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Endulzantes sin calorías: uso y abuso
Los endulzantes artificiales o sustitutos de azúcar sin calorías en los últimos años han sido muy utilizados en la industria alimenticia desde su utilización para el café o té, hasta la repostería y panadería, ya que cada vez vemos más pasteles, galletas, chocolates, entre otros alimentos que utilizan este tipo de sustitutos, pero ¿realmente es bueno el uso indiscriminado de este tipo de productos?
Por Lado B @ladobemx
09 de junio, 2016
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MNC. Daniela Ramos Jiménez

Los endulzantes artificiales o sustitutos de azúcar sin calorías en los últimos años han sido muy utilizados en la industria alimenticia desde su utilización para el café o té, hasta la repostería y panadería, ya que cada vez vemos más pasteles, galletas, chocolates, entre otros alimentos que utilizan este tipo de sustitutos, pero ¿realmente es bueno el uso indiscriminado de este tipo de productos?

Para poder responder esta pregunta, lo primero que debemos entender es de qué están hechos estos productos, por definición los edulcorantes son aditivos que le confiere un sabor dulce al alimento que se clasifican en dos tipos, los naturales o nutritivos que proporcionan energía o calorías como la sacarosa o azúcar común y la fructosa contenida en las frutas, por otro lado están los artificiales o no nutritivos es decir que no aportan energía, los cuales son elaborados de manera industrial, donde encontramos a la sacarina que es 300 veces más dulce que el azúcar, sin embargo este producto deja un sabor amargo o metálico en la boca después de su consumo; el aspartame que es 200 veces más dulce que el azúcar, siendo el endulzante más exitoso ya que en la industria de bebidas no calóricas es el más utilizado, sin embargo uno de sus inconvenientes es que tiende a descomponerse, ya que a temperatura ambiente se descompone a un 10% al mes por lo que no debe ser utilizado en alimentos a altas temperaturas; la sacarosa es 600 veces más dulce que el azúcar y se fabrica a partir de azúcar y el cuerpo es incapaz de absorberla ni metabolizarla y se elimina por orina; el acesulfame K es 200 veces más dulce que el azúcar, no deja resabio, y tampoco se puede metabolizar (PROFECO,2014).

[pull_quote_right]Se estima que en México una persona promedio consume hasta 150 litros de refresco al año y si lo convertimos al edulcorante que se utiliza para estos productos estaríamos hablando de 25.5 kg de edulcorante al año[/pull_quote_right]

Sin embargo a pesar de sus aparentes beneficios se deben de tomar con precaución, existe mucha polémica en cuanto a su uso debido a diversos daños a los que se han asociado como el cáncer, sin embargo y por desgracia no hay evidencia suficientemente fuerte que lo desmienta ni que lo compruebe. En este sentido la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos) han demostrado su inocuidad, sin embargo como todo alimento, el exceso en su consumo es el verdadero problema por lo que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) junto con la OMS (Organización Mundial de la Salud) han establecido un índice seguro para su consumo. Por ejemplo en el caso del aspartame la recomendación segura es 40 mg/kg de peso de la persona por ejemplo si la persona pesa 60 kg, puede consumir hasta 2400 mg/ día es decir hasta 2.4 g, sin embargo y a pesar de estas recomendaciones algunas investigaciones han demostrado que el uso indiscriminado de estas sustancias ha generado resistencia a la insulina es decir un factor importante que da paso a la generación de diabetes, y en caso de pacientes que ya presentan esta enfermedad, han observado algunas complicaciones por su consumo en exceso, sin embargo aún la evidencia es débil, por lo que hay que tomar precauciones.

Con lo anterior queda claro que efectivamente los edulcorantes no calóricos son una buena opción cuando de cuidar el consumo de azúcar se trata sin embargo debemos tomarlo con calma, no querer consumir absolutamente todos los alimentos con este tipo de productos, se estima que en México una persona promedio consume hasta 150 litros de refresco al año y si lo convertimos al edulcorante que se utiliza para estos productos estaríamos hablando de 25.5 kg de edulcorante al año, en casos especiales son una buena opción, de vez en cuando su consumo no está mal, sin embargo su uso indiscriminado a la larga puede generar diversos problemas no sólo metabólicos sino digestivos, ya que lo que sí se encuentra evidenciado es que los edulcorantes dañan la flora intestinal por lo que pueden generar desde estreñimiento hasta diarreas sin razón aparente, para personas que viven con diabetes también son una buena opción para que no dejen de consumir alimentos de su preferencia, sin embargo el consumo diario y en grandes cantidades puede ser contraproducente para la enfermedad por lo que un consumo no mayor a dos porciones o dos sobrecitos ha demostrado ser inocuo o seguro, lo importante como siempre es cuidar todo lo que comemos, no excedernos en uno u otro alimento, incluir de todo pero en las cantidades adecuadas y no esperar que un  solo alimento  o sustancia haga todo el trabajo lo importante siempre es “Aprender a comer, para estar bien”.

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La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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