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Ámbar Barrera
Cada día, miles de personas toman el transporte público para ir y regresar de sus escuelas y trabajos. Cada día, esa parte del día puede parecer siempre igual: esperar, subir, tratar de encontrar asiento, sentarse, esperar, esperar y bajar. Algo parecido es para quienes manejan coches particulares: subir, manejar, lidiar con el tráfico, esperar los semáforos…
Pero un buen día, tal vez, toque que el grupo de los Tripulantes se suba al camión o se paren en la cebra peatonal mientas el semáforo está en rojo, y realicen una coreografía de danza contemporánea. ¿Qué tan fuera de lo común podría ser eso?
Gabriela Montero es la directora y líder de Tripulantes. Baila desde pequeña y aunque está titulada como Ingeniera Química, nunca ejerció ni dejó de bailar, estudió una segunda licenciatura en Danza y se ha formado constantemente en ello a lo largo de su vida.
En 2013 daba clases en varias escuelas y universidades y era parte de la compañía de danza del Complejo Cultural Universitario (CCU), pero quiso tener un proyecto más personal en un espacio alternativo. Y así nació Tripulantes, aún sin nombrarse así, apenas con dos alumnos, y con el deseo de ofrecer un espacio donde todos los artistas pudieran expresarse con ayuda de la danza.
El grupo creció rápidamente (ahora son 8 integrantes y cada poco se agrega alguien nuevo) y una de las chicas del grupo ofreció el espacio de una bodega para el proyecto. Gaby lo acondicionó con un piso adecuado para bailar, espejos y barras.
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El nombre Tripulantes viene de la idea de que el proyecto es un barco: “Todos navegamos, nadie es pasajero, todos se suben”, y finalmente funcionó como una filosofía personal.
–En resumen, Tripulantes es un espacio donde caben todos los artistas. Puede llegar un músico, un fotógrafo, un payaso, y dese ahí puede aportar. Es como un laboratorio para las ideas que cualquiera pueda tener –dice Gaby Montero en entrevista para Lado B.
El grupo está enfocado en danza contemporánea. Se imparten clases, se hacen montajes de coreografía, realizan videodanza y también hacen intervenciones en los espacios públicos. Estas semanas se encontrarán buscando patrocinadores (ya sea con dinero o en especie) para realizar su próxima temporada regular de danza en noviembre.
Las intervenciones comenzaron a hacerlas el año pasado. A Gabriela le interesaba ver qué pasaba con la gente si empezaba a bailar en la combi, así que finamente varios integrantes de Tripulantes se subieron a una ruta y sin que nadie lo esperara, comenzaron a bailar.
La segunda intervención fue durante el rojo de un semáforo y los Tripulantes llegaban a hacer una coreografía de Gaby como franeleros. Estas intervenciones se hacen de manera esporádica y planean que las próximas sean en diciembre o enero.
La intención de Gaby, además de conocer las reacciones de la gente, era también hacer que su camino fuera más ameno, que sucediera algo que rompiera su rutina, algo para contar llegando a casa.
–Se rompen con los propios esquemas cuando alguien interviene en mi vida – Gaby hace una pausa y sonríe–. Creo que si lo hiciéramos más seguido la vida sería diferente, porque rompes la rutina, sonríes, te bajas más contento… Estoy convencida: el arte definitivamente cambia vidas.
Para apoyar el proyecto, integrarse a Tripulantes o conocer más acerca de ellos, puedes seguir su página de Facebook.
