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La innovación: una asignatura pendiente
El mundo en el que hoy vivimos dista mucho del de hace apenas unas décadas. La globalización y las revoluciones tecnológicas que han tenido lugar en los últimos tiempos han trastocado nuestro modo de pensar, de trabajar, de comprar, de hacer negocios, de comunicarnos y relacionarnos con otros, reconfigurando así, los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales.
Por Lado B @ladobemx
16 de junio, 2016
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Mtra. Marisol Aguilar Mier

[dropcap]E[/dropcap]l mundo en el que hoy vivimos dista mucho del de hace apenas unas décadas. La globalización y las revoluciones tecnológicas que han tenido lugar en los últimos tiempos han trastocado nuestro modo de pensar, de trabajar, de comprar, de hacer negocios, de comunicarnos y relacionarnos con otros, reconfigurando así, los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales. Y en este sentido, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) han jugado un papel determinante en la conformación de la llamada sociedad de conocimiento, misma que demanda un conjunto de competencias para desenvolvernos en un entorno cuya principal constante es el cambio. Por tal razón, la UNESCO se ha planteado el objetivo de “formar estudiantes, ciudadanos y trabajadores que se comprometan continuamente con la tarea de generar conocimiento e innovar”.

Desde este panorama, la velocidad para responder a los nuevos retos que se presentan en el sector educativo obliga a las instituciones a replantearse a sí mismas y a prepararse para anticipar los cambios y actuar frente a ellos. Sin embargo, pareciera que muchas de ellas se encuentran demasiado cómodas con la manera en la que han hecho las cosas y no alcanzan a vislumbrar que están quedándose al margen. Por ello nos preguntamos ¿qué tan cerca estamos de alcanzar el objetivo trazado por la UNESCO? los docentes ¿están formados y preparados para contribuir de manera sustancial a ello? Los sistemas educativos tal como están configurados ¿ofrecen a las personas las herramientas para afrontar estos desafíos? ¿Las instituciones educativas cuentan con las condiciones necesarias para lograrlo?

Podríamos aventurar muchas respuestas a estas interrogantes, pero hay hechos que resultan evidentes pues aún podemos atestiguar que continúan las filas de alumnos que acuden a las aulas sólo a mirar un pizarrón lleno de datos que no comprenden; a memorizar grandes cantidades de contenidos que son repetidos en diversas materias divididas en bloques inconexos; a ser evaluados mediante exámenes tradicionales que no dejan cabida al pensamiento crítico y a realizar tareas que no permiten la creatividad, la indagación o la actividad.

Ante semejante contraste, son cada vez más las voces que afirman que la escuela está caduca y que se educa como en el siglo XIX a estudiantes del siglo XXI. El resultado de estas prácticas anquilosadas es una educación anacrónica carente de sentido.

Por todo lo anterior debemos empezar por aceptar que los modelos y las estructuras actuales han perdido vigencia y corresponde ahora otro escenario. ¿Cómo lograrlo? Se dice que cuando se busca un cambio hay que empezar por dejar de hacer lo mismo y buscar alternativas que generen un resultado distinto.

[pull_quote_right]Ante semejante contraste, son cada vez más las voces que afirman que la escuela está caduca y que se educa como en el siglo XIX a estudiantes del siglo XXI. El resultado de estas prácticas anquilosadas es una educación anacrónica carente de sentido.[/pull_quote_right]

En este sentido, es necesario innovar y por innovación nos referimos a un proceso cuyo propósito es alterar la realidad que impera, modificando concepciones y actitudes, transformando métodos e intervenciones y mejorando los escenarios, las prácticas educativas, la enseñanza y el aprendizaje.

Lo anterior implica una transformación profunda de la educación. Debemos avanzar hacia perspectivas en las que el alumno adquiera un rol activo y principal, así como la responsabilidad de gestionar su propio proceso, con el apoyo del docente, quien debiera ser más bien un facilitador que organiza y diseña experiencias de aprendizaje que permitan a todos los estudiantes, en permanente diálogo y colaboración, construir y reconstruir saberes y desarrollar competencias.

Ejemplos de ello son estrategias como el aprendizaje basado en “proyectos”, en “casos”, en “retos” o en “problemas” pues se logra la aplicación de lo aprendido, se promueve el trabajo colaborativo e interdisciplinar, se facilita la reflexión, el análisis, la toma de decisiones, el descubrimiento, el diálogo y la intervención en escenarios reales, logrando auténticos aprendizajes: significativos y contextualizados.

Ahora bien, existen también otras tendencias menos conocidas que aprovechan aún más los recursos tecnológicos. Éstas se han dado a conocer en el Reporte EDU-TRENDS del “Observatorio de Innovación Educativa” pero aún no llegan a la gran mayoría de las aulas. Se enuncian algunas a continuación:

  • Aprendizaje invertido: es una técnica didáctica en la que la exposición de contenidos se realiza por medio de materiales multimedia que pueden ser consultados en línea de manera libre, mientras que el tiempo de aula se dedica a la discusión, resolución de problemas y actividades prácticas bajo la supervisión y asesoría del profesor.
  • Gramificación: implica el diseño de un entorno educativo real o virtual que supone la definición de tareas y actividades basadas en los principios de los juegos, aprovechando con ello, la disposición natural de los estudiantes hacia actividades lúdicas para mejorar la motivación, la construcción de conocimientos y el trabajo colaborativo.
  • Aprendizaje flexible: ofrece a los estudiantes opciones de cuándo, dónde y cómo aprender teniendo flexibilidad en el ritmo, lugar y forma de entrega de los contenidos educativos. Puede incluir el uso de la tecnología para el estudio online, dedicación a medio tiempo, aceleración o desaceleración de programas, etc.
  • Conectivismo: parte de la idea de construir redes, con el apoyo de las TIC, generando nuevo conocimiento mientras se aprende. Es una combinación entre el constructivismo y el cognitivismo adaptado al aprendizaje digital.

[quote_box_right]La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

Sus comentarios son bienvenidos[/quote_box_right]

Como se puede apreciar a través de estas estrategias, las instituciones educativas deben dar un golpe de timón para invertir buena parte de sus recursos y esfuerzos en lograr procesos educativos innovadores que efectivamente respondan a los desafíos de hoy. Ello implica reconocer que el uso de las TIC demandan un cambio en los paradigmas educativos vigentes, romper esquemas y aventurarse hacia nuevos caminos repensando el sentido de las prácticas educativas soportadas en la tecnología para aprovechar al máximo su enorme potencial.

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