De acuerdo al análisis toxicológico que se practicó en sus cadáveres, a las argentinas Marina Menegazzo y María José Coni las drogaron antes de ser asesinadas en la ciudad costera de Montañita, en el oeste de Ecuador.
Así lo estableció el examen que se practicó a los cuerpos de las dos jóvenes, según informó Osiris Sánchez, abogado de las familias de las víctimas.
Los cuerpos de Menegazzo y Coni, que fueron hallados el 28 de febrero, tenían la presencia de benzodiazepina.
«El análisis toxicológico dio positivo para esta droga que se usa en tratamientos psiquiátricos. Ya no caben dudas que hubo un móvil sexual«, afirmó el abogado.
La benzodiazepina es una sustancia que se emplea en medicamentos psiquiátricos y actúa sobre el sistema nervioso central.
Se emplea en sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes.
«Esa sustancia mezclada con alcohol es un cocktail sexual que utilizan los delincuentes para violar y matar, ya que vencen la voluntad de quien las ingiere», expresó el abogado Sánchez.
Cuando estalló el caso, circuló la versión de que las dos jóvenes compartieron habitación con sus presuntos victimarios porque no tenían dinero.
Alberto Segundo Mina Ponce y Aurelio Eduardo Rodríguez, alias «El Rojo», son los principales sospechosos del caso y están detenidos desde marzo en Ecuador.
Incluso medios ecuatorianos dieron la versión de que Menegazzo y Coni no tenían dinero para salir de Montañita y por eso conocieron a los dos hombres acusados de sus muertes.
«Se confirma nuestra teoría de que ambas fueron drogadas para ser abusadas y se descarta todo eso que se intentó instalar en un momento; que ellas fueron a la casa de los acusados por propia voluntad, que andaban a dedo y que se buscaban problemas», expresó el abogado a medios argentinos.
El asesinato de las jóvenes ha desatado un amplio debate sobre el acoso que sufren las mujeres y sobre si estas deben viajar «solas».
En las redes se sociales se difundió ampliamente una carta escrita por la paraguaya Guadalupe Acosta en primera persona, que asume la voz de las turistas y que empieza diciendo «Ayer me mataron».
«Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada», continúa.
La misiva escrita por esta estudiante de Comunicación cuestiona que algunos hayan responsabilizado a las jóvenes argentinas de su muerte, sembrando dudas sobre las circunstancias de su asesinato y cuestionando que viajaran solas.
«Nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida. No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. ¿Qué ropa tenías? ¿Por qué andabas sola? ¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía? Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas?», dice la carta. «Les dijeron [a mis padres] que seguro que algo hicimos».
[quote_box_left]Publicado originalmente por BBC Mundo[/quote_box_left]