cinematográfico para contar historias a través de la imagen en movimiento.

Antes de salir de la preparatoria descubrió que existía el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), en donde hizo el intento de entrar 3 años seguidos, aunque en ninguna ocasión lo consiguió. Al primer rechazo en el CUEC tomó un año sabático en el que se dedicó a ver películas y nunca perdió la convicción de estudiar cine en la Ciudad de México. Miraba de 3 a 4 películas diarias, consiguió material de lectura sobre la historia del cine, trabajó en el cineclub Macondo de la BUAP y tomó cursos de fotografía y análisis del cine desde la filosofía.

El segundo año que fue rechazado entró a la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (AMCI), su opción b para estudiar cine. Dos años después, ya graduado, hizo trabajo como freelance haciendo guiones para producciones de videohome.

–Por primera vez podía desarrollar una historia y ver cuál era el resultado final, así encontraba todos los errores y aciertos. Hice historias de traileros, de narcos, de vecindad… el cine oficial no tiene bien visto a ese subgénero pero tiene un gran punto de venta en Estados Unidos.

De esa época tiene al menos 20 películas producidas con sus guiones.

Poco después tuvo la oportunidad de estudiar un diplomado en Cuba y a su regreso a México participó en la producción de un cortometraje de animación titulado ¡Aguas!, que se presentó en Cuba, Uruguay y otros países. A partir de ese momento comenzaron a abrirse las puertas para dirigir un par de cortometrajes. Por esos trabajos posteriores recibió menciones honoríficas en diversos festivales.

Uno de esos cortometrajes, titulado Sentimientos, fue grabado tan sólo en una noche. Optimista, Josué decidió hacer un largometraje que, según sus cálculos, podría tener listo en no más de un año. Finalmente, aunque la grabación sí la hizo en un año, el total de producción tomó entre 5 y 6 años.

Tierra de ladrones, título del largometraje, se estrenó en 2010 y tuvo buen recibimiento con el público y la crítica.

–Es una tragedia de barrio. El personaje principal es Baldomar y su familia se está desintegrando y sólo le quedan 4 compinches de su barrio. Es como una investigación sobre cómo el barrio se integra como una familia nueva en la sociedad y por eso es difícil el combate a la delincuencia en México, porque se concibe como un simple acto cuando realmente esconde mucho más detrás.

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Por el momento, la distribución de Tierra de Ladrones sigue pendiente aunque se presentó en diferentes festivales y muestras de cine, la más reciente el año pasado. Y para Josué, la culminación de ese filme le permitió realizar nuevos guiones, entre ellos el de Encallados, cortometraje que tuvo su estreno oficial el pasado 30 de septiembre en el marco de Cinetekton (Festival de Cine y Arquitectura).

Encallados nace de una inquietud de Josué que le reveló la poesía.

–Yo busco el libro de poesía de una amiga en la feria del libro del Zócalo y cuando lo leo, es muy fuerte, es devastador… es ella. Entonces vi la luz. La función del creador no es sólo hablar de lo que conoce sino hablar de él, desnudarse, y así uno puede crear una obra, a través de esa sinceridad. Fue una revelación entender que la catarsis es fundamental en cualquier forma de expresión cuyo objetivo sea artístico.

Durante una entrevista sobre Tierra de ladrones le preguntaron a Josué si él era el protagonista de esa historia, es decir, que esa fuera una historia real, personal, de vida. Josué respondió que no, porque efectivamente no era así, sin embargo, esa posterior revelación lo hizo darse cuenta que le hacía falta dar ese gran paso aunque no fuera tan fácil.

Para Josué, una vez que termina el proceso de reflejarse en sus obras, queda un sentimiento de satisfacción y sobre todo, el conflicto interno logra curarse de otra manera.

La trilogía: Encallados, Tras de ti y Náufrago

Aunque el guión de Encallados fue primero, que todo se alistara para su grabación tomó un par de años. En el intermedio decidió que haría una trilogía y así fue como la producción de Tras de ti, segundo guión de la ahora trilogía, se finalizó en 2012.

—Tras de ti es una historia en la que quise investigar cómo ingresar símbolos a un discurso cinematográfico, no lo había intentado antes. Ahora quería que mis películas tuvieran símbolos.

Tras de ti, además, es un homenaje a la película Sin Aliento (Francia, 1960) de Jean-Luc Godard. Josué intentó tener algunos planos parecidos a los de aquel film y que el montaje tuviera la estética de la nueva ola francesa.

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–Tenía muy clavada esta frase de Orson Welles que decía al inicio de El proceso (1962, Francia), basado en el cuento de Kafka: “La lógica de este cuento, es la lógica de una pesadilla”. Y yo quería que Tras de ti tuviera esa lógica de pesadilla.

