Lado B
Medios en Ecuador, sujetos al intervencionismo del Estado
La tele, la radio y los impresos están intervenidos por una ley de la que, hasta ahora, sólo se salvan los medios digitales
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
25 de septiembre, 2016
Comparte
Tomada de elsalvador.com

Tomada de elsalvador.com

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

En Ecuador los únicos espacios que quedan para la libertad de prensa son los medios digitales. Desde la aprobación de la ley orgánica de comunicación hace tres años, la situación general de la libertad de expresión y particularmente la de prensa se ha complicado.

César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, organización dedicada a monitorear y proteger la libertad de prensa en el país sudamericano, explicó en entrevista para Lado B que la polémica ley del mandato del presidente Rafael Correa respalda la intromisión del Estado en los contenidos.

César Ricaurte (CR): Es una ley que consagra el intervencionismo del Estado en los contenidos de los medios de comunicación, sean estos televisivos, radiales o también impresos. Afortunadamente están por fuera de la ley los medios digitales, pero en todos los demás espacios mediáticos el Estado interviene fuertemente en los contenidos.

Lado B (LB): ¿Cómo se realiza esta intervención?

CR: Pues incorporando a la ley por ejemplo un código deontológico que no es simplemente un mecanismo de autorregulación y de protección incluso de los periodistas, sino que se convierte en normativa con la cual el Estado puede sancionar a los periodistas y a los medios de comunicación, y sancionar por las razones más subjetivas, porque le parece que un titular no concuerda con la nota, el titular es demasiado abstracto para la nota, o porque la fotografía parece que incentiva el morbo, o por la línea editorial del medio, si el medio es un poco más hacia lo amarillo o hacia la crónica roja, etc., etc. Entonces cualquier motivo se puede convertir en una forma de sanción, una razón para sancionar al medio de comunicación, un chiste, cualquier cosa.

Además de eso existe otro mecanismo dentro del marco legal ecuatoriano que voltea la supuesta defensa de la protección de derechos, y termina por servir para censurar y limitar contenidos.

CR: (La ley) Dice literalmente se prohibe la censura, pero a renglón seguido dice “se considerará censura si es que un medio de comunicación no publica información de relevancia publica”. ¿Quién decide cuál es la información de relevancia pública? Ahí está el tema. Quien realmente decide son las autoridades. Entonces un alcalde de una ciudad demanda a un periódico porque piensa que no le ha cubierto de una forma como a él le gustarían sus actos, sus obras, un acto de rendición de cuentas, etc. Un ministro o funcionario demanda al medio porque piensa que la información que ha generado no está suficientemente recogida por el medio de comunicación, no está en primera plana, no es titular, etcétera. Entonces eso, esta prohibición de censura, se convierte al final del día, se le da la vuelta y se convierte justamente en un mecanismo de censura, porque son los funcionarios, es el Estado el que impone contenidos, el que puede imponer contenidos a los medios ecuatorianos.

La ley orgánica incorporó también la figura de “linchamiento mediático”, que además de limitar a los medios, da pie a que el Estado pueda hacer campañas de difamación de manera legal en cadena nacional.

CR: El linchamiento mediático en la ley ecuatoriana está definida como el acto en el cual uno o varios medios publican información durante varios días que puede afectar el buen nombre de un funcionario público, personaje público, etc. Entonces lo que hace finalmente es limitar severamente la posibilidad de investigar, o sea ningún medio se arriesga a tratar un tema de corrupción, por ejemplo de posible corrupción que involucre a un funcionario porque eso puede ser castigado con acusaciones de linchamiento mediático si es que hay una serie de artículos que traten un tema de corrupción, si hay una serie de entrevistas, o de reportajes que traten algún tema que afecte algún funcionario público o el buen nombre de un funcionario público eso puede ser castigado como linchamiento mediático. El efecto ha sido devastador, se han iniciado 800 procesos en contra de los medios en estos 3 años de vigencia de la ley, prácticamente es uno por día, y 500 sanciones han sido emitidas contra los medios.

[pull_quote_right]En esa perspectiva el Estado se convierte en un actor hegemónico, es decir, el relato oficial como decía se convierte prácticamente en el relato único porque ademas los otros relatos son castigados.[/pull_quote_right]

LB: ¿Y contra los medios digitales también (pasa esto)?

CR: No, son básicamente radio, televisión y prensa. Los medios digitales afortunadamente hasta ahora se han escapado. Hay perspectiva de una reforma de la ley de comunicación justamente para incluir a los medios digitales en todo esto, pero hasta el momento no se ha concretado. Hasta el momento los medios digitales están por fuera de la ley orgánica de comunicación, y de hecho el efecto de vigencia de la ley ha sido por un lado la autocensura, los medios que se abstienen de publicar muchísima información, medios que se abstienen de hacer investigaciones, medios donde los abogados son los que ahora toman las decisiones editoriales finales, pasa la revisión de abogados, y esos son los que deciden si conviene publicar o no una nota, ya no son los periodistas, pero el otro efecto ha sido justamente el crecimiento de los medios digitales, porque evidentemente el espacio que encuentran los periodistas que van saliendo de los medios tradicionales en la medida en que pierde la perspectiva de hacer un trabajo periodístico de calidad, pues la perspectiva es irse a fundar un medio digital, emprender algún medio digital o sumarse a alguna iniciativa de un medio digital. En este momento digamos que los medios digitales son un espacio donde se ejerce con mayor intensidad el periodismo y la libertad de prensa en el Ecuador.

Aunque los medios digitales han sido, hasta ahora, los únicos que se han salvado, el gobierno no ha golpeado sólo a la prensa tradicional sino a los medios comunitarios, de pueblos originarios y comunidades indígenas y rurales.

LB: ¿Cuando mencionó medios comunitarios, se refiere a radios indígenas?

CR: Sí, son medios de esa naturaleza de comunidades indígenas y demás, de organizaciones sociales, es decir son medios sin fines de lucro y que más bien responden a un interés de una comunidad determinada, y como digo pese al discurso del gobierno, porque todo esto está acompañado de un discurso de democratización, de pluralidad, pero aparte de ese discurso en realidad los medios comunitarios han sido muy golpeados y prácticamente están desapareciendo.

LB: A futuro si continúa este gobierno, cuál es la perspectiva, y si cambia cuál podría ser.

CR: Es una perspectiva sombría en la cual lo que tenemos es medios privados arrinconados, un enorme aparato de propaganda estatal funcionando a todo gas, y medios comunitarios prácticamente desaparecidos. En esa perspectiva el Estado se convierte en un actor hegemónico, es decir, el relato oficial como decía se convierte prácticamente en el relato único porque ademas los otros relatos son castigados. Cuando un medio de comunicación publica algo que contraría la tesis del gobierno se arriesga a que al día siguiente le manden una primera plana diagramada desde el gobierno con la rectificación, o que el gobierno ordene una cadena nacional que es básicamente la obligación que tienen los medios de televisión y de radio de transmitir un mensaje del gobierno. Y el gobierno aprovecha esos espacios para atacar periodistas, para estigmatizar medios de comunicación, entonces la perspectiva de seguir es prácticamente una desaparición paulatina de la prensa privada independiente, como digo una enorme vigencia y hegemonía del gobierno como actor comunicacional, y por lo tanto los ciudadanos recibiendo una sola versiones de los hechos, un solo relato de la realidad. Es una perspectiva en la cual hasta el momento lo que salva es justamente la vigencia de los medios digitales, pero no sabemos hasta cuándo se va a mantener ese espacio, y es muy probable que se quiera avanzar con legislación también sobre los medios digitales.

Comparte
Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
Suscripcion