Néstor López y Eduardo Salazar se abrazan afuera del penal de San Pedro Cholula, tras la liberación de Eduardo el 6 de mayo del 2013.
Foto Mely Arellano

Mely Arellano

@melyarel

El viernes 3 de mayo del 2013 a las 9 de la mañana Néstor López Espinoza salió de su casa en Chachapa, junta auxiliar del municipio de Amozoc, rumbo a la delegación del Instituto Nacional de Migración, donde realizaba su servicio social, cuando una camioneta roja le cerró el paso y los sujetos que venían a bordo lo obligaron a subirse.

El mismo día y a la misma hora, Eduardo Salazar se encontraba en el modesto negocio familiar en Tlaxcalancingo cuando llegaron aproximadamente 20 personas que dijeron ser policías ministeriales y lo detuvieron.

“Dijeron que me iban a matar”. “Nos decían, ¿qué pensaban, que no les iba a pasar nada por meterse contra el grande?”. “Me dijeron que dónde quería que dejaran mi cuerpo”. “Nos decían que si éramos gays, y que nos iban a violar y que nos iban a obligar a violarnos entre los dos”.

Las amenazas son sólo algunas de tantas que los policías ministeriales les lanzaron a los jóvenes de entonces 19 y 22 años, cuando fueron detenidos porque una denuncia anónima los señaló de planear acciones violentas para boicotear el desfile del 5 de Mayo de hace tres años en la ciudad de Puebla. Acusaciones que la hoy Fiscalía General de Justicia (FGJ) no pudo probar, por lo que la Primera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia determinó el desvanecimiento de datos por los que se pretendía criminalizar a los jóvenes que simplemente habían publicado en Facebook su decisión de participar en una manifestación pacífica.

Néstor López Espinoza luego de ser liberado, el 5 de mayo. En la foto, con Rafaela Velázquez, mamá de Eduardo Salazar.
Foto: EsImagen | Archivo

Mediante un comunicado, Néstor López explica “que la Fiscalía General fabricó dos averiguaciones, en la primera, la AP-210/2013/DMZS nos acusaban de conspiración y motín, inventaron que pretendíamos boicotear el desfile del 5 de mayo en Puebla, a través de un evento publicado en una página de Facebook. En la segunda averiguación, la AP-215/2013/DMZS nos acusaban por los delitos de portación de instrumento prohibido, cohecho y resistencia de particulares. Ambas acusaciones son falsas”.

El documento enviado a los medios de comunicación luego de una rueda de prensa este domingo 23 de octubre, expone que hubo contradicciones en las declaraciones de los agentes ministeriales Raymundo Clemente Romero y David Chirino Vázquez, por lo que “al resolver el recurso de apelación, la Primera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado dictó auto de libertad por falta de méritos”.

Esta decisión declara “desvanecidos los datos que sirvieron para dictar el auto de formal prisión por los delitos de portación de instrumento prohibido, cohecho y resistencia de particulares cometidos en agravio de la sociedad y de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla, explicó René Sánchez Galindo, coordinador de la defensa legal”.

De este modo Néstor López Espinoza queda absuelto de los señalamientos, y esta sentencia beneficia del mismo modo a Eduardo Salazar Velázquez.

Sobre el caso del tercer joven detenido el 3 de mayo del 2013, Iván Guizasola Vázquez, se desconoce el avance, pues fue integrado en un expediente aparte.