Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Si Palmar de Bravo fuera un estado sería la quinta entidad con el mayor número de homicidios dolosos en todo el país por cada 100 mil habitantes, por su tasa de incidencia de 23.9 casos se ubicó en 2015 por encima de entidades como Tamaulipas y Michoacán, estados golpeados por el crimen organizado, por debajo de Guerrero, Sinaloa, Chihuahua y Baja California que en encabezan la lista.

Y en 2016 –al corte del 30 de abril— escaló a la tercera posición solo por debajo de Colima y Guerrero.

Estas cifras, que parten de la información que entregan las agencias del Ministerio Público al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), aún no consideran el homicidio de cinco personas que se registró el pasado miércoles en una de las juntas auxiliares de dicho municipio.

A la par, Palmar de Bravo se ubicó en el primer cuatrimestre del año como el segundo municipio con el mayor número de tomas clandestinas en Puebla, y el quinto en todo el país de acuerdo con el reporte que entregó Petróleos Mexicanos (Pemex) a esta casa editorial a una solicitud de información.

En total en el periodo enero- abril se registraron en ese municipio 71 tomas clandestinas, prácticamente las mismas que se registraron en todo el año pasado cuando Pemex contabilizó 82 casos. En el comparativo cuatrimestral Palmar de Bravo registra un incremento en ese delito, el robo de combustible, del 294 por ciento entre 2014 y 2015.

Un triángulo de sangre

El pasado 23 de febrero el programa Punto de Partida transmitió un reportaje sobre la problemática que se vive en la franja que cruza el estado en su zona central y comunica a la capital poblana con el estado de Veracruz sobre la que corren ductos de Pemex, y en los que se ha focalizado el robo de combustible.

El reportaje nombró a la zona como el “triangulo rojo” aunque en realidad se trata de un espacio geográfico que involucra al menos a cinco municipios: Tepeaca, Acajete, Acatzingo, Palmar de Bravo y Quecholac.

Estos cinco municipios concentran el 76 por ciento de las tomas clandestinas que Pemex registró en el estado en el último año. Aunque la violencia homicida se ha concentrado en tres de esas comunidades, Acatzingo, Quecholac y Palmar de Bravo que en el 2015 reportaron tasas de 10.6, 15.7 y 23.9 casos respectivamente. Y es en esta última población en donde se han registrado los casos más graves de violencia.

Ejemplo de ello es lo sucedido en enero de este año cuando un grupo de huachicoleros –como también se le conoce a los ladrones de combustible— se enfrentaron a balazos contra personal de Ejército Mexicano.

El diario La Jornada de Oriente consignó así el hecho: “Un comando de medio centenar de personas dedicadas al robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), mejor conocidos como chupaductos, se enfrentaron a balazos con militares, anoche en la comunidad de San José Bellavista, en el municipio de Palmar de Bravo”.

En Palmar de Bravo también se han registrado ejecuciones. En julio del año pasado un comando armado disparó más de 200 balazos con armas de grueso calibre contra una camioneta en la que circulaban tres personas en San Miguel Xaltepec, comunidad perteneciente a ese municipio.

Hace unos días la historia se repitió cuando cuatro jóvenes de la junta auxiliar de La Purísima de Bravo, fueron asesinados por un comando armado. Las primeras versiones que recogió este diario señalan que se trató de un choque entre presuntas bandas delictivas, que además dejó tres personas heridas y dos más desaparecidas.

Las Averiguaciones Previas

El reporte del SNSP se basa en las Averiguaciones Previas (AP) que se han iniciado por el delito, en este caso el homicidio doloso, pero no representa necesariamente el número de personas asesinadas. Por ejemplo, a nivel estado el organismo registró en 2015 un total de 499 APs y un total de 561 víctimas del delito.

Así, aunque en Palmar de Bravo se registraron un total de 11 Averiguaciones Previas en el 2011, esto no significa que se hallan asesinado a ese número de personas aunque se trata de un número que aún no aparece en la estadística oficial pues las datos de víctimas que publica el SNSP sólo se desglosa por estado y no por municipio.

En el primer cuatrimestre del 2016 son ya ocho las APs que se han iniciado. Una cifra que sin duda seguirá creciendo en el año.