Lado B
Ochoa Reza: cruzado contra la corrupción que cobró indemnización millonaria
El nuevo líder del PRI, quien encabeza campaña contra la corrupción, es también quién cobró una indemnización cinco veces mayor de lo que le correspondía
Por Lado B @ladobemx
28 de septiembre, 2016
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Es el nuevo presidente del PRI, el que diseñó la Reforma Energética y que ahora encabeza una campaña contra la corrupción. Y es, también, el que cobró una indemnización millonaria, cinco veces mayor de lo que le correspondía, al dejar la dirección de la Comisión Federal de Electricidad. Pero nada hay de malo, se defiende Enrique Ochoa Reza: “todos lo hacen”

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Foto: Javier García, tomada de Pie de Página

Celia Guerrero | Pie de Página

@pdpagina

El 24 de agosto de 2016 el actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, recibió un cheque por un millón 275 mil pesos como liquidación por dejar el cargo de director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Legalmente, a Ochoa Reza se le debió entregar una cantidad cinco veces menor por renunciar al cargo. En cambio, la dependencia le pagó una indemnización por finiquito, como si hubiera sido despedido, equivalente a nueve meses de su salario como director.

Entre el 8 y el 9 de julio, la base de datos de empleados de la Comisión Federal tuvo un “reajuste” en el estatus laboral de su director; de la “separación voluntaria”, por la que Ochoa Reza recibiría 213 mil 565 pesos pasó a “liquidación por separación”. Bajo esa figura, y ya como presidente nacional del PRI, el ex funcionario recibió un millón 206 mil 271 pesos, ya libre de impuestos, según se demuestra en documentos filtrados vía la plataforma Méxicoleaks y que fueron corroborados por este equipo de investigación.

De CFE al PRI

La historia empieza el 5 de febrero 2014 cuando Enrique Ochoa Reza inició su período como director de la Comisión Federal de Electricidad. Hasta ese momento era subsecretario de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía (Sener), puesto desde donde promovió la reforma energética que abrió a la inversión privada las dos más importantes empresas paraestatales de México: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la propia CFE.

Por eso, el presidente Enrique Peña Nieto lo designó en su cargo, para dirigir la transición en la CFE. En su nueva tarea había una encomienda: convertir en empresa productiva a la paraestatal que fue uno de los pilares del modelo económico del país durante casi un siglo.

Pero dos años y 155 días más tarde, Ochoa renunció públicamente a su puesto para ocupar la presidencia del PRI. Lo hizo de manera formal mediante una carta entregada al presidente el 8 de julio de 2016, y difundida en medios de comunicación.

Carta de renuncia dirigida a Enrique Peña Nieto.

Hasta ese momento casi nadie sabía que el funcionario militaba en el partido que encabezaría y, para atajar las dudas, Ochoa Reza publicó en redes sociales de Internet una foto de su credencial de afiliación.

Mientras la polémica en los medios se concentraba en la renuncia de Ochoa Reza y su militancia partidista, el subgerente de Relaciones Laborales de la CFE, Jaime Tadeo Castellón Olguín; la jefa de Departamento de Dictámenes, Karime Slim Ruiz, y el propio renunciante, firmaban un irregular Dictamen de Terminación de la Relación Laboral.

En el documento -recibido por este equipo de investigación a través de la plataforma Méxicoleaks– se anota el pago por concepto de liquidación y finiquito: 1 millón 725 mil 209 pesos brutos.

Es la cantidad correspondiente a la liquidación del funcionario, según señala el Dictamen, que se basa en la normatividad del Manual de Trabajo para los Servidores Públicos de Mando.

Sin embargo, este manual distingue “separación voluntaria” de “liquidación”, y el cálculo del pago de indemnización de Ochoa Reza se realizó como si no hubiera renunciado.

Dictamen de terminación de la relación laboral de la CFE en beneficio de Enrique Ochoa Reza

La “gratificación especial”

De acuerdo con el abogado Manuel Fuentes, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, la carta de renuncia de Ochoa Reza dirigida al presidente Peña es prueba de que se trató de una separación voluntaria. Siendo así, no debió entregársele un pago de indemnización por liquidación.