Así, Tras de ti, cuenta la historia de Lazlo, quien le teme a la infidelidad de Sirena con su propia sombra. La forma de grabar le dan el auténtico aire de una película de thriller psicológico de los años 50, las escenas son muy expresivas y los diálogos son pocos, aunque definitivamente las imágenes dan mucha información cuadro tras cuadro.

El cortometraje fue grabado en formato Súper 8 y, como cuenta Josué, se realizó en el momento oportuno para que él experimentara con el manejo de símbolos que quería para, un par de años adelante, grabar Encallados.

Tras de ti ganó el 6to concurso nacional para el apoyo a la postproducción de cortometrajes en 2012, otorgado por Conaculta y el IMCINE. Además, desde hace poco este corto puede verse en la plataforma online de Filmin Latino de forma gratuita en el siguiente link. Tan sólo basta registrarse.

Encallados

Encallados es un cortometraje filmado en algunas localidades de la Ciudad de Puebla y en la Laguna de Alchichica, situada en la cuenca de los municipios de Libres y Oriental. Explora las emociones de Pescador, un hombre profundamente enamorado de Sirena pero que, por alguna razón, la ha perdido. Contrario a lo que podría pensarse, Josué no hizo la historia pensando en hablar de amor y corazones rotos, sino para hablar sobre el ego humano.

–La temática es el ego, este monstruo que siempre tenemos a nuestro lado y que siempre nos pone un traspié, como una vocecita que nos dice que no podemos y lo que nos hace encallar en ciertas situaciones y alimentar los miedos.

A partir de la experiencia con Tras de ti, Josué regresa al guión de Encallados con una claridad mayor sobre las posibilidades narrativas para sumarle nuevas cosas y también para comenzar a maquilar la idea del tercer cortometraje que se titulará Náufrago.

En Encallados, una de las cosas mejor trabajadas son los cambios de tiempo y escenarios. Es una estética que más bien remite al surrealismo. La elección de locaciones se nota cuidadosa para mantener el aire vintage para los recuerdos en el caso del cuarto de hotel, la mezcla entre el inventario útil en medio de un escenario natural para representar la mente y el bote encallado en la laguna, para representar el corazón y la forma en que las emociones y el ego nos controlan.

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Para este cortometraje, la referencia a la que Josué rinde homenaje es la película de La Isla (Korea, 2000) de Kim Ki Duk.

–De Kim Ki Duk me gusta cómo visualiza los elementos que contienen sus películas y eso me dio la respuesta para hacer Encallados. En Encallados hay un tercer personaje que es la habitación (donde interactúan los protagonistas), que es el reflejo que los personajes sienten, por eso la habitación es normal en un inicio y de repente es como si empezara a crecer un otoño en ese cuarto hasta convertirse en un bosque seco y luego transformarse en un océano donde se encuentran encallados.

Para cerrar el círculo, Josué planea realizar Náufrago, una historia donde hará homenaje a la película 8½ (Francia-Italia 1963) de Federico Fellini.

–Náufrago es sobre adentrarnos en nuestros miedos y curarnos a partir de eso mismo. Ese es el sentido de la trilogía. La obra va a jugar con la onda del perdón, de la sanación, de poder entender quiénes somos y perdonarnos a nosotros mismos.

Cine experimental

Josué también ha realizado cine experimental, cine expandido y video danza.

–Cuando abordas un proyecto experimental, justo entras en un mar, un vacío, no sabes qué vas a encontrar. Tiene que ver más con las sensaciones, el poder explorar lo que sientes. Mis proyectos son un tanto abstractos y justo me agrada esa abstracción, poder encontrar en las líneas, en los círculos, en las luces, en las deformidades, un algo que te atrae y que te lleva a sentir algo que no se explica muy bien por qué, pero lo sientes.

Josué cree que si la gente no puede explicar de lo que tratan sus proyectos experimentales como Diapsalmata, es porque no hay tienen una narrativa lineal pero resulta en una experiencia diferente e igualmente rica a la del cine tradicional.

–Estoy enamorado de lo experimental. El cine expandido es el no lenguaje, encontrar las nuevas formas y significados de la imagen.

Su más reciente trabajo de video danza se titula Hipernova y fue seleccionado para el Primer Festival de Corporalidad Expandida en Argentina.

–Soy creador. No me veo haciendo otra cosa más que esto, tras de un proyecto y filmando. Esto es lo que me apasiona y ahora tengo la suficiente madurez para entender que no todo sucede tan rápido, pero que sucede.

Josué Hermes tiene en puerta más proyectos de video danza, 2 proyectos de largometrajes y algunos más de cortometrajes, donde se incluye Náufrago.