[dropcap]C[/dropcap]uando los jóvenes me cuentan emocionados que han incursionado en el mundo reporteril bien porque están haciendo prácticas profesionales o han sido contratados por un medio de comunicación, pero éste no les ha acreditado con una credencial, casi me da el patatús. Pienso en algunos improperios para ese medio, para el dueño, para el jefe de información y para el responsable de recursos humanos. Reporteros sin credencial, ¡vaya bronca!
Sacarle la chamba a un medio de comunicación, en calidad de reportero, fotógrafo o camarógrafo, con pago o sin pago de por medio, debería implicar que el medio asuma la responsabilidad de aquellos que le sacan el trabajo, acreditándolos debidamente, ¡mínimo!
¿Por qué la credencial es vital?
También hay que decir que están los reporteros que cuentan con credencial, pero hacen mal uso de ella, por ejemplo, los periodistas que tienen automóvil y cuelgan su credencial de prensa en el espejo retrovisor para que la grúa no se lleve su auto, aunque ellos no estén precisamente en un evento periodístico sino más bien en uno personal; o los que para pasar a un lugar, al que no van en calidad de reporteros, camarógrafos o fotógrafos, muestran su credencial para poder pasar. En el gremio periodístico a esas prácticas se les conocen como la charola, pues para entrar a eventos u obtener algún beneficio personal, muestran su credencial de periodista.
Mientras tanto, los reporteros, fotógrafos o camarógrafos que trabajan para un medio de comunicación informativo y no tienen credencial (por la pura desidia de su empresa), pasan por varias peripecias cuando deben mostrar su credencial, ¿y qué creen? ¡pues no entran! -O ¡quién sabe!, quizás sea una modernísima cuestión administrativa aquello de no dar credencial, con el fin de que los trabajadores demuestren la madera de ser periodistas (léase con sentido irónico); algo similar con poner a las personas tres meses a prueba para ver si les dan el trabajo y con ello las empresas se ahorran desembolsar tres meses de pagos.
Si algunas empresas (pequeñas, medianas o grandes) no les dan ni credencial a sus trabajadores, ya ni pensar si les otorgan contrato laboral, esos trabajadores ni a hoja de confirmación de movimiento para darse de alta en el seguro social han de llegar.