Según Fuentes, quienes firmaron el dictamen excedieron sus facultades al interpretar el manual y calcular un pago que no correspondía. “Los funcionarios que designaron el pago de liquidación están cometiendo una falta grave, y pueden ser incluso procesados porque ellos solamente pueden hacer lo que se está permitiendo en las normas, no pueden estar llevando a cabo un pago que no está permitido. El manual es muy claro”, señala.

El artículo 33, en el apartado de “separación voluntaria”, el manual indica que la compensación será otorgada a los mandos que superen los tres años de servicio, condición que Ochoa no cumplía.

En todo caso, explica el abogado, Ochoa tenía derecho a sus prestaciones mínimas, como lo indica la Ley Federal de Trabajo. De esta manera la compensación por separación voluntaria al funcionario debió ser de 330 mil 168 pesos brutos.

En cambio, Ochoa Reza recibió cinco veces más. ¿Por qué?

De acuerdo al dictamen firmado por los funcionarios de la CFE, la liquidación al funcionario fue “una gratificación especial por los servicios prestados, equivalente a la más alta liquidación”.

Usos y costumbres

En entrevista para esta investigación Héctor de la Cruz, director de administración de CFE y Roberto Martínez, abogado general de CFE, defendieron la liquidación de Ochoa Reza y argumentaron que el manual en donde se especifican las formas de separación no establece causales.

“El director y todos los directores se separan del cargo. A diferencia del contrato colectivo donde si hay causales, aquí no opera ningún tipo de causal”, dijo de la Cruz.

“Es una disposición vigente desde hace 15 años, no está controvertida ni
sujeta a dudas de ninguna naturaleza ni a interpretación ante ningún otro órgano”, añadió Martínez.

Sin embargo, Jorge Loyo Pérez, abogado laboral y catedrático de la UNAM, puntualizó que si los funcionarios de la CFE dispusieron de recursos públicos de forma que no está prevista en la ley, pueden ser investigados y juzgados por el delito de peculado.

“Las empresas gubernamentales no pueden actuar como una empresa de derecho privado que pueda disponer libremente de sus bienes. De hecho, hay una Ley Federal de Bienes Nacionales. Siempre se sujetan a un presupuesto, siempre tienen que rendir cuentas”, aclaró el académico.

Por su parte, Enrique Ochoa Reza aceptó que su renuncia significó una separación voluntaria. Pero se deslindó de la responsabilidad de recibir una indemnización que no le correspondía. Las reglas aplicadas en su caso, dijo, son las mismas que se siguieron con otros ex directores de la Comisión Federal de Electricidad.

“Así es como lo establece la normatividad interna de la CFE y de la que yo soy un sujeto pasivo, básicamente el cálculo fue por parte de la institución y determinó que ese era el monto que me correspondía”, juzgó.

 El “reajuste”

El 24 de agosto el pago calculado en el dictamen de la CFE se concretó. De acuerdo con el expediente 1253, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje ratificó la entrega del cheque de liquidación de Ochoa Reza por 1 millón 200 mil 271 pesos netos.

El expediente de la Junta señala que el pago se calculó con base en su último salario como director de la CFE: 6 mil 809 pesos al día.

Así, la liquidación del actual presidente del PRI fue equivalente a 120 días de salario diario (817 mil 150 pesos); más 35 días por años de servicios prestados, más la parte proporcional por los días excedentes (577 mil 861 pesos); más otros 20 días por años de servicios prestados, más la parte proporcional por los días excedentes (330 mil 197 pesos), menos impuesto (518 mil 271 pesos).

Otros documentos recibidos a través de la plataforma de Méxicoleaks registran una manipulación del Sistema de Información Estadística de Personal (SIEP) de la CFE.

Inicialmente, el 8 de julio de 2016, la salida de Ochoa Reza fue registrada como “separación voluntaria”, pero luego el sistema señaló un nuevo estatus laboral: “reajuste”.

Los representantes legales de la CFE aseguraron que el registro del SIEP tiene una limitante de categorías: no existe la señalada como “liquidación”, y por ello se cambió el estatus a “reajuste”. Pero no respondieron por qué el registro inicial fue una separación voluntaria. “Si consultas con los demás directores es igual. Son categorías informáticas, no legales”, argumentaron.

