Lado B
En Puebla, hasta los muertos militan en el PRI
En el padrón del tricolor en Puebla se encontraron al menos cinco casos de personas que fueron registradas en 2014, pero fallecieron desde años antes
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
02 de abril, 2016
Comparte

Port_AfiliacionesMuertos_PRI

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Que en México los muertos votan, y muchas veces lo hacen por el PRI, es una verdad que corre de boca a boca y en medios de comunicación durante los procesos electorales. En Puebla no es la excepción. Y, si no votan, al menos sí militan, de acuerdo con el padrón que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene para consulta en su página de internet.

Este portal documentó al menos cinco casos de personas que fallecieron años antes de que fuera incluidos en el padrón tricolor.

Un insulto a la ciudadanía

Luego de que en semanas recientes se reavivara la polémica por la inclusión de personas al padrón de militantes del PRI sin el consentimiento de las mismas, y que fue denunciado en redes sociales, algunos ciudadanos encontraron en los listados a sus familiares fallecidos.

Por ejemplo, Armando Pliego Ishikawa, estudiante universitario y colaborador de este portal encontró en el registro a su padre y a su abuelo, los dos fallecidos en 2013 y 2014 respectivamente, por lo que cuestionó desde la red de los 140 caracteres al dirigente estatal del tricolor, Jorge Estefan Chidiac.

Su abuelo, Armando Pliego Pastor, fue registrado como militante del partido el primero de abril de 2014, aunque el señor falleció en septiembre de 2013, es decir 7 meses antes de que hiciera el trámite y firmara la solicitud de registro para el ingreso al partido tricolor.

En consecuencia, Armando Pliego exigió al dirigente priísta “que corrijan esto que sólo puedo llamar un insulto de tu partido a la ciudadanía.”

El de Armando es uno de los casos que se ha hecho visible en las redes sociales, pero no es el único.

Lo mismo sucedió con Luis Soriano, quién encabeza la asociación Voz Ciudadana, pues encontró a su padre, Gustavo Adolfo Soriano Vivas, en los listados tricolores con fecha de ingresos 1 de enero de 2014 a pesar de que falleció el 23 marzo del 2013.

Esperanza de los Ángeles Rodríguez Alonso falleció en 2005, pero nueve años después en abril de 2014 regresó a registrarse como militante del PRI, pues esa es la fecha con la que aparece inscrita en el padrón del tricolor, cuenta su nieta Aranzazú Ayala Martínez, reportera de esta casa editorial.

Esperanza_Afiliacion

Nereo Zamítis, artista gráfico y multimedia e integrante del colectivo La Pesera tiene una historia similar: tras leer en redes las quejas de ciudadanos por haber sido incluido en el padrón sin su autorización se buscó a sí mismo y a su familia. Todos estaban ahí: su madre, él mismo y, con mucha sorpresa, sus tías Aurora y Lucinda, “la primera –cuenta– falleció en 2006, hace 10 años, la segunda en 2013, pero las dos están en el padrón”.

Lucia_afiliacion

Y aunque se pidió al titular de la Secretaría de Información y Propaganda del revolucionario, Ismael Ríos, una postura al respecto, el funcionario partidistida aseguró que sería el jurídico de ese partido quién atendería los señalamientos, pero al cierre de edición la respuesta del PRI nunca llegó.

Conviene recordar que en días pasados el presidente estatal de ese partido, Jorge Estefan Chidiac, aseguró que no hay nada irregular en el padrón y que en este “aparecen todas las personas que solicitaron en su momento afiliarse” y que es responsabilidad de ellas mismos si no han pedido su baja.

Las afiliaciones se hicieron cuando no había control: PRI

De acuerdo con Mario Conde, secretario jurídico del PRI, el problema con las afiliaciones es que en años previos no se llevaba un control del proceso y se aceptaban las listas que sin más entregaban los diversos sectores que conforman al partido tricolor.

“Hasta hace poco más de un año la afiliación no requería ninguna ficha o firma del militante, porque me ha tocado atender personas que me dicen ‘yo no firmé nada’. La afiliación antes se hacía porque los distintas organismos o sectores podían hacer los registros, entregaban sus listas y se subían al padrón partidista; no existía ni el control ni el régimen que existe hoy en día”.

Y maneja como hipótesis la posibilidad de que las personas que ya fallecieron y que están registradas “en algún momento hicieron la afiliación y la fecha que te aparece ahí sea la de la última actualización, pero en realidad las afiliaciones se hicieron cuando no se requería ficha y se tenía el principio de buena fe que quien llega a afiliar, lo hacía de forma correcta”.

“Los tiempos y las legislaciones electoral se ha vuelto más rígida ahora, por eso le pedimos a quién se sienta en cierta forma ofendido o que desde su punto de vista no debe estar en el padrón pues que venga a hacer el trámite y es más que suficiente”.

¿Y los que ya fallecieron? Difícilmente podrían ir a pedir su desafiliación

–No podemos hacer mayor cosa más que venga el familiar a solicitar la baja del padrón por fallecimiento, pero si tú me dices, Juan Pérez ya falleció, ¿y como tengo la certeza yo de que ya falleció y no quiere aparecer en el padrón priísta? Ahí, lo más correcto jurídicamente es pedir la baja y presentar el acta de defunción.

¿Y no le parece demasiado laborioso para la gente que no quiere estar ahí, que nunca pidió su incorporación y que ahora deben hacer varios trámites para darse de baja?

–Ahora nosotros debemos de comprobar que cada baja que se hace es real, y que la persona se presentó de forma personal a pedir su baja del partido. Tú lo estas viendo solo desde una óptica de la gente que dice yo no quiero estar, pero te voy a dar otro ejemplo, el personalísimo, si a mi me dieran de baja del partido sería una afrenta muy grande, nosotros tenemos que verlo desde ambos puntos de vista. Y como partido tenemos que vigilar que no se vulneren los derechos de terceros, porque sino tan sencillo sería entonces dar a baja a otra persona que tiene una militancia efectiva sólo por que nos dicen o nos hacen una llamada telefónica.

Por último, el priísta explicó que el procedimiento puede llevar no más de tres o cuatro semanas, pero tiene que mediar una petición por escrito de la persona dirigida a la comisión de Justicia Partidaria.

Comparte
Autor Lado B
Ernesto Aroche Aguilar
Suscripcion