Reajuste en la base de datos de la CFE de información de Enrique Ochoa Reza donde se señalaba su separación voluntaria.

El nuevo nuevo PRI

En el video de la campaña #RetoPRI, la cual Ochoa Reza promueve como presidente del partido, sostiene: “En el PRI ponemos el ejemplo”.

Enrique Ochoa Reza fue candidato único a la presidencia del PRI, y como tal fue elegido el 12 de julio de 2016. Hasta ahora el eje de su discurso es la rendición de cuentas y el castigo a la corrupción, tanto entre priístas como con militantes de otros partidos.

De esa estrategia surge la campaña #RetoPRI que se ha concentrado en retar al presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a debatir públicamente sobre la corrupción.

“Reto a López Obrador a debatir sobre corrupción porque para empezar su declaración 3de3 es una mentira”, dice Enrique Ochoa Reza en el video de la campaña, mientras imita el movimiento de manos del presidente Peña Nieto.

Ochoa Reza publicó su declaración 3de3 dos días después de asumir la presidencia del PRI. En el documento se exhibe, entre otras cosas, un ingreso neto por cargo público en la CFE de 2 millones 52 mil 478 pesos, durante el 2015.

Aunque la declaración corresponde a lo devengado durante el año fiscal anterior, al publicarla el político ya estaba enterado de la “gratificación especial” que recibiría por encabezar la CFE.

El 24 de agosto el líder del tricolor recibió el cheque por un millón 200 mil 271 pesos, equivalentes a nueve meses de su salario como funcionario.
Semanas después empezó la campaña #RetoPRI y se publicó el video donde Enrique Ochoa sostiene: “Checa mi 3de3 y vamos a debatir”.

Actualización 26 de septiembre de 2016

“No nos van a detener”

Luego de la publicación de esta investigación, Ochoa Reza difundió en su cuenta de Twitter un video en el que acusa a los informantes de Méxicoleaks de querer detener su cruzada contra la corrupción con historias falsas.

“A los que tratan de detenernos les digo que, en lugar de filtrar documentos para contar una historia falsa, los reto a que den la cara y que debatamos sobre cómo vamos a resolver los problemas de corrupción e impunidad”, advirtió.

Y aunque nuevamente aceptó que su renuncia fue una separación voluntaria aseguró que fue “un sujeto pasivo” de la administración de la CFE.

 

La sugerencia del político de que habría intereses partidistas detrás de la filtración está basada en que este 26 de septiembre se formaría la comisión nacional de justicia partidaria de su partido para revisar la actuación de tres gobernadores priístas acusados de corrupción: Javier Duarte, de Veracruz, Roberto Borge, de Quintana Roo, y César Duarte, de Chihuahua.

Sin embargo, otros documentos que fueron filtrados el lunes a este equipo de investigación revelan que los últimos directores de la CFE también habrían sido liquidados indebidamente. El monto total de esas liquidaciones rebasa los 3 millones 700 mil pesos.

Los dictámenes de liquidación de otros tres ex directores de la CFE que también renunciaron a su cargo muestran que Antonio Vivanco Casamadrid, quien fue director de la comisión un año y cuatro meses (de febrero de 2011 a junio de 2012), recibió una liquidación de 957 mil 522 pesos netos; Jaime González Aguade, quien fue director durante la transición del gobierno panista al priísta (de junio a diciembre de 2012), trabajó 5 meses y se llevó 687 mil 741 pesos; y Francisco Rojas Gutiérrez, quien estuvo en el cargo durante 14 meses (de diciembre de 2012 a febrero de 2014) fue liquidad con 878 mil 973 pesos. .

Los documentos muestran que en el SIEP, los nombres de estos tres directores aparecen también bajo la categoría de “reajuste”.

 

Sumadas a la liquidación de Ochoa Reza, las indemnizaciones de los directores, de febrero de 2011 a julio de 2016, costaron 5 millones 264 mil 960 pesos brutos (3 millones 730 mil 537 pesos netos) de recursos públicos a la empresa productiva.


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